Jaldo y el peronismo antimileísta aceleran hacia la ruptura interna

Jaldo y el peronismo antimileísta aceleran hacia la ruptura interna

El gobernador aceleró las definiciones dentro del Partido Justicialista en Tucumán. ¿Qué hará Cristina Fernández de Kirchner?

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Jaldo y el peronismo antimileísta aceleran hacia la ruptura interna

La discusión electoral superó ya todos los límites de velocidad permitidos. O, al menos, los recomendados en materia de seguridad política. Y no se trata de un mal que aqueje a una u otra facción: sin PASO y a siete meses de los comicios, la ansiedad digita los pasos de oficialistas y de opositores por igual.

El gobernador Osvaldo Jaldo acaba de precipitar definiciones dentro del peronismo tucumano. Ayer, en un acto en la Casa de Gobierno, se erigió de hecho en el conductor del Partido Justicialista local (cargo formal que le corresponde al senador Juan Manzur) y adelantó que se convocará a elecciones internas. “Vamos a respetar a todos los compañeros que dentro del partido piensen diferente. Para eso vamos a convocar a elecciones partidarias del Partido Justicialista y ahí vamos a definir los candidatos que van a representar al Partido Justicialista en las próximas elecciones”, afirmó.

El anuncio encierra varias interpretaciones, pero persigue un único objetivo: apurar a quienes lo desafían a tomar definiciones. La posibilidad de lanzar rápidamente este duelo comenzó a gestarse en la mañana del lunes, cuando el mandatario recibió en su despacho al vicegobernador Miguel Acevedo. En ese encuentro, entre otras cuestiones, el ex ministro del Interior disipó cualquier rumor y ratificó su apoyo institucional y político a “El Comisario”. Además, juntos evaluaron cómo responder a los movimientos de los disidentes: los senadores Manzur y Sandra Mendoza, el diputado Pablo Yedlin; y los legisladores Javier Noguera, Christian Rodríguez, José Orellana y Gabriel Yedlin. Un par de días antes, este grupo había encabezado un acto político en la capital. Luego, el jueves, Noguera se mostró con jubilados en la plaza Independencia. Con esos antecedentes, Jaldo y Acevedo consideraron que debían contraatacar con firmeza para disipar la revuelta interna. El vicegobernador se fue ese día con la tarea de analizar junto a su equipo la posibilidad de citar a elecciones dentro del PJ y de evaluar las fechas. “Cuanto antes, mejor”, resumieron en su entorno.

Fiel a su estilo alborotado, Jaldo se salteó un par de pasos y arremetió contra sus rivales. Si bien el cronograma electoral nacional para el 26 de octubre concentra los principales plazos en el segundo semestre, el jaldismo quiere tener resueltos sus dilemas internos antes de las vacaciones de invierno. Con ese propósito, en los próximos días los órganos partidarios serán convocados para autorizar la conformación de alianzas electorales y fijar la fecha de una interna que defina las candidaturas. Si bien se trata de un procedimiento de rigor que cada partido o frente debe cumplir, en este caso tiene un simbolismo particular. Lo que Jaldo buscó ayer es apurar la salida de los díscolos de la estructura institucional.

¿Por qué? Porque a diferencia de 2021, cuando él mismo se animó desde la Legislatura a disputarle el poder a Manzur, las reglas son otras. En aquel momento el entonces vicegobernador pudo sacar provecho de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias, en las que cualquier ciudadano podía inmiscuirse y votar en la interna de cualquier partido político. Entonces, la gente que no simpatizaba con el ex gobernador y aquellos rentados extrapartidarios ayudaron a Jaldo en su cruzada, que en definitiva le allanó el camino para la Gobernación en 2023. Ahora, con las PASO suspendidas, esa interna debería concretarse con el padrón de afiliados del PJ y con menos luces sobre su desarrollo, porque todo deberá ser controlado por la junta partidaria. Para cualquier minoría, competir en esas condiciones frente al peso del aparato gubernamental representa un suicidio político. El último gran antecedente de una interna cerrada en el PJ tuvo como protagonista al hoy presidente del Concejo Deliberante, Fernando Juri, quien en 2007 –y siendo vicegobernador- jugó una patriada personal frente al poder de la familia Alperovich y perdió con contundencia. Lo que vino después ya es conocido por todos.

