“Un par de cositas”, se escuchó decir a Hernán Macome, el entrenador en jefe de Tucumán Rugby. Así comenzó la charla técnica después del triunfo de su equipo por 62-14 ante Jockey Club en la primera fecha del Torneo Tucumano. Semejante marcador, con una diferencia de 48 puntos, ameritaba solo algunos ajustes. A eso se refería el coach, que ocupaba el centro de la ronda en uno de los vértices de la cancha de los “Cañeros”.
Fue una paliza la que el “verdinegro” le propinó al local en un partido que, según Macome, “fue un poco raro”. “Hubo muchos golpeados, tuvimos dos jugadores lesionados”, analizó el ex jugador. En general, los primeros 40 minutos fueron trabados y con mucho “tiempo muerto”. La guinda se trasladaba muy poco y pasó mucho, muchísimo tiempo hasta que los forwards comenzaron a traccionar. Casi hasta el final de la etapa inicial, las miradas estaban dirigidas más hacia el oeste de la cancha principal de Jockey Club que hacia el juego. Si la mente se distraía con el bonito paisaje del cerro San Javier en lugar de con lo que sucedía en la cancha, la culpa la tenían los protagonistas. También el árbitro, Patricio Padrón, detuvo el partido en varias ocasiones.
La diferencia era de apenas un punto al término del primer tiempo. Un 7-8 que luego se transformó en la goleada de la fecha. Pero hasta llegar a eso, hubo amonestaciones, tarjetas amarillas y rojas, un try de Joaquín Aguilar para Tucumán Rugby y otro de Carlos Fernández Murga para Jockey Club. También una correcta expulsión de José Manuel Jeréz, quien realizó un tackle muy alto que hizo caer de espaldas a un jugador “verdinegro”, y un penal bien ejecutado por Tomás Witte.
Durante la mayor parte del primer tiempo, ninguno de los dos equipos logró desplegar su juego. Cuando intentaban abrir la cancha, las jugadas terminaban en errores no forzados, y encima, bastante lejos del ingoal. Sin embargo, Tucumán Rugby dominó siempre, aunque sin poder reflejarlo en el tanteador.
Incluso a dos minutos del cierre de la primera mitad, el local hilvanó las conexiones justas para llegar al try. Fue lo mejor que ofreció Jockey Club y el único momento en el que logró ponerse adelante en el marcador (7-5). Parecía que los “Cañeros” estaban en condiciones de arrebatarle el protagonismo a Tucumán Rugby. Sin embargo, aunque una expulsión es un golpe para cualquier equipo, Jockey hizo poco por revertir la desventaja. Antes del descanso, Witte acertó un penal y puso nuevamente al “Verdinegro” al frente.
¿Qué podía suceder en el segundo tiempo? ¿Tucumán Rugby seguiría dominando la guinda o aquel try de Jockey funcionaría como un reactivo?
Pasó lo primero. No solo mantuvo el control, sino que se transformó en otro equipo. Primero, desde lo actitudinal; luego, en la ejecución del plan de juego. Witte distribuyó mejor la pelota y, antes de los dos minutos, Diego Poviña vulneró el ingoal local. Desde ahí, el partido se abrió completamente para el visitante, que apoyó ¡ocho tries! De cerrar el primer tiempo con una diferencia de apenas un punto, pasó a ganar el partido con 42 puntos de ventaja en el complemento.
Con las conquistas de Joaquín Aguilar, Mateo Pfister, Agustín Macome, Tobías Aguilar, Santiago Heredia y dos tries de Witte, el “Verdinegro” arrasó. “En el segundo tiempo cambiamos el chip. La idea era que nosotros pusiéramos la intensidad con un juego de pelota viva. Ahí se empezaron a abrir los espacios”, analizó Witte.
En los otros partidos de la fecha, Lawn Tennis venció 29-12 a Lince en un encuentro con muchas tarjetas y juego cortado. Universitario, en tanto, cayó en su visita a Cardenales por 27-15. Los “Purpurados” contaron con el aporte de Ignacio Cerutti, liberado este fin de semana de Tarucas. El apertura tuvo un desempeño clave en el triunfo de su equipo.