
Llegar a la cima no es fácil. Así lo contó Emiliano Martínez, arquero de la Selección Argentina. En una entrevista, “Dibu” contó cómo trabaja para manejar la presión y las expectativas, y anticipó que, pese a haberlo ganado todo con la "Albiceleste", va por más.
Consultado sobre si haber sido campeón del mundo le generó más presión o más confianza, Martínez aseguró que ambas. “Ahí es donde yo trato de seguir trabajando con mi psicóloga y decir: ‘Mirá, soy campeón del mundo, gané cuatro Guantes de Oro, dos The Best y dos Yashin al mejor arquero del mundo...’ En el club a veces somos vulnerables defensivamente y vengo acá a la Selección con el arco en cero. Estoy a 12 (vallas invictas) de (Chiquito) Romero para superarlo y trato de buscarme algo para superarme. Si no, ¿en qué me supero?”, analizó “Dibu”.
“Ya superé todo lo que yo quería, todo. Me falta cosas que me impulso yo para seguir luchando contra mí, porque hoy en día es Dibu contra el Dibu, porque hoy llegué a la cima, ¿y cómo peleo contra eso?”, agregó Martínez.
Aunque aseguró que es difícil mantener la motivación, “Dibu” aseguró que sigue con grandes ilusiones de cara al futuro. “Una vez que llegas y decís: ‘Bueno, ¿Qué haces ahora?' El mejor ejemplo es Leo (Messi) que se sigue esforzando después de ganar 37 Balones de Oro, no sé cuántos lleva... ¿Por qué yo voy a descansar si puedo más?”, remarcó.
La inesperada confesión de “Dibu” Martinez sobre su sufrimiento tras ganar el Mundial con la Selección: “Tuve insomnio tres meses”
El arquero de Aston Villa, en una entrevista con Sofía Martínez para Telefé, reveló que, luego de lograr el título mundial, le costó dormir durante varios meses. ¿El motivo? Su atajada a Randal Kolo Muani en la última jugada del tiempo extra de la final contra Francia.
“La jugada de Kolo Muani no la quiero ver más, tuve insomnio hasta tras meses, diciendo 'uh ¿y si entraba?' Se me venía la jugada a la cabeza. Todos te dicen 'Qué bueno que sos', pero ¿y si entraba?”, reveló “Dibu”.
Martínez también contó que, tras la derrota 2-1 ante Arabia Saudita en el debut del Mundial, también tuvo problemas para conciliar el sueño. “No podía dormir, cerraba los ojos y veía los dos goles, así que a las cinco de la mañana yo ya estaba levantado. En casa me pasa igual, después de un partido en el que me fue mal, no me puedo dormir. Me acuesto a las siete de la mañana y a las nueve me voy a entrenar, es imposible. A veces, cuando juego de noche, son las seis de la mañana y no me puedo dormir. Cuando pierdo se me vienen los errores a la cabeza. El día ese no puedo dormir, recién a la noche siguiente puedo”, detalló.