Por Joel Katz
07 Abril 2025
Cerca de las 22, “La Caldera del Parque” se quedó en silencio. Instantes antes, Justo Ferrario, wing de Peñarol, capturó la pelota luego de que el equipo uruguayo “cacheteara” un line de Tarucas muy cerca del ingoal, y pateó la pelota directamente afuera. El despejo se festejó como un gol, y no fue para menos: confirmó el triunfo del conjunto uruguayo por 21-16, por la séptima fecha del Súper Rugby Américas.
En los rostros de los jugadores de la franquicia del NOA, por lo menos durante unos minutos, lo que se reflejó sin disimulo fue una sensación clara de bronca. Lógico: el equipo de Álvaro Galindo tuvo el triunfo al alcance de la mano, pero se le terminó escapando.
La noche en cancha de Lawn_Tennis tuvo momentos bastante variados. Por momentos, el equipo uruguayo parecía una tromba incontenible. Por otros, era Tarucas el que parecía imponer la “fuerza del norte”. Ninguno fue dominador claro. Ninguno fue arrasador, al menos en todo momento. Y en eso se resume el marcador.
De hecho, la primera secuencia de partido, con dos recuperaciones seguidas de Tarucas en el contacto, ya anticipaba lo que vendría. Aunque no necesariamente la tónica del partido durante un rato del primer tiempo. Y es que, tras una buena primera jugada donde quedó cerca del try, y donde se puso en ventaja con un penal de Nicolás Roger, la historia se hizo cuesta arriba para Tarucas. Con mucha dinámica en sus ataques, y con una fortaleza física importante, Peñarol empezó a generar espacios por afuera, y a ganar en el contacto. Y 10 minutos de clara superioridad le bastaron para llegar dos veces al try. Primero, con un gran movimiento del apertura Felipe Etcheverry, que amagó, rompió por el centro y apoyó bajo los palos; y luego, con una larga secuencia de pick and go, que terminó con el tercera línea Santiago Civetta apoyando sobre el costado derecho del ataque.
En los minutos finales de la primera mitad, hubo reacción de Tarucas, que muchas veces se mostró algo apurado en el juego. Con un penal de Roger, se puso 6-14, y unos minutos después, tras robar un line en ataque, Bautista Estofán quedó muy cerca de apoyar, pero no llegó. Y con un penal desviado de Roger, la primera final se cerró con la diferencia de ocho puntos.
Otra historia para Tarucas
La historia fue diferente en el segundo tiempo. Esta vez, Tarucas dominó durante un rato, y a los cuatro minutos, una gran sucesión de pases terminó con try de Simón Benítez Cruz. Con la conversión de Roger, el marcador estaba 14-13 para Peñarol.
Con más claridad y fluidez en el juego, pero equivocando a veces los caminos, Tarucas fue y fue. Peñarol, menos sólido que en la primera mitad, igualmente se las arregló para complicar, aprovechando algunos penales concedidos por el equipo tucumano. Y tras un rato con el marcador inamovible, a falta de poco más de 10 minutos para el final, Bautista Vidal apoyó bajo los palos para llevarle tranquilidad a los visitantes.
Tranquilidad que, igualmente, no duró tanto. A falta de seis minutos, Roger acertó un penal, y Tarucas atacó en los minutos finales. Pero así como arrasó toda la noche en el scrum, falló, y mucho, en el line. Y fue así, justamente, con un line mal ejecutado, que anticipó Peñarol, que se escapó la posibilidad de un triunfo.
El trago amargo será difícil de pasar, pero Tarucas ya demostró que está a la altura de cualquier rival. El desafío, ahora, es, como lo hizo en Córdoba ante Dogos, dar ese último paso que le permita sumar triunfos, y soñar, por qué no, con pelear el torneo.
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