
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desestimó la relevancia a la filtración de los planes de bombardeo a Yemen, luego de que el periodista Jeffrey Goldberg, fuera accidentalmente incluido en un grupo donde se coordinaron los ataques. Asimismo, respaldó a su asesor de seguridad nacional, quien fue acusado de añadirlo.
El líder republicano declaró a la cadena NBC News que fue “el único fallo en dos meses y resultó no ser grave”, al referirse al error cometido por su funcionario, quien aseguró que ya “aprendió la lección”.
Con respecto a Goldberg, el editor jefe del medio The Atlantic en donde publicó un artículo relatando lo que sucedió, Trump lo calificó como “depravado”. Además, afirmó que “a nadie le importa un comino” esta historia.
La conversación se dio a través de un grupo en la plataforma Sigma, en él, también se encontraban el vicepresidente, JD Vance, el secretario de Estado, Marco Rubio; la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard y el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), John Ratcliffe.
En este contexto, el periodista señaló que “no podía creer que la cúpula de seguridad nacional de Estados Unidos estuviera hablando en Signa sobre planes de guerra inminentes”, No obstante, sus dudas se aclararon cuando el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, envió un mensaje al grupo notificando que las primeras explosiones ocurrirían en dos horas, lo que finalmente sucedió.