Después del paréntesis

El lustro que nos separa del inicio de la pandemia parece a priori un lapso temporal adecuado para hacer un análisis retrospectivo del fenómeno colectivo más impactante que nos ha tocado vivir a los habitantes del planeta en lo que va del siglo. Lo primero que surge cuando intentamos reconstruir lo que experimentamos en ese entonces es algo propio de los traumas. Aparece una suerte de bloqueo en la memoria. Los recuerdos han perdido nitidez, realidad, consistencia. Nos resistimos a volver con nuestra mente a esos días de incertidumbre, temor y dolor. Casi todos tratamos de pasar la página, de olvidar esa pesadilla inverosímil, distópica.

Todos los órdenes de la vida, tanto en el plano individual como colectivo, fueron tocados por la pandemia. Todos éramos conscientes, y eso rara vez ocurre, de que estábamos viviendo un acontecimiento histórico. El pasado se alejó de nuestros intereses, las viejas agendas perdieron vigencia. Simultáneamente el futuro se convirtió en una tela opaca. El presente adquirió una densidad insoportable

Lo que nos preguntábamos en esos días iniciales era si la pandemia sería un desvío o un punto de quiebre de la Historia, un acelerador de tendencias o un paréntesis que nos regresaría, luego de la pausa, al mismo curso histórico en el que estábamos. Hoy parece que la pospandemia es una mezcla de lo segundo y lo tercero. Se arraigaron procesos, como el de la aceleración de la revolución digital y la adopción de las nuevas tecnologías, y también recuperamos buena parte de nuestras pautas de comportamiento. Nuestro enfrentamiento, cara a cara, con la muerte no generó un cambio radical de conductas. No se multiplicó la solidaridad ni el egoísmo. Seguimos, en líneas generales, conservando dosis parecidas de vicios y virtudes. Sí puede haber cambios psicológicos subterráneos que tal vez expliquen ciertas transformaciones como las que muestra el campo político con la emergencia de expresiones insospechadas traducidas a esta altura en gobiernos y liderazgos.

En esta edición posamos nuestra mirada sobre ciertos libros que abordan la pandemia desde géneros y ángulos diferentes. Por otro lado, el conjunto de textos de tapa y contratapa en la que los autores escribieron, inmersos en esos tiempos oscuros de la expansión de la Covid-19, ofrecen una diversidad de enfoques que nos ayuda a regresar a nuestras propias experiencias. A interrogarnos en qué medida hoy somos lo que hicimos, o no hicimos, con lo que la pandemia hizo de nosotros.

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