
El Movimiento Nacional para la Liberación realizó el domingo su acto de lanzamiento en la localidad de Los Bulacios, con la participación de más de 600 dirigentes provenientes del Este tucumano —desde Trancas hasta Simoca—, además de representantes del Oeste y la Capital.
Durante el evento tomaron la palabra Luis Arroyo, Martín Rodríguez, Enrique Romero y Héctor “Pelao” Argañaraz, quienes cuestionaron con dureza el estado actual del peronismo en la provincia. Según afirmaron, el 'pejotismo' “viene en franca descomposición”, y lo compararon con el alvearismo radical, al que calificaron como “una alianza de caudillos y partidos provinciales unidos por conveniencia, más que por un verdadero proyecto de desarrollo integral para la provincia”.
Los oradores también criticaron severamente la relación del gobernador Osvaldo Jaldo con el presidente Javier Milei, a la que describieron como una “relación carnal”, que —según expresaron— derivó en un apoyo del PJ provincial a políticas nacionales que consideran perjudiciales para el pueblo.
Entre las medidas repudiadas mencionaron el ajuste al presupuesto de salud y educación, la represión a jubilados, el saqueo de reservas de oro, la paralización de más de 2.000 obras públicas, la pérdida de empleo en el sector de la construcción, el cierre de 17.000 pymes y la salida del país de grandes empresas.
Asimismo, denunciaron que el gobierno nacional impulsa una agenda impuesta por el Fondo Monetario Internacional, que incluye una devaluación del 30%, el fin de los subsidios segmentados a los servicios básicos y el aumento de la edad jubilatoria. “Milei no solo es un cipayo con Malvinas, sino también un chupamedias de Donald Trump y un esclavo del FMI”, afirmaron.
En un tono más autocrítico hacia el peronismo tradicional, los referentes señalaron que “el tráfico de la historia se está llevando puesto a un movimiento que alguna vez asomó como posibilidad revolucionaria”, y acusaron a la dirigencia pejotista de convertirse en un “partido de funcionarios confiables para garantizar la continuidad de políticas de oprobio y marginalidad”.
En contraposición, plantearon que el objetivo del Movimiento Nacional para la Liberación es “construir el Imperio de la Esperanza” y volver a convocar a los sectores populares que se han sentido abandonados. La jornada concluyó con una la consigna: “Lucha por la idea y la conducta. El voto no se vende, se lo defiende. Y la dignidad no tiene precio.”