04 Septiembre 2005
La pulseada entre las autoridades de la Liga Tucumana de Fútbol y los clubes disidentes no ha terminado. La mayoría de las entidades afiliadas procedió a elegir el viernes a Julio Luna como presidente de la entidad de avenida Sarmiento al 300 por un período de cuatro años, a pesar de la existencia de una orden judicial que les exigía a los directivos que se abstuvieran de realizar la asamblea extraordinaria.
“Hubo desobediencia judicial”, aseguró Carlos Ortega, abogado que representa a los clubes Central Norte y Argentinos del Norte, impulsores del recurso de amparo.
Ortega advirtió que a raíz de la actitud asumida por los representantes de los clubes que realizaron la asamblea extraordinaria, la Liga podría quedar acéfala y al borde de la intervención por parte de la Dirección de Personas Jurídicas. “En la presentación pediremos la nulidad de la asamblea y la intervención de la Dirección de Personas Jurídicas”, resaltó.
La situación institucional en la Liga Tucumana de Fútbol podría ingresar en un callejón sin salida. Si la Justicia considera que la asamblea es nula, la entidad quedaría sin presidente ya que Luna presentó la renuncia que fue aceptada por el Comité Ejecutivo antes de ser elegido nuevamente. Además, el Comité Ejecutivo no tendrá el número de miembros necesarios para funcionar. En ese caso, la designación de un delegado normalizador sería inevitable. “Si eso sucede, habrá que esperar que se convoque a elecciones y allí los clubes volverán a elegir a Luna”, indicó el secretario Amancio Petray.
“Maniobras obstructivas”
Los clubes que participaron de la asamblea emitieron un comunicado donde repudian las maniobras consideradas obstructivas por parte de Nilamón Bulacio, Darío y Angel Zamoratte. “Durante meses presentaron impugnaciones y amparos en la Justicia para agraviar y obstruir el normal funcionamiento del fútbol de la provincia. Hoy la mayoría desea una nueva conducción y que estos personajes se retiren de la actividad”, señala la nota.
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