Fernanda Bringas (@muy_fer_)
LA GACETA
El cambio de vida de la modelo argentina Martina Correa, quien dejó atrás su exitosa carrera en New York, para ganar calidad de vida en Tulum, el paraíso mexicano.
Martina nació en La Plata, pero a sus 15 años se instaló en Buenos Aires para iniciar su carrera como modelo. Empezó en la Agencia de Pancho Dotto, la más famosa de ese momento, y eso la llevó a ser parte de infinidad de campañas y tapas de las revistas más prestigiosas del momento como Elle, Harper’s Bazaar, Para Ti entre otras.
Al poco tiempo tomó la decisión de apostar por una carrera internacional y se mudó a New York, donde rápidamente logró su objetivo de trabajar para grandes diseñadores. Allí también es donde comenzó su historia de amor con su actual pareja Luis “Chino” Moro, un famoso fotógrafo de moda argentino quien también había logrado una gran carrera internacional allá. Juntos, formaron una familia con su único hijo, Lorenzo.
Ambos pusieron punto final al mundo fashion y enamorados de Tulum -lugar al que ya habían ido en varias oportunidades- decidieron echar raíces en medio de la selva, en Francisco Uh May, a 30 minutos del centro, y crear su hogar en este mágico lugar, donde la naturaleza envuelve y el slow lifestyle logra que ellos vivan una vida más sana y, sobre todo, más feliz.
Conversar con Martina por WhatsApp fue un placer. Siempre dispuesta y educada, algo a lo que uno no está acostumbrado en la jungla de Buenos Aires. ¿Será quizá, como dicen, que este estilo de vida hace a la gente más o menos amable? La locura de las grandes ciudades, el estar acelerados y vivir para pagar las cuentas estresa a todos. Pero a veces, olvidamos que hay otra vida que podemos elegir, lejos del cemento y más cerca de la naturaleza. Por supuesto que eso también tiene algunos contras, pero sí que vale la pena.
Hoy en día, reciben en su casa a los amigos con los que compartieron vida en viejas épocas, como Nico Repeto, Rocio Guirao Diaz, e incluso comieron un asado con Lucila Polak y Al Pacino. Sus visitas al tercer día se ponen a preguntar por algún terrenito en la zona por lo maravillados que quedan con ese lugar y el estilo de vida que tienen.
En esta edición, LG lifestyle te cuenta un poquito de la historia de Martu, -la pueden buscar como @manchicorrea en Instagram- en Tulum. Esperamos que pueda servir como inspiración su estilo de vida autosustentable, su jardín, o su casa de ensueño con una arquitectura y diseño totalmente realizados por ellos.
- ¿Cuándo y dónde se conocieron con Chino? ¿Dónde nació Lolo?
- Nos conocimos en Punta del Este, él estaba trabajando con un proyecto, pero en ese momento no me tocó trabajar con él. Después si trabajamos juntos y desde ese momento todo cambió. Tuvimos una conexión increíble y desde entonces, no nos hemos separado ni un segundo. Ya pasaron 20 años juntos y seguimos eligiéndonos todos los días y vamos por muchos más.
La llegada de Lolo a nuestras vidas fue un regalo espectacular. Justo cuando nos decidimos a seguir nuestro corazón y mudarnos a la selva, él apareció, llenando nuestra casa de alegría y ayudándonos a lograr la calidad de vida que siempre soñamos y formar la familia que queríamos tener.
- ¿Qué los lleva a cambiar de vida y vivir en Tulum?
- Siempre somos de escuchar nuestro corazón. Después de cinco años viviendo en Nueva York, necesitábamos conectar con la tierra, estar más cerca de la naturaleza, tener nuestra propia huerta y rodearnos de animales. Cada vez que teníamos vacaciones, elegíamos Tulum por sus hermosas playas y la facilidad de llegar desde Nueva York.
Un día, decidimos dar un gran paso y compramos un terreno en un pueblo mágico, en el medio de la selva maya. Fue en ese momento que supimos que allí construiríamos nuestro hogar. Y así fue ya hace más de 14 años que vivimos aquí, en un lugar que siempre soñamos.

