

La Tierra experimenta un momento de transformación monumental que científicos observan por primera vez: la ruptura activa de una placa tectónica. Este suceso, registrado bajo el fondo oceánico frente a la costa canadiense, proporciona una evidencia de cómo se fragmentan las complejas zonas de subducción planetarias. El descubrimiento es crucial porque permite vislumbrar el proceso geológico que marca el inicio del fin de un área donde una placa típicamente se hunde bajo otra, generando grandes eventos sísmicos y actividad volcánica.
El fenómeno se observó específicamente frente a la isla de Vancouver, dentro de la región geológica conocida como Cascadia. En esta área, las placas de Juan de Fuca y Explorer se están separando lentamente, hundiéndose bajo la inmensa placa norteamericana. El hallazgo fue publicado en la revista Science Advances.
¿Cuál fue el método que usaron para estudiar la rotura de la placa tectónica?
El equipo de investigación empleó tecnología de avanzada para mapear el proceso detallado de esta división oceánica. Se utilizó el método de reflexión sísmica, el cual funciona de manera semejante a una ecografía o ultrasonido terrestre. Ondas sonoras penetraron el subsuelo desde el barco Marcus G. Langseth y retornaron, permitiendo obtener una imagen clara de las capas internas.
Los ecos de estas ondas fueron captados por un cable de escucha submarino que midió 15 kilómetros de extensión. Las imágenes revelaron la existencia de fallas y grietas extensas que miden decenas de kilómetros bajo el lecho marino. Estos defectos complejos indican que la fragmentación de las placas comenzó hace aproximadamente unos 4 millones de años.
¿Qué significa el evento? y ¿Qué implicará en el futuro geológicamente?
La observación confirma que la zona de subducción de Cascadia atraviesa un proceso de ruptura que avanza de forma gradual y progresiva. Con cada desprendimiento en la corteza, la superficie terrestre se remodela creando aperturas donde emergen nuevos bordes. Por medio de estas aberturas, material caliente proveniente del manto puede ascender y alimentar la actividad volcánica circundante. El geólogo Brandon Shuck, autor principal del estudio, explicó que esto coincide perfectamente con lo que observan en el registro geológico, donde las rocas volcánicas muestran edades variables.
Este descubrimiento es fundamental para aumentar el conocimiento científico disponible sobre la dinámica de las placas tectónicas. Si bien la observación no altera significativamente el riesgo actual, entender estas estructuras perfeccionará los modelos de predicción sísmica y de tsunamis. Es esencial comprender en detalle cómo se separan estas placas para anticipar los impactos de estas fuerzas colosales y la dinámica futura del planeta. Cascadia permanece como una de las áreas más sensibles del globo a fuertes terremotos y olas gigantes, lo cual subraya la importancia de este estudio.
El proceso de ruptura progresiva es como una grieta en un espejo gigante que tarda milenios en completarse; cada pequeña fisura revela información crucial sobre la estructura subyacente y altera la forma en que interactúan las piezas a su alrededor.








