Por Gustavo Rodríguez
01 Abril 2025
Por primera vez desde que trascendió el caso, la familia de Lucila Nieva decidió romper el silencio. Lo hicieron a través de una vocera que explicó que la prioridad es lograr la repatriación de su cuerpo y recién ahí comenzara a indagar sobre lo que sucedió con ella. “No tengan dudas de que lo haremos”, advirtieron.
La joven de 22 años partió en junio pasado a Estados Unidos a buscar suerte. En agosto se casó con Preston Sullivan, un integrante del ejército norteamericano. Se mudaron a una vivienda que está en el interior de Fort Cavazos, en la localidad de Killen, en Houston.
En las redes sociales, cada vez que podía, no ocultaba la felicidad por estar al lado de un hombre que la amaba, vivir en una casa de ensueño y tener un perro travieso como mascota. El contacto con sus familiares era permanente. No haber recibido ningún tipo de comunicación generó sorpresas desde el viernes 21. Tres días después, al no responder los mensajes y los llamados que le hacían, decidieron tratar de encontrarla geolocalizando su celular. Por ese análisis, el lunes 24 llamaron al contacto del lugar que les aparecía. Una persona lo atendió y les avisó que Lucila había fallecido.
Lo poco que se sabe del caso es que murió el mismo día 21, pero no se conocen las causas. La versión que circuló en la base, según los testimonios que recogió LA GACETA con la esposas de otros militares, es que se habría suicidado. Los allegados y parientes descartaron de plano que se haya quitado la vida. “Estaba feliz por cómo le estaba yendo y tampoco sentía nostalgia”, explicó Mariela, una de sus amigas más cercanas.
Las allegadas le explicaron que Sullivan tenía un comportamiento extraño. Cada vez que salían juntas, él las llamaba cada 10 minutos para controlarla o le hacía videollamadas para ver dónde y con quién estaba.
Sin información
Hasta el cierre de esta edición no se había informado si la pareja estaba detenida o cuál era el desarrollo de la investigación. Sí se supo que estaban interviniendo los pesquisas de la fuerza, que tienen jurisdicción en los casos que se registran dentro de una base militar. Fort Cavalzos fue escenario de varios delitos de género en los últimos tiempos que fueron cubiertos por sus superiores. Varios de los jefes militares fueron separados de la fuerza después de que se realizara una investigación. El hecho más conocido fue el femicidio de la soldado Vanessa Guillén que se conoció por medio de un documental de Netflix.
La familia de la joven decidió romper el silencio, pero sólo accedió a transmitir las novedades mediante una vocera. Debido a los crueles ataques que recibieron las redes sociales, prefirieron no brindar su identidad para quedar aún más expuestos. La mujer indicó que el Consulado Argentino en Houston, la Cancillería y la Provincia están colaborando para concretar la repatriación del cuerpo de Lucila. Destacó que por ahora no recibieron ninguna información oficial sobre cómo se produjo su muerte, pero sí manejan las versiones de que podría haberse tratado de un femicidio.
También señaló que una vez que culmine con este trámite, un pariente viajará a Estados Unidos para que se les informe todos los detalles de su deceso.
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