- ¿Cómo fue ese cambio tan grande de vida?
- El cambio en mi vida fue enorme. Después de haber vivido y trabajado en ciudades ruidosas, estar acá, rodeada de selva y naturaleza, ha sido una de las mejores decisiones que tomé. Al principio, la transición fue rara a lo desconocido; todo era nuevo y el silencio y la tranquilidad me sorprendieron, especialmente después del caos de Nueva York, donde el ruido no paraba.
Hoy, me despierto cada mañana con una sonrisa, agradecida por la vida y por las cosas simples que la hacen linda. Trato de disfrutar cada momento y valorar esos ratos que me llenan el corazón de alegría, sobre todo los que paso con mi familia. Esos recuerdos son los que guardo con cariño y que realmente me hacen sentir bien.
- ¿Cómo es un día de Martina?
- Todos mis días son diferentes, lo que siempre hago al despertar es agradecer por la oportunidad de estar viva y con salud. Amo las mañanas, las disfruto mucho. Tomo mi mate en mi cama, que me trae chino todas las mañanas, y después de eso viene Lolo a saludarme y sacamos unas cartas con mensajes positivos. Después me gusta trabajar un rato en la computadora hablando con el equipo de trabajo, para mantenerme siempre informada de todo lo nuevo.

Al mediodía, nos sentamos a almorzar y luego, casi siempre, hacemos una pausa para merendar en el cenote, disfrutando del sol y tomando un poco de vitamina D. A veces, escucho podcasts que me interesan, aunque mis gustos van variando con el tiempo.
No suelo salir mucho de mi casa, si salgo trato de ponerme todo en un día para luego ya quedarme tranquila. Pero lo que realmente me encanta es, por la noche, subir al observatorio de Chino. Mirar el cielo y ver todas esas estrellas brillar sobre nosotros es una experiencia mágica.
- ¿Cómo es tu rutina diaria y de cuidado?
- Por lo general, no seguimos una rutina estricta porque cada día es diferente y eso nos encanta. Nos levantamos, disfrutamos de un buen mate o café, y nos gusta conversar en la mañana mientras observamos a los pajaritos que visitan nuestro hogar. Aunque no tengamos un horario fijo.
Cuidamos mucho nuestra alimentación, comiendo sano, y aprovechando lo que cosechamos de nuestra huerta.
También tenemos algunos hábitos que consideramos clave para nuestro bienestar. Por mi parte, hago ejercicio en casa tres veces a la semana, aunque siempre de forma tranquila, sin exigirme más de lo que tengo ganas. Algunos días logro hacer ejercicio cuatro o cinco veces, y otros simplemente no tengo ánimo y prefiero descansar. No me presiono, pero sé que moverse es importante para sentirse bien.
En cuanto al cuidado de mi piel, para mí la limpieza del rostro cada noche es esencial. Desde que descubrí mi Lumispa, no puedo estar sin ella. Luego, me aplico cremas hidratantes y me encanta el aloe vera con aceite de coco para el cuerpo. En el día uso cremas más ligeras que se adaptan perfecto al clima.
Algunos hábitos claves son: el aceite de coco, que consumo 2 o 3 cucharadas al día; empezar mis mañanas con agua y vinagre de manzana orgánico; todos los días alcalinizar mi cuerpo con agua salada de mar y limón, o agua y bicarbonato de sodio; no puedo olvidar mi colágeno, me ayudó mucho porque yo perdía mucho pelo, tenía las uñas súper débiles y dolores en mi muñeca, y luego de tomarlo se me pasó todo.
- ¿Quién cocina en la familia y que les gusta cocinar?
- Por lo general, en la cocina nos llevamos bárbaro. Lorenzo es el encargado del desayuno y siempre nos sorprende con unos huevos riquísimos con aguacate. Al mediodía, suelo ponerme el delantal y preparar algo rico, aunque los fines de semana es el turno de Chino, que hace unas comidas increíbles. Además, él cuida la huerta que tenemos en casa, y comer lo que cosechamos es una alegría. También tenemos nuestras gallinas, que nos dan huevos todos los días. Lolo es el encargado de ellas, le encanta estar en el gallinero.
Por las noches, si no hago ayuno intermitente, me encanta armar una picadita. Somos fanáticos de los quesos y disfrutamos de una buena copa de vino.

