
La violencia escolar es un fenómeno complejo que se agudizó en los últimos años, especialmente luego de la pandemia. En este contexto, la normalización de conductas, como el consumo de drogas entre adolescentes y la falta de canales efectivos de comunicación entre estudiantes y adultos, revelan una crisis en la que los jóvenes parecen buscar respuestas a sus problemas en soluciones temporales, como las sustancias.











