El emotivo homenaje a Alfredo Ricardo Neme

La semblanza la hizo un compañero de vivencias y de trabajo de más de 50 años. Juan Carlos Veiga protagonizó uno de los momentos más emotivos en la noche de inauguración del hub de eventos corporativos Alterpoint, al recordar al empresario Alfredo Ricardo Neme, que falleció el 1 de noviembre pasado. “Tengo para mi que tal distinción y responsabilidad, seguramente originada en la relación de afecto y cercanía durante más de cinco décadas, requiere brevedad, como siempre deseaba y exigía Ricardo”, arrancó el abogado y amigo del empresario.

Veiga recordó a los presentes que conoció a Neme “en el atardecer de un caluroso día de verano, cuando allá por el comienzo de los años 70, nuestras entonces novias y luego esposas instaron a que compartiéramos una juntada, como dirían hoy nuestros nietos”. En ese encuentro, descubrieron  que eran compañeros de trabajo en la Caja Popular de Ahorros de Tucumán. “Desde entonces, hace más de 50 años, tuve la gracia de compartir, aprender y crecer junto a un hombre apasionado por sus objetivos, que a la lucidez y talento que traía de su cuna santiagueña, enriqueció con un trabajo desbordante”, continuó. Veiga también rememoró que, con esa pujanza, Neme fundó Censys “en los albores de la computación en Tucumán y comenzar con los procesos básicos en equipos de terceros, donde alquilaban en horas de la noche en el desaparecido Banco Comercial del Norte para poder entregar los resultados a los dos clientes a primera hora de la mañana y, simultáneamente, ingresar a su jornada laboral en la Caja Popular”.

El orador también enfatizó que ese espíritu y esa entrega de Neme los acompañó hasta el final de sus días, “cuando ya con energías menguadas, no dejó de empuñar el timón de la empresa que 48 años atrás había pergeñado entre sueños y cuyo parque empresarial (Altercity y Alterpoint) era también concreción de uno de aquellos sueños”. Agregó que Ricardo Neme apostó al software como oportunidad de cambio cultural. “El hombre lúcido, empresario exitoso comprometido con su vocación, era también un amigo confiable, de una lealtad que emergía de una conducta sin dobleces”, resaltó. “Su espíritu solidario y generoso dejó su rúbrica como ciudadano, asumiendo con la actitud propia de sus actos la responsabilidad de impulsar la entonces naciente Fundación del Tucumán como respuesta a la necesidad de una provincia que reclamaba un futuro acorde a su tradición”, señaló. “Gracias Ricardo, maestro en la vida, por la riqueza y ejemplo de calidad humana, por lo que hiciste por Tucumán”, enfatizó Veiga.