La movida del gobernador encendió las alertas en el sector disidente. El lunes por la noche en Yerba Buena, en la casa del dirigente Luis Romano, Noguera, los hermanos Yedlin y Rodríguez habían analizado el escenario electoral provincial y avanzado en la idea de un armado alternativo dentro del peronismo. Lo anticipado este viernes en Casa de Gobierno obliga a un replanteo; de hecho, ayer al mediodía hubo mensajes y llamados cruzados entre los actores de este sector. Probablemente, vuelvan a reunirse el lunes. Aunque seguramente pierdan cualquier posibilidad de sentar un diputado, hay quienes sostienen que competir dentro del PJ en una interna cerrada puede servirles para dinamitar el peronismo, apostando a que el debut de la boleta única juegue de su lado. Otros, en tanto, creen que lo mejor es directamente presentarse en octubre con la aspiración de sopar una banca. Todo esto está supeditado a algunas definiciones que se deben tomar en el Instituto Patria: ¿Cristina Fernández de Kirchner se animará a intervenir el PJ tucumano y quitarle el sello a Jaldo, como ya lo hizo con Salta? Otras versiones dan cuenta de que a nivel nacional el justicialismo integrará un frente con sus aliados, como el Frente Renovador y otros partidos de Unión por la Patria, que desaparecería como tal para dar lugar a una denominación más peronista. De esa manera, en aquellos distritos en los que el PJ está en manos de gobernadores cercanos al Presidente, el antimileísmo podría eludir esa discusión y evitar un desgaste previo.

Repetir la apuesta

De cualquier forma, más allá de una banca, lo que este sector pretende en última instancia es repetir la apuesta que le dio resultado al tranqueño en 2021: incomodar para obligar dentro de dos años a discutir el armado de la fórmula gubernamental. Claro, hay una diferencia sustancial: en aquella ocasión Manzur no podía ser reelecto y era secundado por Jaldo, quien tenía la decisión de sucederlo y la espalda para intentarlo. Al decir del periodista Juan Manuel Asís, hoy Jaldo corre con la ventaja de que “no tiene su Jaldo”. Por el contrario, y pese a las expectativas de los legisladores disidentes, Acevedo da cada vez más señales de que no romperá con el gobernador para apañar a Manzur y compañía. Ayer, por ejemplo, estuvo al lado de Jaldo cuando arengó a la interna. Aún más, el vicegobernador sentirá la presión de tener que exagerar los gestos de fidelidad al tranqueño para contrarrestar cualquier versión de que pueda estar colaborando por lo bajo con los revoltosos.

Pero la agitación no es exclusiva del peronismo y –para sonrisa de Jaldo- la dispersión opositora parece irreversible. Al punto que la cantidad de variantes en danza tienen mucho de parecido al tan defenestrado acople tucumano. Va un repaso.

La Libertad Avanza se formalizó como partido político y ya se partió, dejando sin bloque al único legislador que los representaba, José Macome. En paralelo, rompió relaciones con Fuerza Republicana, su primer lazarillo en Tucumán de la mano de Ricardo Bussi. El radicalismo no puede salir de su internismo y se avizoran al menos tres espacios: los que irán con los libertarios, como Sebastián Salazar, Mariano Campero, Pablo Macchiarola, Paula Quiles, Manuel Courel y probablemente José Seleme; y los antimileístas como Silvia Elías de Pérez y José Cano, más permeables a un espacio provincial con ex alfaristas y otros socios locales. Habrá que ver cómo superan su duelo los hermanos Agustín y Federico Romano Norri y el ex legislador Ariel García, a quienes le arrebataron el partido. Y qué postura toma finalmente Roberto Sánchez y su discípulo Alejandro Molinuevo. El diputado está indeciso: amaga con abrazarse al león pero después lo trata de pato criollo en el recinto. El PRO en Tucumán es una incógnita cada vez más inofensiva, pero siguiendo la lógica de la ruptura en Capital Federal no debería ir en alianza con LLA. Después aparecen expresiones como Libres del Sur, fortalecido a partir de una estructura mayor acrecentada por Jaldo: un concejal, un legislador y el Ministerio de Desarrollo Social; y la izquierda, que buscará capitalizar el desencanto de los sectores más castigados por el ajuste nacional.

Si el vértigo será la característica de este año, es muy probable que los candidatos que pugnarán por las cuatro bancas de diputado en juego se conozcan con mucha antelación, con el riesgo que implica una campaña larga. Pero la irrupción de Milei encierra una lección: ya no basta con seguir los viejos manuales de política. La transgresión, a veces, también da sus frutos.

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