¿Qué pasa con la letra chica del acuerdo con el FMI?

¿Qué pasa con la letra chica del acuerdo con el FMI?

El Gobierno sólo tiene la certeza de que recibirá ayuda, pero nada se confirma sobre la política cambiaria.

9
MÁS QUE UN DETALLE. La pregunta del millón es si el FMI desembolsará dólares o DEGs. Esto será un punto clave para saber qué tan de “libre disposición” son los fondos otorgados. MÁS QUE UN DETALLE. La pregunta del millón es si el FMI desembolsará dólares o DEGs. Esto será un punto clave para saber qué tan de “libre disposición” son los fondos otorgados. FOTO TOMADA DE RIONEGRO.COM.AR

En el mercado hay una pregunta que aún no encuentra respuesta: ¿qué solicitará el FMI para desembolsar los dólares que le dará a la Argentina? La letra chica no aparece, más allá de que el organismo internacional anunció un programa de Facilidades Extendidas de 48 meses por U$S 20.000 millones, que equivale a 15.267 millones de Derechos Especiales de Giro (DEG) o 479% de la cuota del país en el organismo. El préstamo es a 10 años, con cuatro años y medio de gracia. Esto será tratado este viernes por el Board del Fondo. Se estima que el primer desembolso será de U$S 8.000 millones, aunque hay algunos analistas que advierten que ese monto puede ser mayor, de al menos U$S 12.000 millones.  

Los derechos especiales de giro (DEG) son un activo de reserva internacional. No son una moneda, pero su valor se basa en una cesta de cinco monedas: el dólar estadounidense, el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina. Pueden ser parte de las reservas o vender sus asignaciones a otros países miembros a través de acuerdos voluntarios o un plan obligatorio para naciones con posiciones sólidas y que actúen como garantes en el mercado.

La pregunta del millón es si el FMI desembolsará dólares o DEGs. Esto será un punto clave para saber qué tan de “libre disposición” son los fondos otorgados, lo que tendrá consecuencias directas sobre el poder de fuego del Banco Central (BCRA), advierte un reporte de Portfolio Personal Inversiones (PPI). Estimamos que las reservas líquidas se encuentran en U$S 7.480 millones al 4 de este mes. En este punto, se destaca que el FMI tuvo diferentes posturas en los últimos dos programas de Argentina. En el caso del Stand By firmado en la gestión de Mauricio Macri en 2018, el 92% de los desembolsos fueron en dólares y el 8% restante en DEGs. En cambio, el Extended Fund Facilities (Programa de Facilidades Extendidas) firmado en la administración de Alberto Fernández en 2022 fue totalmente desembolsado en DEGs.

Las dudas son las mismas de siempre: ¿qué demandará el FMI respecto del esquema cambiario? En el comunicado emitido ayer, sólo destacó que el nuevo acuerdo apoyará la siguiente fase del programa de estabilización y la agenda de reformas, que afianzará la estabilidad macro, fortalecerá el sector externo y propulsará un crecimiento económico más sostenible.

De una u otra forma, el desembolso inicial tiene un destino más que claro: fortalecer el poder de fuego del Banco Central brindándole más disponibilidad de dólares a las reservas internacionales.

Los analistas del mercado creen que el organismo se inclinará por pedirle al país un cambio en el esquema cambiario, es decir, pasar de una devaluación administrada del 1% mensual (“crawling peg”) a una con banda de flotación con intervenciones del Central. Para eso es fundamental recomponer las reservas y que no se dispare la demanda de divisas, de tal manera que el desembolso del organismo no se esfume en el corto plazo.

Ante los trascendidos periodísticos acerca de posibles modificaciones al esquema cambiario en el marco del nuevo acuerdo con el FMI, el mercado sigue optando por tomar cobertura cambiaria contra el dólar oficial, indica PPI. La curva de futuros de dólar extendió ayer su alza. El contrato de abril subió 0,1% a $ 1.124, el de mayo 0,4% a $ 1.177, el de junio 1,2% a $ 1.227 y el de julio 1,2% a $ 1.260. En tanto, las posiciones de agosto a noviembre escalaron entre 1,1% y 1,3%, a la par que las de diciembre en adelante treparon entre 1% y 1,2%.

El presidente Javier Milei había señalado, en reiteradas oportunidades, que las restricciones cambiarias o cepo desaparecerán antes de fin de año.  En el camino, los agentes económicos aguardan que haya una mayor flexibilidad para acceder al dólar. Es el caso de los importadores que, en la actualidad, deben aguardar 30 días para recibirlos o los que usan el sistema conocido como Contado con Liquidación, que esperan 90 días para operar en el mercado oficial. Pocos creen que el dólar “blend” seguirá en pie.

Para que el nuevo programa tenga impacto, debe frenar de forma contundente la pérdida de reservas del BCRA -el riesgo es que el ajuste cambiario por parte del gobierno no sea suficiente-, advierte Adcap Grupo Financiero. Si el programa arrancara con una nueva política monetario-cambiaria, funcional a un objetivo ambicioso de recuperación de reservas, una capitalización mayor del Banco Central sería necesaria,, sostiene por su parte Jorge Vasconcelos, economista del Ieral y, sobre todo, habría que confiar en una salida de la situación actual en la que ni el dólar ni la inflación se escapen de parámetros lógicos, y que las expectativas se ordenen a partir de allí, de modo que no sea necesario subir demasiado las tasas de interés para tal objetivo, acota el experto.

En caso de que se avance hacia una flotación “administrada”, luego de un salto inicial, es posible que se encuentre un tipo de cambio que se perciba como de equilibrio, sin necesidad de una gran devaluación. Es relevante en ese sentido la magnitud de la brecha cambiaria entre el libre y el oficial, puntualiza Vasconcelos.

Comentarios