El renacimiento que tuvo la actividad agrícola a partir de la devaluación monetaria de 2002 generó en varias zonas del país un fenómeno similar: la compra masiva de campos para cultivar. Esto pasó en el departamento salteño de Metán, donde ya no hay superficie para los cultivos que son aptos para esta zona: poroto, soja, maíz y sorgo. Otras plantaciones son difíciles de realizar por la falta de riego y la escasez de lluvias. No obstante, existe una pequeña horticultura y algunos productores tucumanos están probando con el citrus, aunque más con naranjas que con limones, según comentó a LA GACETA el titular de la agencia del INTA de Metán, Alejandro Sentana.
Como consecuencia de ello, ha comenzado a desarrollarse con fuerza la ganadería, apoyada, además, en nuevas tecnologías de desmonte y de pasturas.
Tecnologías
"La ganadería se está desarrollando en una zona llamada Chaco semiárido o Chaco seco, en la cual es muy difícil la producción agrícola", señaló Sentana. Añadió que ese crecimiento está basado en dos aspectos tecnológicos nuevos. Por un lado, la introducción de pasturas tropicales, como el gatton panic y el buffer grass, que son gramíneas perennes, y que duran entre 10 y 15 años. Por otro lado se habilitaron tierras en las que solamente se desmonta el sotobosque (arbustos y malezas) y se dejan los árboles altos. Estos permiten que el agua de lluvia no se escurra tan rápidamente y, a la vez, con su copa, hacen de paraguas para que no se evapore. Por lo tanto, el suelo retiene más humedad, según explicó el titular del INTA metanense. Agregó que ya hay unas 150.000 hectáreas con estas tecnologías.
"Todavía no se puede hablar de un gran desarrollo de la ganadería en Metán; más bien se está construyendo el escenario para lo que va a venir. Pero se estima que dentro de cinco años, en toda la provincia se duplicará el número de cabezas de ganado vacuno -actualmente hay unas 400.000- y Metán haría un importante aporte a esa cifra.
Inversionistas de la zona
Consultado sobre la posibilidad de establecer canales de riego, Sentana indicó que es muy difícil hacerlo. "Las lluvias son escasas y los ríos de la zona tienen un caudal muy bajo e insuficiente para hacer un dique.
El profesional también comentó que la mayoría de los productores de la zona es de Metán y de Rosario de la Frontera (donde también se acabó la superficie de tierras para la agricultura). "En menor medida se ven inversionistas de otros lados, particularmente de Tucumán, de Córdoba y de Jujuy", añadió. Sentana dijo que Metán tiene una tradición de grandes productores, aunque todavía existen pequeños fundos. Con ellos trabaja el INTA a través de sus programas Profam (Programa para Productores Familiares), destinado a productores que, además de autoabastecerse, cuentan con un excedente para vender; Cambio Rural, Pro Huerta y el Precop (Proyecto Nacional de Eficiencia de Cosecha y Poscosecha de Granos).
Muestra en el este
La agencia de Metán, que extiende sus actividades a los departamentos de Rosario de la Frontera y de La Candelaria, está trabajando para una exposición agroindustrial que se realizará en la localidad de Joaquín V. González, entre el 8 y el 10 de julio. Se denominará "Expo Salta, un aporte a la sustentabilidad 2005" y muchas empresas ya confirmaron su presencia, dijo Sentana.
El boom del campo benefició a los talleres mecánicos
Gomerías, casas de repuestos y talleres mecánicos demarcan, a los costados de la ruta, el ingreso a la ciudad de San José de Metán, cabecera del departamento Metán.
Estos establecimientos tienen una actividad en pleno crecimiento debido a que el alto costo de la maquinaria agrícola -en particular de sus repuestos ya que son importados- lleva a que los productores opten por reparar sus cosechadoras o sembradores y hasta por encargar la adaptación de algunos repuestos nacionales a los originales.