- ¿Cómo estudia Lolo? ¿Cuáles son sus actividades preferidas en ese paraíso?
- Desde siempre, Lolo estudió online y para él es algo súper natural. La verdad es que le funciona genial, y a nosotros también nos permite viajar y disfrutar de nuevas experiencias sin limitaciones.
Además, tiene un montón de amiguitos; cada vez que nos juntamos casi siempre todos los fines de semana hay muchos niños en casa.
Él ama los karts y lo llevamos a correr de vez en cuando, así que creo que, en unos años, se va a enfocar más en eso. También hace años que es fanático de la Fórmula 1, no se pierde ninguna carrera.
Lolo es maravilloso porque es un niño de la selva. Ama estar descalzo, en contacto con la naturaleza, pero también cuando viajamos disfruta mucho de las ciudades.
- Contanos de tu casa, ¿quién la diseñó? La decoración con toques vintage le da mucha personalidad
- Mi casa es un verdadero sueño hecho realidad. Amo cada rincón de ella. Toda la decoración la hicimos juntos, nos encanta todo. Soy fanática de lo antiguo, especialmente de las vajillas. En cada viaje que hicimos siempre cargamos con antigüedades para la casa, pero el diseño y la distribución son obra de Chino, que tiene un talento increíble para usar los espacios. Cada rincón que crea es un lugar perfecto para fotografiar.


- ¿Se inspiraron en la cultura Maya para los espacios exteriores? ¿Podrías contarnos sobre tu jardín y piscinas?
- La verdad es que no nos inspiramos en la cultura maya, sino que cuando Chino vio el terreno y todos los materiales disponibles en el terreno, decidimos aprovecharlos al máximo en nuestra construcción.
El cenote fue una verdadera maravilla, comenzó como un simple agujero en el piso y, al abrirlo, nos sorprendió con su tamaño. Es hermoso y lo utilizamos como una especie de piscina natural. También tenemos una piscina dentro de la casa, que la amamos, y está rodeada de naturaleza, lo que la hace aún más especial.

- ¿Qué es Glasslab?
- Glasslab es mi hobby, donde transformó botellas de vidrio que encuentro tiradas en la calle y hago piezas únicas para la decoración. Me encanta crear candelabros para darle un toque especial a mis mesas, además de vasos y otros objetos.

- ¿De qué viven y a qué se dedican? ¿Es caro vivir en Tulum?
- Tulum tiene precios muy similares a estar viviendo en New York, Madrid, París, etc. Los valores son parecidos a los de las grandes ciudades turísticas.
Por otro lado, tengo la suerte de trabajar para una compañía americana de skincare llamada Nuskin. Me encanta porque puedo organizar mi tiempo como quiero, sin salir de casa. La verdad es que este trabajo se adapta perfecto a la calidad de vida que busco y lo hago desde cualquier parte que esté.
- ¿Cómo es tu vida social? ¿Qué actividades comparten?
- Tenemos una gran cantidad de amigos y nos encanta compartir momentos con ellos. La mayoría tiene casas de fin de semana cerca de nosotros, así que los fines de semana se siente como si formáramos parte de una gran comunidad. Disfrutamos de muchas comidas juntos, ya sean almuerzos o cenas. Además, vivir en un lugar tan hermoso, con sus playas mágicas, hace que siempre tengamos a amigos visitándonos en nuestra casa.
- ¿Podríamos decir que estás en tu lugar en el mundo?
- No hay nada que disfrute más que viajar y explorar nuevos lugares. Sin embargo, cada vez que regreso a casa, tengo esa sensación de estar en el lugar correcto. Hay algo mágico en nuestro hogar.
- ¿Cómo te ves en unos años, alguna meta o sueño por cumplir?
- Soy una persona que vive el presente y disfruta de cada momento. No soy de visualizarme mucho en el futuro, pero si tengo que pensar en unos años, me imagino acompañando a Lolo en su camino hacia sus sueños. Mi única meta es ser feliz, hoy y siempre.
- ¿Qué consejo le darías a las personas que hoy leen esta nota y no se animan a jugarse por un cambio de vida para tener un slow lifestyle?
- Siempre digo que el miedo puede ser nuestro peor enemigo. A veces nos llena de pensamientos negativos, pero si encontramos la fuerza para superarlo y escuchamos a nuestro corazón, ya estamos del otro lado. Todos sabemos, en el fondo, lo que realmente queremos, aunque el miedo siempre intenta hacernos dudar. Yo también pasé por eso, pero logré no hacerle caso. Así que, hay que animarse y escuchar al corazón. La vida es hoy y no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí.