

Las estrellas se forman en una nube de gas interestelar por el efecto de la rotación y la gravedad. En general, se forman varias estrellas en la nube. El proceso de formación requiere miles de años para que llegue a ser un objeto estable. Algunos de los que se forman tienen suficiente masa como para producir la fusión del hidrógeno. Esta es la condición que tienen que cumplir para ser consideradas estrellas. Ellas emiten luz visible. Pueden tener tamaños y colores muy diferentes. Las más grandes son de color blanco azulado y se las llama gigantes azules, las más pequeñas son más frías y su color es rojizo, estas son las Enanas Rojas.
Las estrellas se forman, evolucionan y mueren. Las que tienen un tamaño parecido al Sol o más pequeñas, expulsarán sus capas externas y lo que queda es un objeto muy compacto, pequeño que emite energía térmica, llamadas Enanas Blancas. Estas se van enfriando lentamente hasta que no emite más energía. Algunos autores llaman Enanas Negras a las Enanas Blancas que se enfriaron, aunque esta denominación no es muy usada porque todavía no se las detectaron. Las Enanas Blancas son difíciles de ver y generalmente se las detectan por las perturbaciones que producen en objetos cercanos, aunque con los grandes telescopios es posible observarlas
Las Enanas Marrones son objetos que no fusionan hidrógeno y hay discusión si se produce alguna reacción nuclear en su interior. Estrictamente no son estrellas porque no fusionan hidrógeno. Tampoco son planetas porque emiten energía y los planetas no lo hacen. No emiten luz visible. Emiten radiación infrarroja, por lo que es difícil observarlas desde Tierra. Desde los años 1960 se enunció su existencia, recién en 1995 se obtuvo la primera imagen de una Enana Marrón.

Algunas se pueden observar desde Tierra con los grandes telescopios como Gemini o el GRANTECAN que pueden detectar parte de la radiación infrarroja. Hay que recordar que son objetos pequeños y de poco brillo. Con el Telescopio Espacial Hubble (HST) se las pudo observar con más detalles y el James Webb Space Telescope (JWST) realizó importantes aportes a su estudio.
Aunque se las observa desde hace relativamente poco tiempo, se han obtenido resultados impactantes como que se han detectado sistemas binarios formados por dos enanas marrones, discos de escombro, que en estrellas son los progenitores de los sistemas planetarios, y algunas mucho más complejas en donde todavía no se pudo determinar si son sistemas múltiples porque se encuentran sumergida en una nube de gas interestelar.
Recientemente, con el JWST se detectaron enanas marrones muy pequeñas, la más chica es tres o cuatro4 veces más grande que Júpiter. Se estarían observando, quizás, las más pequeñas.
Las enanas marrones son objetos poco conocidos, difíciles de observar y que aún no se sabe con certeza cómo se forman, cómo son interiormente y cuáles son los procesos físicos que en ellas ocurren. Quizás se está gestando una nueva línea de investigación en astrofísica, sin dudas fascinante.