

Lo que comenzó como una jornada de curiosidad y aprendizaje en el Instituto Comercial Rancagua terminó en caos el jueves 9 de octubre de 2025, cuando una explosión durante una feria de ciencias dejó 17 personas heridas. Entre las víctimas se encuentran una niña de 10 años y una docente de 45 años. La más chica, Catalina, era la más grave y seguía internada en el hospital Garrahan en estado crítico.
Desde la dirección médica del Hospital Garrahan informaron que la niña fue sometida a una "nueva cirugía multidisciplinaria" este domingo y agregaron que "continúa internada en la unidad de cuidados intensivos, su estado es crítico, requiriendo soporte vital avanzado". El pronóstico es reservado.
En cuanto a la profesora que había sido trasladada al Hospital San Felipe de San Nicolás por la gravedad de su cuadro, fue derivada a Pergamino y, a pesar de haber tenido comprometido un ojo, no lo perdió; además requirió una operación en la cara y otra intervención quirúrgica en la mano. Se encuentra fuera de peligro, según indicaron fuentes consultadas por Clarín,.
Hasta el momento no hay imputados por el hecho.
El accidente se produjo cuando un grupo de alumnos presentó un experimento que simulaba la erupción de un volcán. La maqueta consistía en una estructura de barro seco con dos tubos metálicos que contenían una mezcla de azufre picado, carbón y una “sal especial”, probablemente salitre, componentes clásicos de la pólvora negra.
Al encenderse, la mezcla provocó una explosión que lanzó fragmentos y esquirlas hacia el público, provocando pánico entre estudiantes, docentes y familiares.
Una explosión causó terror en una escuela de Pergamino
Catalina estaba en la primera fila y sufrió quemaduras en la cara y una lesión penetrante en el cráneo debido al impacto de una esquirla metálica. La docente de 45 años resultó herida en la cara y una mano durante la explosión. Además, otras 15 personas, entre alumnos y adultos, sufrieron contusiones y quemaduras leves; todos ellos ya recibieron el alta.
El fiscal Fernando Pertierra, de la Unidad Funcional y Juicio N° 1, inició una investigación para determinar las causas de la explosión y si hubo negligencia en la preparación del experimento. Se realizan peritajes y entrevistas a la directora del instituto, al profesor de Química responsable del proyecto y a la representante legal del colegio, para esclarecer si se cumplieron los protocolos de seguridad necesarios en un evento que involucraba sustancias químicas con riesgo de explosión.
La comunidad de Pergamino y Rancagua se pronunció en apoyo a las víctimas, organizando cadenas de oración por la recuperación de Catalina y del resto de los heridos.







