Nadando Argentina descartó la posibilidad de que los tucumanos realicen el cruce del Río de La Plata en abril

La fecha del cruce del Río de la Plata por parte de los nadadores tucumanos sigue siendo incierta. Durante la ventana del 20 al 24 de marzo, el tiempo no acompañó: los vientos desfavorables y las lluvias impidieron que la travesía se realizara en esos días, por lo que la organización Nadando Argentina decidió postergarla para el fin de semana del 28 al 30.  

Pablo Testa, fiscal y cofundador de la organización, explicó que la decisión se tomará hoy, luego de una reunión con el equipo de logística encargado del cruce.  

“Se está analizando la posibilidad de que sea el viernes, sábado, domingo o lunes. Se elegirá el día que presente las mejores condiciones climáticas”, señaló Testa. También explicó que el fin de semana pasado se dieron factores que complicaron la organización de la travesía. “La zona presentó una gran inestabilidad. En Buenos Aires cayó una lluvia intensa que afectó las condiciones del río, lo que hizo imposible la travesía. Además, hubo viento sur, lo cual es contraproducente para el desafío que deben afrontar los nadadores. Sin embargo, después de la tormenta suele llegar la calma, y ese será el momento oportuno para el cruce”, detalló.  

Durante el cruce, los nadadores estarán acompañados por cuatro embarcaciones: un velero, una lancha de doble motor (destinada a emergencias médicas) y dos gomones. En estos últimos, se dividirán en dos grupos: uno integrado por María Eugenia Farías, Juan José Sirimaldi y Diego Martínez Álvarez, quienes harán el cruce por postas; y otro con el fiscal Testa y un asistente, encargado de alimentar a los nadadores que realizarán el cruce completo: Javier Fernández Figueroa y Leonardo Broczkowski. Este asistente también decidirá si algún nadador debe abandonar por sobreexigencia.

Testa destacó que otro aspecto clave a considerar es que los nadadores tucumanos planean completar el cruce en un período de 14 a 16 horas. Esto obliga a la organización a esperar un río sin turbulencias para que la travesía se lleve a cabo con éxito. “Cuando los nadadores son experimentados, pueden completar el recorrido en un tiempo de entre nueve y 11 horas, pero este no es su caso. Ellos prevén hacerlo en 15 o 16 horas, por lo que se requiere que el cauce esté en las mejores condiciones posibles. El objetivo es que logren cruzar. No se trata de lanzarse al agua y dejar que el destino defina si lo lograrán o no”, enfatizó.  

El fiscal, asimismo, subrayó que existen tres razones por las que la fecha del cruce debe ser analizada con detenimiento. La primera es el esfuerzo que los nadadores han realizado para llegar preparados a la travesía; la segunda, la inversión económica, que ronda los U$S 15.000; y la tercera, que todos los implicados pasarán aproximadamente 17 horas despiertos en el río. “No queremos que todo ese esfuerzo sea en vano. Nosotros también ponemos el cuerpo en esta travesía y queremos que todo lo que hagamos valga la pena”, expresó.  

Según Testa, marzo ha sido un mes complicado para la natación en aguas abiertas en el Río de la Plata debido a la inestabilidad climática. No obstante, descartó la posibilidad de que el cruce se realice en abril.

“No es una opción. La temperatura del agua desciende de manera considerable y hay que estar 16 horas sumergido en agua fría. Además, el viento comienza a volverse desfavorable, lo que hace que la travesía sea inviable”, finalizó.