

Atlético Tucumán afrontará mañana un partido clave frente a Instituto de Córdoba, desde las 21.30, en el estadio Monumental José Fierro. Entre los hinchas, se respira un clima bastante particular, que tiene que ver con el momento que atraviesa la institución: la ilusión generada por la reciente clasificación en la Copa Argentina se mezcla con la tensión por la difícil situación en el Torneo Apertura.
El equipo de Lucas Pusineri necesita imperiosamente un triunfo para no despedirse anticipadamente de la lucha por entrar en el grupo de los ocho primeros, lo que sería un golpe duro teniendo en cuenta el tiempo que falta para el inicio del segundo semestre. La derrota no es una opción, especialmente cuando se juega en casa, y mucho menos después de cinco caídas consecutivas en la liga.
El rival no será una visita sencilla. La “Gloria” llega bien posicionada, con intenciones claras de afianzarse en los puestos de clasificación y sabiendo que un buen resultado en Tucumán puede marcar un punto de inflexión para su propio camino. No se trata de un equipo brillante, pero sí ordenado, sólido y capaz de sacar ventaja cuando el rival deja espacios. Por eso, Atlético deberá estar concentrado al máximo, minimizar errores y mostrando una actitud decidida.
La gran incógnita es cómo responderá el equipo a esta encrucijada. La victoria copera del miércoles fue un alivio emocional, pero aún queda el sabor amargo que dejó el último mes en el torneo local. La hinchada, aunque siempre fiel, ya manifestó su frustración con algunos rendimientos y espera que el triunfo reciente no sea una excepción, sino el inicio de una recuperación real. Los silbidos y abucheos recibidos en las últimas presentaciones son un claro ejemplo de que la paciencia parece haber llegado a su límite.
Pusineri, en la previa, quiso transmitir serenidad y también realismo. En sus palabras, reflejó lo cambiante del fútbol argentino y cómo cualquier equipo puede dar una sorpresa si se lo propone. “Lo primero que se me viene a la cabeza es que Talleres, que venía de hacer un buen papel en Asunción con River, después cayó ante Deportivo Armenio”, ejemplificó. Está claro que ningún partido puede tomarse a la ligera y que la clave pasa por no desaprovechar los pequeños detalles. “Hoy el fútbol está tan parejo que, si no los aprovechás, el rival puede ganar sin merecerlo demasiado”, añadió, haciendo alusión a falta de efectividad que tiene su equipo y lo endeble que se mostró en el fondo durante 2025. También reconoció el sufrimiento de los últimos tiempos: “Los hinchas y nuestras familias venían pasándola mal por los malos resultados. Pero tenemos la ilusión de que esto empiece a mejorar”, aseguró el DT, que espera que el triunfo ante All Boys sea un especie de piedra basal para su equipo.
"Vamos a tener que trabajarlo desde el primer minuto", dijo Ferrari
En la misma línea se expresó Gianluca Ferrari, defensor titular del “Decano”, que remarcó la importancia de salir a jugar con máxima intensidad. “Va a ser un partido muy luchado, como todos en el fútbol argentino. Vamos a tener que trabajarlo desde el primer minuto”, afirmó. Y añadió una reflexión que marca el momento del equipo: “No nos está sobrando nada, no podemos regalarle nada a nadie. Hay que hacer todo lo posible para quedarnos con los tres puntos en casa”.
Ferrari también valoró lo conseguido en la Copa, pero con los pies en la tierra. “Sirve para que esta semana hayamos trabajado con otra mentalidad, pero no podemos olvidarnos que contra Instituto necesitamos ganar. Apuntamos con todo a eso”, agregó el central.
Otro de los referentes del vestuario, Damián Martínez, fue aún más tajante. “Se hablaron muchas cosas, pero lo que puedo decir es que el grupo está unido y comprometido. Sabemos bien cuál es la situación. Frente a Instituto tenemos que ganar”, resumió, con tono de urgencia.
El choque de esta noche será, sin dudas, una prueba de fuego. No sólo por lo que está en juego en la tabla, sino también por lo que representa en términos de confianza y de proyecto. Si Atlético quiere seguir soñando con meterse en la pelea, debe demostrar que ha aprendido de sus errores recientes y que tiene la fortaleza para levantarse. Ya no alcanza con tener pasajes de buen fútbol; ahora hace falta ganar, convencer y recuperar la mística que lo llevó a ser competitivo en temporadas anteriores.
Los hinchas esperan respuestas en el campo. Aplaudió el pase copero con entusiasmo, pero también exige actitud y compromiso en cada jornada. Saben que el equipo tiene potencial, pero el margen de error es mínimo. La consigna es clara y seguramente será entonada desde el minuto uno: “esta noche, cueste lo que cueste, Atlético necesita ganar”.