

“Todavía no estamos en la campaña”. La frase de Osvaldo Jaldo el viernes, después de anunciar que llamaría a elecciones internas en el Partido Justicialista (PJ), puede que haya tenido la intención de funcionar como ansiolítico para los propios o de advertencia para los ajenos.
El gobernador y jefe del peronismo oficialista viene analizando los escenarios posibles dentro del justicialismo desde el momento en el que decidió acercarse a la Rosada y avalar las políticas de Javier Milei en el Congreso.
Jaldo sabe dar golpes de efecto y, también, redireccionar la atención cuando esta vira hacia lugares no deseados. En una nueva “jaldeada”, anunció la inclusión en su Gabinete de tres nuevos funcionarios, de distintas vertientes del kirchnerismo, alguno muy cercano a Juan Manzur. En el acto, además, anunció que convocará a internas partidarias para que se presenten quienes rechazan su vínculo con el mileísmo.
El contexto de ambas cuestiones estuvo cargado de hechos políticos.
Los tres diputados jaldistas votaron esta semana a favor del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un hecho irritante para el justicialismo nacional y para la dirigencia que no tolera a Milei. Al tiempo, el armado electoral no jaldista comenzó a tomar más visibilidad. En los estudios de LA GACETA PLAY, el diputado Pablo Yedlin fue contundente y dejó en claro que un acuerdo con el peronismo que acompaña a Milei es inviable y que ellos participarán de los comicios.
Por último, el subjefe de Gabinete del Interior Lisandro Catalán, el hombre de Milei con probabilidades de ser el principal candidato de La Libertad Avanza (LLA) en la provincia estaba en Tucumán. En una nota con LA GACETA, marcó diferencias con el Gobierno local y plantó la intención de una competencia en 2027. Uno de los principales objetivos de Jaldo es provincializar la contienda electoral para evitar la polarización con LLA, temida por los peronismos de las provincias.
Uno de los principales desafíos de Jaldo será afrontar una campaña en la que tiene que diferenciarse de sus aliados de LLA sin oponerse a LLA.
Dos variables clave
Las dos líneas peronistas comenzaron a mostrarse los dientes y los tableros posibles son varios. Hay dos versiones que pican bastante cerca de quienes toman las decisiones. Una tiene que ver con la chance de que se adelanten los comicios y otra, con que se intervenga el partido.
La probabilidad de que las elecciones se adelanten a julio salió de la mano con el acuerdo con el FMI y los tiempos de la economía. La información que comentan dirigentes de todos los espacios da cuenta de que la Nación analizaría cambiar la fecha para cumplir, supuestamente, con el pedido del organismo internacional de llevar adelante una devaluación y que esto generaría un pico de inflación. No querrían, por supuesto, que ello suceda en una antesala electoral. En los pasillos de la Casa de Gobierno tucumano aseguran que tenían conocimiento de primera mano de esta alternativa y que el anuncio de Jaldo podría explicarse por esto.
Altas fuentes nacionales, sin embargo, desmintieron ayer de plano que vaya a alterarse la fecha de las generales. Eventualmente, para acelerar el año electoral el Ejecutivo debería necesariamente recurrir al Congreso.
En cuanto a la intervención, es una posibilidad que también se abordó en cercanías de Jaldo. El duro cuestionamiento que Cristina Fernández de Kirchner (CFK) hizo ayer a los diputados peronistas que acompañan a Milei -por lo tanto a los gobernadores- azuzó otra vez este fantasma.
“Si los diputados peronistas de Catamarca y Tucumán, si los que fueron con Sergio Massa en la boleta en Misiones, si los de Salta hubieran votado junto al peronismo y las otras fuerzas políticas, este cheque en blanco no existiría. Y lo digo con dolor porque soy peronista”, criticó.
Jaldo es el vicepresidente del partido y se encuentra a la cabeza ante la ausencia virtual de Manzur (presidente). Cuenta, además, con mayoría en los órganos partidarios que pueden tomar decisiones sobre candidaturas, alianzas o estrategias electorales. En el jaldismo creen que la intervención puede llegar a suceder si las relaciones se enturbian más, pero tienen planes alternativos. El llamado a internas, que podría concretarse pronto, podría blindar el PJ de Jaldo. Desde hace meses que menciona en público y en privado que quienes deseen competir, tienen que hacerlo por dentro del movimiento. Asegura que él mismo lo hizo cuando confrontó a Manzur en 2021 (fue en las PASO) y considera que sus detractores deben someterse a ese proceso.
¿Se intervendrá? El PJ nacional intentó hacerlo hace algunos meses, cuando asumió CFK la presidencia. Dirigentes muy cercanos al ex gobernador confirman que le sugirieron con insistencia que renunciara a la presidencia para no hacerlo durante su mandato. Manzur se habría negado y sostendría esa postura. Hay quienes añaden que Jaldo lo impidió porque tendría aceitadas relaciones con varios gobernadores que no habrían apoyado esta iniciativa intervencionista.
Entre las vertientes cercanas al senador disienten en las versiones sobre lo que puede pasar. Sucede que hay algunos muy entusiasmados con que se concrete porque sienten que no se cumplen los mandatos partidarios nacionales y afirman, inclusive, que Manzur podría ser el interventor.
Los más prudentes - y no menos allegados- cuentan que Manzur observa todo lo que sucede y que nota demasiada ansiedad. Confían que habría manifestado que no permitiría una intervención, porque es el presidente y quiere seguir siéndolo. “Tampoco sería candidato, aunque apoya el armado que se está formando”, afirmó alguien con diálogo fluido con el médico.
La interna
Si el cronograma nacional se mantiene, el 17 de agosto sería el fin del plazo para la inscripción de candidatos para las elecciones generales. De hacerse un llamado a una puja intestina, debería ser como mínimo 60 días corridos antes de la elección (según la carta orgánica del PJ local). Es la única fecha estipulada así que los tiempos son amplios de acuerdo con esta normativa.
La dirigencia del jaldismo se tomó la noticia con relativa calma. “Nadie desea el desgaste de una interna”, repiten con el trauma de la última contienda aún vigente. Consideran que Jaldo “apura” a quienes están de la vereda del frente para que sus opositores se expongan. Pretende, dicen, desgastarlos y que desistan con el tiempo. De todas maneras, analizan también tener un frente alternativo por si hay intervención. “Si eso pasa, ellos serán responsables de que el sello del PJ pierda en Tucumán si es que nos acorralan y quitan el partido”, afirman en el Ejecutivo.
En el no jaldismo o posmanzurismo advierten que el escenario no está claro hasta tanto haya una fecha concreta y recuerdan que quien tiene que convocar a las urnas es Manzur porque preside la organización.
El legislador Javier Noguera se perfila como candidato y aseguran que trabajarán en la instalación y en recorrer la provincia para hablar con el peronismo desencantado. Además de Manzur, en esta empresa están los hermanos Yedlin y la senadora Sandra Mendoza, entre otros. Sostienen que serán la lista oficial del PJ. Cuentan también con un “plan B” por si eso es imposible y sería salir por el frente nacional que integre el PJ.
Las líneas del kirchnerismo que se oponen a Jaldo celebraron el nuevo espacio y consignaron que comenzarán a sumar adhesiones. Hay consenso con la figura de Noguera y, en general, prefieren que se arme por fuera del Partido para evitar presiones y el “aparato”.
A esto se suma que a principios de abril está previsto que se presente la sucursal del Instituto Patria con José Vitar a la cabeza.
Con mucha incertidumbre, en el PJ se muestran los dientes mientras analizan las chances de intervención y de adelanto las nacionales.