Gerardo Isas: “las calles son para transitar, no para estacionar”

Gerardo Isas: “las calles son para transitar, no para estacionar”

Se abre el debate sobre el nuevo Código de Planeamiento Urbano que elabora el municipio. “Hay que dejar de hacer edificios en Barrio Norte”, opina un urbanista.

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“¿Por qué seguimos construyendo dentro de las cuatro avenidas y sobre Mate de Luna del 1.400 al 2.200, en vez de desarrollar otros sectores postergados, como Ciudadela o Villa 9 de Julio?”, se pregunta el arquitecto, urbanista, docente e investigador Gerardo Isas, en una conversación con LA GACETA.

Las respuestas que el arquitecto tiene son múltiples. Por un lado, la existencia de un Código de Planeamiento Urbano (CPU) obsoleto, aprobado en 1998, pero en realidad pensado hace más de 30 años. Ese CPU, explica el autor de la investigación “La sociedad de la endogamia (2024)”, permite la construcción en altura sólo en Barrio Norte, Barrio Sur, microcentro y Mate de Luna, y limita la edificación de torres en el resto de la ciudad. Isas afirma que esto ocurre porque el CPU fue pensado para las constructoras y no para los vecinos.

“Por ejemplo, en avenida Alem ya no hay dónde estacionar, porque otro enorme déficit que tiene la ciudad es la falta de cocheras. Se hacen grandes edificios sin las cocheras suficientes, violando incluso el propio código, entonces se empieza a usar la vía pública como cochera y encima gratis. Las calles son para transitar, no para estacionar”, afirma el profesor de la cátedra de Legislación y Ejercicio Profesional de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (UNT).

“Ahora los desarrolladores quieren extender el permiso para construir en altura en la avenida Mate de Luna hasta avenida América”, se queja Isas. El CPU actual sólo permite hacer edificios en esa arteria hasta avenida Colón y si se llegara a producir este cambio implicaría incorporar unas 15 cuadras más de edificios en Mate de Luna hacia el oeste.

La expansión de los 30

En “La Sociedad de la endogamia” Isas hizo una evaluación minuciosa del CPU actual, de cómo fue evolucionando la ciudad desde su fundación, sobre todo a partir de la década del 30, donde el crack económico mundial produjo una fuerte migración poblacional del campo a la ciudad y San Miguel de Tucumán expandió ocho veces su urbanización en pocos años. Desde esa década también se comenzaron a construir edificios en la ciudad.

Las cuatro avenidas abarcan sólo 252 manzanas, dentro de las cuales están las 115 fundacionales, más las ocho cuadras de Mate de Luna, sobre un total de 90 km2 que tiene la capital. “La desigualdad es muy notoria. Hay una calidad de vida dentro de ese sector y otra muy diferente fuera de esa zona desarrollada”, opina Isas.

“Deberíamos hacer torres en Ciudadela, por poner un ejemplo, y dejar de construir edificios en Barrio Norte”, insiste el arquitecto, y agrega que ese cambio debe producirse desde el Estado, empezando por un nuevo CPU, adaptado al contexto actual.

Una visión metropolitana

El secretario de Obras Públicas de la capital, el arquitecto Luis Lobo Chaklián, coincide bastante con Isas, y adelantó que ya se encuentran trabajando en un nuevo CPU, junto con el Concejo Deliberante, y que debería estar listo antes de fin de año.

Desde Medellín, donde se encuentra participando de un congreso internacional sobre urbanismo junto con la intendenta Rossana Chahla y otros funcionarios, Lobo Chaklián adelantó al diario que este nuevo CPU se está realizando en base a datos reales, surgidos de distintos relevamientos y también asistidos por inteligencia artificial, no a partir de espasmos intuitivos. “Son cambios muy importantes los que hay que hacer, en temas en los que no se puede dar marcha atrás. El contexto de la ciudad cambió completamente en los últimos 30 años, y eso es lo que estamos estudiando”, indicó.

El funcionario dijo que se busca desarrollar muchos sectores postergados, descentralizar la ciudad, generar nuevas condiciones de crecimiento, y todo en el marco de una visión metropolitana. “Si no pensamos a la ciudad desde una visión metropolitana es que no estamos bien”, apuntó. “Entre el 20 y el 25% de la ciudad tiene conflictos graves. Casi la mitad de las calles no tienen nombre, o numeración o carecen de asfalto. Nos quedan 3.000 cuadras por pavimentar, además de hacerle el mantenimiento a las que ya tienen. Eso mejorará la conectividad”, informó.

En el nuevo CPU trabajan sobre la base de 20 distritos. “Hay que recuperar y afianzar la identidad de los barrios. Algunos son sólo tres manzanas y no tienen ni nombre; eso hay que cambiar. También hay muchos barrios inconexos entre sí y para eso, además de pavimento, deberíamos hacer tres o cuatro puentes que cambiarían por completo ese aislamiento, sobre todo en el sur de la capital”, adelantó.

Circulación oeste-este: está previsto abrir calle Corrientes para aliviar a San Juan

El secretario de Obras Públicas de la capital, Luis Lobo Chaklián, descartó que se piense en abrir calles como Santa Fe o Marcos Paz, porque son parte de la identidad de una ciudad que se hizo así, muy ligada al ferrocarril. En cambio, adelantó que la apertura de calle Corrientes sí debe realizarse, para descomprimir el tránsito oeste-este, que entre 24 de Septiembre y avenida Sarmiento (nueve cuadras) sólo se puede circular en ese sentido por San Juan, que está colapsada. “Si abrimos Corrientes se producirá un gran alivio en el ingreso a Barrio Norte y al centro”, dijo.

Lobo Chaklián también adelantó que al puente de avenida Sarmiento hay que hacerlo de nuevo, pensando en no menos de seis carriles, aunque no precisó una fecha para esa obra, ya que es de altísimo costo.

El secretario coincidió con Gerardo Isas en que hay un exceso de carga en el área central, pero también ponderó el vigor del microcentro tucumano, sobre todo comercial, y que ese rasgo distintivo de la ciudad debe cuidarse

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