La verdad es que el estado de las calles del centro de nuestra ciudad es deplorable. Ya no se ve, como hace cinco años aproximadamente, lo que era sólo polvo. Esta vez, lisa y llanamente, se trata de mugre, de materiales y de todo tipo de papeles. Entiendo que muchas veces hay personas que revuelven la basura; pero, por lo que observé, va más allá de eso. No advierto que las veredas estén barridas (esto es una obligación de los propietarios, si no me equivoco). Y deseo llamar la atención sobre dos temas: las obras en construcción, cuyo polvo y materiales muchas veces se desparraman por la cuadra donde se realizan; y las escuelas, con sus extensas veredas que no son correctamente barridas. Ya es hora de que los ciudadanos y las autoridades correspondientes se ocupen de esta postergada situación.
Pablo Salomón
pabalsalomon@argentina.com
CREDITOS HIPOTECARIOS
Con beneplácito leí que el Gobierno nacional y el Gobierno provincial van a construir viviendas en la provincia. Loable idea, pues una de las tantas cosas que nos faltan en este país son casas dignas. Pero por otro lado me pregunto con qué lógica se manejan los hombres que gobiernan este país, ya que, por un lado, tratan de satisfacer las necesidades habitacionales; y por otro, descuidan a quienes creímos en este país tomando un crédito hipotecario para adquirir nuestras casas. Después de 2001 muchos no pudimos pagar esos préstamos y quedamos en mora, con la amenaza del remate judicial. Nos acogimos a la Ley 25.737, inscribiéndonos en el Registro de Ejecuciones Hipotecarias. Las ejecuciones están suspendidas hasta este mes, pero no podemos vivir con esta inquietud que nos lesiona lentamente. ¿Por qué no se sanciona una ley que nos proteja y nos dé la oportunidad de abonar las cuotas contemplando la situación de quienes estamos en estas condiciones? De lo contrario, miles de personas quedaremos desprotegidas y a merced de los bancos.
Nora A. Quiroga
nodape@tutopia.com
SUBSIDIO DE SALUD
El expediente a que hace referencia la lectora Silvia Susana Oscari, el 5/06, ya tiene resolución favorable desde el 2/06. Se le otorga la cobertura solicitada al 80%. El trámite tuvo, como la misma lectora lo reconoce, una duración de 30 días. Hasta noviembre de 2003, los trámites debían esperar hasta 180 días, y su resolución dependía de la buena voluntad de las autoridades de turno. Quizás a eso se refiera la lectora cuando se lamenta por no tener "una amistad para resolver su problema". Quienes integramos la actual intervención hacemos un culto de la amistad. Precisamente porque no la hemos basado jamás en la procuración de "favores mutuos".
Miguel García
prensa@ipsst.gov.ar
RASTRAS CAÑERAS
Sin ánimo de polemizar, creo necesario hacer algunas precisiones respecto de las rastras cañeras y de la información periodística publicada sobre la reciente resolución de la Dirección de Transporte de la Provincia. Tucumán está adherida a la Ley Nacional de Tránsito Nº 24.449, desde hace varios años; por lo tanto, es de aplicación obligatoria para todo el territorio que la comprende. La resolución emitida por la Dirección de Transporte, cuyo texto no fue publicado, haría una incorrecta interpretación de dicha norma y aparentemente la contradice. Es muy claro el texto indicado por la Ley Nº 24.449, anexo LL (sustituido por decreto N° 79/98 B.O. 28/1/98), titulado "Normas para la circulación de máquinas agrícolas". Su Artículo 62, en las condiciones generales para la circulación, expresa taxativamente: "se realizará exclusivamente durante las horas de luz solar. Desde que el sol sale hasta que el sol se pone", como figura en LA GACETA. Más adelante, en el artículo 3 sobre requisitos para los equipos, dice: "el tractor debe poseer luces reglamentarias, sin perjuicio de la prohibición de circular durante la noche. La adhesión a la Ley 24.449 hace totalmente innecesaria la redacción de cualquier otro texto que permita una confusión y sólo resulta imprescindible su inmediata aplicación en las rutas provinciales por las autoridades correspondientes. De este modo se concretará la prevención tantas veces declamada sobre la seguridad vial.
Miguel Ignacio Alurralde
agrimenco@tucbbs.com.ar
GELSI
Comparto los términos de la carta de Carlos Martínez Aragón (9/06), no sólo por su respuesta a la de Mario Alberto Ricci (3/06), sino también por la justa valoración que hace del gobierno de Celestino Gelsi. Martínez Aragón fue uno de los tantos -todos- colaboradores capaces y honestos que tuvo Gelsi en su gestión. En mi caso pude observar muy de cerca (como ciudadano y como periodista del diario "Noticias") la incansable tarea de Gelsi y de su equipo. Además de eso, Gelsi fue un político leal a sus convicciones federalistas. A tal punto que no tuvo empacho en enfrentar al ministro de Economía de Frondizi, Alvaro Alsogaray, para poder llevar adelante su obra cumbre: el dique El Cadillal. El funcionario nacional pretendía oponerse a la operación financiera que posibilitó concretar el emprendimiento. No es justo involucrar al gobierno de Gelsi en la nefasta lista de los que cometieron actos de corrupción en Tucumán. Esta arbitraria afirmación de Ricci confunde y engaña a las nuevas generaciones. Y los mayores tenemos la obligación de ser precisos para que los jóvenes vuelvan su mirada a nuestra historia y tomen a Gelsi como ejemplo de político y de gobernante honesto.
Manuel F. Gallo
leonardogallo@hotmail.com
INOPERANCIA
Si los tucumanos creen que La Guerra de las Galaxias III es la mejor versión sobre ciencia ficción, están en un error. Para conocer la mejor representación de este tipo deben concurrir a la Anses de Tucumán. En enero de 2005 inicié los trámites para ser apoderada de mi madre en el cobro de dos beneficios. Con paciencia cumplí con todo, inclusive con el pago de taxis, etcétera, para trasladar a los policías de Yerba Buena a mi domicilio. Recientemente el Banco del Tucumán me informó que no me pagarían más, porque en uno de los poderes no se me había dado el alta. Recurrí a la Anses y allí se me informó que debía ir a hablar con el "señor Mariano", que nunca me atendió. Volví a esa repartición y se me informó que todo se debió a una falla del sistema. Iniciada en la ciencia, expliqué que a las computadoras las cargan los humanos hasta ahora, ¿o no? Ante mi inquietud de que esto se repitiera, se me contestó que no se podía prever y que fue una cuestión de "mala suerte"; que debía hacer todo el trámite de nuevo. He observado a personas que lloran por el mal trato y la ineficacia en la información. Reconozco que conté con la ayuda de dos personas que me orientaron; pero por la naturaleza de la Anses, esto no debe ser la excepción sino lo normal ante personas, por lo general, desvalidas y vulnerables ante la ignorancia de sus legítimos derechos.
Judith Casali de Babot
babotcasali@ciudad.com.ar