
Los expertos de la NASA lo identificaron como un "bache en el espacio" que no se presenta en ningún otro planeta. Se trata de la Anomalía del Atlántico Sur (AAS). En esta parte del mundo el campo magnético es más débil y la intensidad solar más alta. En el último tiempo, la mirada de los científicos se agudizó ante el crecimiento de este agujero que podría afectar a gran parte del hemisferio sur.
La Anomalía del Atlántico Sur inquietó a los científicos durante años. Desde 1985, la NASA vigila a esta intrigante anomalía magnética, un punto débil en Brasil y en la parte Sur del Atlántico, que desde entonces estuvo creciendo. Según The Epoch Times, este agujero afecta directamente a Sudamérica, donde la menor intensidad del campo magnético expone a los satélites y sistemas de navegación a altos niveles de radiación cósmica.
Los riesgos de la AAS
Uno de los mayores riesgos está en los sistemas de navegación y telecomunciación, descolocando por completo el GPS y las rutas de aviones y barcos, según indicó la Universidad Nacional de Misiones.
Este "bache" generalmente no afecta la vida en la Tierra, pero no se puede decir lo mismo de las naves espaciales orbitales (incluida la Estación Espacial Internacional), que pasan directamente a través de la anomalía mientras giran alrededor del planeta a altitudes de órbita terrestre baja, indican desde Science Alert.
Durante estos encuentros, la reducida intensidad del campo magnético dentro de la anomalía significa que los sistemas tecnológicos a bordo de los satélites pueden sufrir cortocircuitos y funcionar mal si son alcanzados por protones de alta energía que emanan del Sol.
La AAS y sus cambios en el tiempo
Según el informe anual 2023 del World Magnetic Model (WMM), elaborado por los National Centres for Environmental Information (NCEI) y el British Geological Survey (BGS), en 2023 se produjo una disminución de la intensidad del campo magnético a nivel de superficie de la AMAS.
Además, un estudio dirigido por el heliofísico de la NASA Ashley Greeley en 2016 reveló que la SAA se desplaza lentamente, lo que fue confirmado por el seguimiento posterior de CubeSats en una investigación publicada en 2021 .
Sin embargo, no se trata solo de movimiento. Aún más sorprendente, el fenómeno parece estar dividiéndose en dos, pues en 2020 los investigadores descubrieron que el SAA parecía estar dividiéndose en dos células distintas, cada una representando un centro separado de mínima intensidad magnética dentro de la anomalía mayor. Un estudio más reciente publicado en 2024 descubrió que la SAA también tiene un impacto en las auroras observadas en la Tierra .
Necesidad de permanente observación
Aún quedan grandes preguntas, pero con tanto que ver con esta enorme rareza magnética, es bueno saber que la agencia espacial más poderosa del mundo la está observando tan de cerca.
"Aunque el SAA se mueve lentamente, está atravesando algunos cambios en su morfología, por lo que también es importante que sigamos observándolo mediante misiones continuas, porque eso es lo que nos ayuda a hacer modelos y predicciones", dijo el geofísico Terry Sabaka, del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland.