06 Octubre 2005
El catedrático cordobés José Antonio Buteler contó ayer una anécdota que refleja cómo se hacían antes y cómo se emprenden ahora los cambios legislativos. "Las modificaciones ahora se caracterizan por la intempestividad, y porque no son precedidas por un proceso de deliberación y de discusión previos. Un famoso proyecto de reforma al Código Penal, de 1960, elaborado por Sebastián Soler, estuvo durante una década sometido al examen de académicos. Hasta era estudiado en las bolillas de estudio de los alumnos. Hoy, en cambio, a todo eso lo tenemos que hacer después de los cambios", afirmó.
Un paso adelante
El ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba destacó el nivel académico de los nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
"El nivel académico asegura independencia y aptitud. Es cierto que, como las otras funciones del Estado, la Justicia ha sido puesta en crisis. Pero se ha dado un paso importante en la construcción de una Corte Suprema dotada de miembros capaces e independientes. Los miedos, las coyunturas y la inmediatez, a veces, no nos hacen ver las cosas que, a mediano o largo plazo, son las que generan, al menos emblemáticamente, los paradigmas por seguir", aclaró.
Elogian los retoques en la Corte Nacional
Enrique García Vitor (foto), presidente de la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal, mira el futuro con optimismo. "La Corte Suprema de Justicia de la Nación se irá acomodando, será muy buena y asumirá un rol importante en el diseño de la política judicial del país. Los cambios (en sus integrantes) fueron buenos. Algunos eran necesarios y otros podrán ser discutidos, pero los tiempos políticos son así... Antes, también había una crisis moral; ahora es muy diferente", manifestó.
Antes de la inauguración del V Encuentro Argentino de Profesores de Derecho Penal, el catedrático de la Universidad Nacional del Litoral aseguró a LA GACETA que los congresos sirven para reflexionar con tranquilidad. "Claro, nuestras soluciones muchas veces no se condicen con las que se propician a través de los medios de comunicación o con las que propone Juan Carlos Blumberg, que siempre son espasmódicas frente a una crisis, que no es del Derecho Penal, sino de la sociedad", precisó.
García Vitor lamentó que el Derecho Penal, en lugar de ser usado como última herramienta institucional, sea visto como la única. "Es un sistema de control social, que en las sociedades organizadas actúa como último recurso. El problema acontece en comunidades como la nuestra, en que el plan educativo y la cohesión social están rotos, y donde existe 1,2 millón de jóvenes de entre 14 y 22 años que no estudian, que no trabajan ni buscan empleo. Esto, en una sociedad pastoril, no sería problema, pero en una de consumo, como la Argentina, es una bomba de tiempo. Ahí está la clave de la violencia que aumenta día tras día". Esto advirtió, finalmente, el también profesor de la Universidad de Concepción del Uruguay.
Un paso adelante
El ex decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba destacó el nivel académico de los nuevos integrantes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
"El nivel académico asegura independencia y aptitud. Es cierto que, como las otras funciones del Estado, la Justicia ha sido puesta en crisis. Pero se ha dado un paso importante en la construcción de una Corte Suprema dotada de miembros capaces e independientes. Los miedos, las coyunturas y la inmediatez, a veces, no nos hacen ver las cosas que, a mediano o largo plazo, son las que generan, al menos emblemáticamente, los paradigmas por seguir", aclaró.
Enrique García Vitor (foto), presidente de la Asociación Argentina de Profesores de Derecho Penal, mira el futuro con optimismo. "La Corte Suprema de Justicia de la Nación se irá acomodando, será muy buena y asumirá un rol importante en el diseño de la política judicial del país. Los cambios (en sus integrantes) fueron buenos. Algunos eran necesarios y otros podrán ser discutidos, pero los tiempos políticos son así... Antes, también había una crisis moral; ahora es muy diferente", manifestó.
Antes de la inauguración del V Encuentro Argentino de Profesores de Derecho Penal, el catedrático de la Universidad Nacional del Litoral aseguró a LA GACETA que los congresos sirven para reflexionar con tranquilidad. "Claro, nuestras soluciones muchas veces no se condicen con las que se propician a través de los medios de comunicación o con las que propone Juan Carlos Blumberg, que siempre son espasmódicas frente a una crisis, que no es del Derecho Penal, sino de la sociedad", precisó.
García Vitor lamentó que el Derecho Penal, en lugar de ser usado como última herramienta institucional, sea visto como la única. "Es un sistema de control social, que en las sociedades organizadas actúa como último recurso. El problema acontece en comunidades como la nuestra, en que el plan educativo y la cohesión social están rotos, y donde existe 1,2 millón de jóvenes de entre 14 y 22 años que no estudian, que no trabajan ni buscan empleo. Esto, en una sociedad pastoril, no sería problema, pero en una de consumo, como la Argentina, es una bomba de tiempo. Ahí está la clave de la violencia que aumenta día tras día". Esto advirtió, finalmente, el también profesor de la Universidad de Concepción del Uruguay.
NOTICIAS RELACIONADAS
Lo más popular