
Martita Fort, la hija de Ricardo Fort, tiene 21 años, vive en un departamento de Belgrano junto a su hermano y se dedica al mundo de los eventos y la moda. Pese a que nadie había notado nada llamativo en sus movimientos, Marta tiene hemiparesia, una enfermedad que afecta a su cuerpo y que no tiene cura, pero sí tratamiento.
Esta semana, en el podcast de Angie Landaburu, Martita contó un poco sobre su enfermedad y cómo la vive. También hizo un posteo en su cuenta de Instagram luego de las repercusiones que tuvo la difusión de la noticia sobre su condición de salud.
“En el podcast expliqué qué era la hemiparesia, un problema que tuve en mi nacimiento pero, gracias a que llevo más de 20 años trabajando con kinesiología y otros tratamientos, logré una movilidad normal de ambos lados de mi cuerpo”, explicó en una historia de Instagram en la que compartió la noticia publicada por Infobae.
Qué es la hemiparesia que tiene Marta Fort
La hemiparesia es una afección neurológica caracterizada por la debilidad parcial o disminución de la fuerza muscular en un lado del cuerpo, explica un artículo de la Clínica Universidad de Navarra. Esta puede afectar las extremidades y presentarse a raíz de una lesión en el cerebro o la médula espinal.
Se da, por ejemplo, cuando hay un accidente cerebrovascular o cuando hay traumatismos craneoencefálicos. También puede producirse por un tumor cerebral, por infecciones como meningitis o encefalitis o por otras enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple.
Para tratar la hemiparesia se recomienda un abordaje multidisciplinar, como hizo Marta Fort. Este debe incluir rehabilitación física y terapia ocupacional. En muchos casos los pacientes con hemiparesia también pueden necesitar medicación como relajantes musculares y hasta cirugías.
En su caso, Marta asegura que su papá se “movió como un león para encontrar a los mejores médicos” y por eso logró paliar el avance de la hemiparesia en su cuerpo. “Es un trabajo constante que no termina nunca, pero depende mucho del grado de afectación y el tiempo que pasó hasta que se comenzó el tratamiento. Es algo fuerte, sin duda. Pero también es parte de mi historia”, reflexionó Fort.