
La situación que pasa Helmut Marko, asesor del equipo Red Bull de la Fórmula 1, es de alta tensión. El austríaco tiene al campeón del mundo, pero molesto. La decisión de sacar a Liam Lawson no fue bien recibida por Max Verstappen, cuádruple monarca mundial. "Sabemos que Max no está contento. Pero necesitamos dos coches en cabeza. No solo para el campeonato de constructores, sino también para ayudar a Max a conseguir su quinto título mundial", estableció Marko en una entrevista concedida al diario neerlandés De Telegraaf.
Con la llegada del japonés Yuki Tsunoda al equipo, se busca lograr mejores resultados estratégicos en las carreras. "Ahora podemos aprovechar al máximo la experiencia y el buen estado de forma de Yuki. Eso cuenta. Al final, beneficia al equipo. Y también a Max", insistió Marko.
Marko confirmó que Lawson, una de las principales promesas del programa de desarrollo del equipo, fue desplazado tras apenas un puñado de carreras, sin haber tenido continuidad suficiente para consolidarse. Según el asesor austríaco, el joven “perdió la confianza” y marcó en ese camino una combinación de problemas técnicos y creciente presión, lo que afectó directamente su rendimiento. “Durante los días de pruebas en Baréin, perdió mucho tiempo por problemas mecánicos, y en Australia también. Eso aumentó la presión sobre él. Se esforzaba más, pero eso solo llevó a más errores”, sintetizó la crisis del piloto.
Por otro lado, la reubicación de Lawson en Racing Bulls no implica una salida definitiva de la estructura. Marko indicó que seguirá vinculado y que, en el mediano plazo, podría recuperar su posición si logra consolidarse en la escudería satélite.