
Los créditos hipotecarios se ajustan por inflación, por esto es importante analizar bien antes de tomarlos.

El sistema de créditos hipotecarios UVA volvió a ganar protagonismo en Argentina. En el último año financiero -entre el 28 de octubre de 2024 y el 27 de octubre de 2025- el volumen total otorgado por el sistema bancario se multiplicó por casi cinco, al pasar de $1.170.208 millones a $5.766.908 millones. Este salto no solo refleja el impacto de la inflación sobre la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), sino también una expansión real de la demanda y la oferta de financiamiento para vivienda.
Durante ese período, el valor de la UVA avanzó de $1.223,36 a $1.625,42, acompañando el ritmo de los precios. Sin embargo, al ajustar el stock nominal por el valor de la UVA -es decir, midiendo la evolución en términos reales- se observa un crecimiento contundente: los créditos pasaron de 956,92 millones a 3.548,63 millones de UVA. El dato confirma una recuperación sostenida del crédito hipotecario, incluso descontando la inflación, advierte un informe de Infobae.
En ese contexto, el mercado vivió en octubre un hecho relevante: BBVA Argentina redujo sus tasas nominales anuales del 10,5% al 7,5% para clientes que perciben haberes en la entidad. La medida, anunciada por el analista Andrés Salinas, marcó el primer movimiento de baja en el sistema financiero y encendió expectativas de que otros bancos sigan el mismo camino.
Aun así, especialistas advierten que las tasas continúan siendo altas en relación con los ingresos promedio de la población. En el resto de las entidades, los costos se mantienen entre el 8% y el 12,5% anual, con plazos de amortización que oscilan entre 20 y 30 años. La mayoría de los bancos financia hasta el 75% del valor del inmueble, aunque algunos varían ligeramente ese porcentaje según su política interna.
El acceso sigue condicionado por los ingresos mínimos exigidos: la cuota no puede superar entre el 25% y el 35% del salario mensual del solicitante. Además, los seguros, las penalizaciones por cancelación anticipada y la posibilidad de sumar ingresos con otros titulares son factores que inciden en la elección del banco y en la viabilidad del préstamo.
Entre las novedades del año, ICBC Argentina lanzó una línea conjunta con la desarrolladora IRSA para financiar viviendas “desde pozo”, orientada a compradores primerizos y proyectos en etapa de construcción. Esta modalidad busca dinamizar la inversión temprana y ampliar el acceso al crédito ajustado por UVA.
El seguimiento diario del stock -que excluye fines de semana y feriados, según los reportes bancarios- permitió constatar una tendencia ascendente sin retrocesos mensuales. El aumento fue sostenido y se aceleró hacia el cierre del período, impulsado por una combinación de inflación, reactivación económica y mayor disposición del sistema financiero a otorgar préstamos.
En el análisis nominal, el crecimiento puede parecer puramente inflacionario; sin embargo, medido en UVAs, el incremento real confirma un fenómeno estructural de expansión del crédito. Este indicador resulta clave para evaluar la sostenibilidad del mercado y orientar políticas públicas de vivienda y financiamiento.
Con la señal del BBVA, los analistas prevén que otros bancos ajusten sus condiciones en los próximos meses. El mercado hipotecario UVA, tras años de estancamiento, vuelve a mostrar signos de reactivación. Si la tendencia a la baja de tasas se consolida, podría abrir una nueva etapa para el acceso a la vivienda propia en la Argentina.







