En un partido que dejó más preocupaciones que certezas para Marcelo Gallardo, la figura fue sin duda Franco Armani, quien sostuvo al equipo con intervenciones claves, especialmente en la recta final del encuentro. El arquero no se mostró conforme tras el pitido final y, con autocrítica, asumió responsabilidades por el pobre desempeño colectivo.
Las emociones se concentraron en la primera mitad. Miguel Borja abrió el marcador para los de Marcelo Gallardo, rompiendo así una mala racha personal que lo tenía en el centro de las críticas. El delantero colombiano no marcaba desde la victoria ante San Martín de San Juan en la séptima fecha, y antes de eso, había sido el autor del tanto que definió el triunfo ajustado ante Lanús en el Monumental. Con el de anoche, suma tres goles en lo que va del año, aunque este fue el primero que logró jugando como titular. En total, Borja acumula 57 goles en 125 partidos con la camiseta de River, números que respaldan su presencia aunque aún divide opiniones entre los hinchas.
La alegría “Millonaria” duró poco. Minutos después del tanto de Borja, Juan Manuel Insaurralde aprovechó una jugada fortuita en el área rival para decretar el empate, que acabaría siendo definitivo. En el segundo tiempo, el técnico optó por sustituir al colombiano para darle ingreso a Sebastián Driussi, pero el cambio no logró modificar el curso del encuentro. River mostró una versión muy deslucida ante un rival de menor jerarquía y terminó más cerca de la derrota que de los tres puntos.
El conjunto de Junín creció con el paso de los minutos y por momentos acorraló al visitante. Armani, con varias intervenciones de mérito, evitó lo que hubiese sido una caída dura en un momento delicado. La más destacada fue un mano a mano ante Pablo Magnin a cinco minutos del cierre, que evitó lo que parecía un gol cantado. Pese a estar en zona de clasificación, River no convence y aún está lejos de alcanzar un nivel de juego acorde a su historia y aspiraciones. Es cierto que el debut en Copa Libertadores dejó un triunfo valioso ante Universitario, pero el rendimiento sigue dejando muchas dudas.
En el arranque del segundo tiempo, el equipo bajó notablemente la intensidad, lo que permitió a Sarmiento ganar terreno. Lucas Acosta, arquero del local, se vio exigido en la primera mitad, pero luego River perdió profundidad y claridad. “Vamos, vamos, que estamos mejor”, arengó Insaurralde a sus compañeros al descanso, mostrando el ánimo de un equipo que nunca se sintió inferior.
Las declaraciones postpartido también reflejaron el momento. “Nos costó más que nada en el juego, sabíamos que iba a ser difícil”, declaró Armani, para nada contento por haber sido elegido como figura. Y añadió: “Tenemos que prepararnos para el partido del martes por Libertadores. Hay que mejorar la definición y concretar lo que generamos”, finalizó.