"Con la diferencia entre el peso y el dólar, a la gente le conviene hacer arreglar sus máquinas, así que se espera que la actividad de los talleres y de la venta de repuestos aumente en los próximos meses", afirmó Domingo Rivara, dueño de una casa que vende repuestos de automotores.
Asimismo, dado que Metán es una ciudad de paso obligado para el transporte, estos negocios trabajan mucho con los camiones que circulan hacia el norte y hacia el sur del país.
Si bien la actividad no implica una gran demanda de mano de obra, consigue generar algunos puestos de empleo o bien, algún movimiento económico indirecto ante la presencia de los camioneros que pasan por allí.
Rivara admitió que los que más trabajan, por ahora, son los talleres mecánicos pero vaticinó que también va a mejorar la venta de repuestos.
Producción de lácteos artesanales
A un costado de la ruta, unos kilómetros antes de llegar a Metán, se encuentra una empresa láctea -que forma parte de un grupo ganadero e industrial más amplio-, donde se procesan 7.300 litros de leche por día. La producción se hace en el tambo ubicado en Rosario de la Frontera, pero la fábrica de los productos lácteos está en Metán. Según la encargada del lugar, Selva Padilla, se optó por artículos artesanales, destinados a un público de turistas. Se elaboran quesos standards y criollos (naturales o con ají y orégano), quesillos, dulce de leche repostero y familiar. "El 65% de la producción es para consumo regional y el resto va a Salta capital y a San Salvador de Jujuy. En ambas ciudades se provee, como mayoristas, a heladerías, fábricas de alfajores, restaurantes y al aeropuerto. Los productos no aparecen en las góndolas de los supermercados", señaló. También hizo hincapié en que los productos son artesanales y sanos, sin aditivos ni conservantes, lo que hace que su consumo tenga un plazo de vencimiento relativamente corto.
El 90% de las ventas se hace con tarjetas de crédito
El desarrollo del comercio en Metán se hizo al ritmo del crecimiento de la población y no gracias a un despegue económico, manifestó el presidente de la Cámara de Comercio de la ciudad, Samuel Esquinazi.
"La población ha crecido mucho en los últimos 10 o 15 años -33.000 personas en todo el departamento- y eso es lo que ha aumentado el consumo y ha permitido que surjan nuevos negocios", aclaró el dirigente empresarial. No obstante, Esquinazi lamenta los cambios que se produjeron en el campo. "Ahora todos son grandes productores, y no compran acá, mientras que antes había muchos minifundistas que, al vender parte de lo que producían, también podían consumir y eso movilizaba bastante la actividad comercial", expresó. Agregó que actualmente el sector se sostiene gracias a los empleados públicos y al fenómeno de las tarjetas regionales. "El 90% de las compras se realiza con tarjeta de crédito; esto también nos ha ayudado mucho a mantener un ritmo razonable de ventas", comentó Esquinazi. "La morosidad es mínima y nosotros tenemos el pago asegurado", aseveró.
El valor de la palabra
A pesar de la modernización, en Metán todavía se conserva el valor de la palabra; sobre todo, entre la gente que se conoce desde hace muchos años. Mientras hablaba con LA GACETA, Esquinazi recibió un llamado telefónico y luego le dijo a su mujer -que atiende en el mostrador-: "dice el doctor que le guardés la camisa verde y le busqués una corbata al tono. El va a pasar a buscarla después". Luego comentó: "estas cosas no son con cualquier cliente sino con los que uno conoce bien y les puede fiar porque sabe que van a pagar aunque no firmen papeles ni presenten tarjetas de crédito", subrayó.
Contra el contrabando
El comercio en Metán está diversificado en todos los rubros e incluso cuenta con un shopping. Sin embargo, la mayoría de los negocios están dedicados a la venta de ropa. Los comerciantes metanenses, al igual que los tucumanos, también luchan contra el contrabando de quienes traen mercaderías de Bolivia. "Sufrimos esa competencia desleal, porque además, nosotros ofrecemos calidad y ellos no", afirmó.