El MP3 es uno de los programas más difundidos de la red. Sin embargo, no fue creado por ninguna megacompañía de internet ni por un hacker en el garaje de su casa (que suelen ser los modos como se inventó la mayoría de las cosas en la Web), sino por un grupo de expertos llamado Moving Pictures Experts Groups o MPEG (se pronuncia "M-Peg"), que trabaja desarrollando estándares para codificar audio y video.
"MP3" es el nombre técnico del formato, bautizado así por sus creadores, y quiere decir "M-PEG 2 Layer 3". Si bien se trata del método de compresión de información más popular (de hecho es más popular el nombre del formato que el de sus creadores), no es el único creado por este grupo. La gente del MPEG crea métodos de codificación para luego ponerlos en el dominio público sin fines de lucro. Es decir, no cobran un centavo por sus inventos aunque sean revolucionarios y los utilicen millones de personas, como es el caso del MP3. Si cuando desarrolló el MP3, la gente del MPEG imaginó o no que estaba escribiendo la historia de la música en internet, es algo sobre lo que no vale la pena ahondar demasiado. Lo seguro es que el grupo de expertos tiene bien claro que el éxito del formato está basado sobre tres pilares. Un informe difundido por el sitio Terra (www.terra.com.ar) destaca las virtudes y los secretos de este particular formato.
El MP3 es un formato de compresión de audio que logra reducir hasta 12 veces el tamaño de una canción. Un tema de cinco minutos sin comprimir ocupa 60 MegaBytes, un tamaño bastante molesto para cualquier disco rígido. En cambio, si se convierte esa canción en un archivo MP3 ocupará sólo cinco MegaBytes. Otro ejemplo: mientras que en un disco rígido de un GB entrarían 16 canciones sin comprimir, en la misma cantidad de espacio caben 200 archivos MP3.
Un método de compresión no es otra cosa que un algoritmo (una serie de ecuaciones matemáticas) capaz de simplificar la información. Pero compresión indica, inevitablemente, una pérdida de calidad. Pues bien, el MP3 logra un equilibrio casi perfecto: logra reducir el tamaño de una canción con una mínima pérdida de calidad sonora. Este es el segundo pilar del formato. La tercera clave fundamental para entender el éxito y la aceptación mundial del MP3 es su facilidad de distribución. Gracias a Internet se puede enviar o recibir un archivo de este tipo sin demasiado esfuerzo. Una canción de tres minutos (con un tamaño promedio de tres MegaBytes) se puede distribuir por internet sin mayor problema, incluso con conexiones lentas.
Ventajas y sinsabores
Ante todo, una advertencia: el MP3 no es ni legal ni ilegal; simplemente es un formato para comprimir audio. Pero (siempre hay un pero cuando la historia viene tan bien) la proliferación indiscriminada de archivos MP3 a través de internet puso a los grandes de la industria musical en pie de guerra contra el formato. ¿Por qué? La sola idea de que existan depósitos en internet donde los usuarios puedan, por ejemplo, descargar el último disco de los Rolling Stones sin pagar un centavo, se considera una clara violación al derecho de propiedad intelectual de la obra artística.
Sobre todo porque a través de internet resulta muy complicado investigar y detener a este tipo de "piratas musicales". Esto no quita que también exista una gran cantidad de MP3 legales y, además, que los usuarios tengan la posibilidad de crear su propia colección de archivos.