Advertencia de los empresarios textiles ante la baja de aranceles a la importación: los argumentos

Advertencia de los empresarios textiles ante la baja de aranceles a la importación: los argumentos

Varias cámaras y sindicatos del sector pidieron una reunión urgente con el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo.

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Luis Caputo Luis Caputo
20 Marzo 2025

Tras el anuncio de Luis Caputo, ministro de Economía de Javier Milei, sobre la reducción de aranceles a la importación, el sector textil argentino manifestó un rotundo rechazo a la medida y advirtió que su impacto en la inflación será mínimo, mientras que podría tener efectos devastadores sobre el empleo y la producción nacional. 

Varias cámaras industriales, junto con la Unión Industrial Argentina (UIA) y sindicatos del sector, solicitaron con urgencia una reunión con el titular de la cámara de hacienda para discutir las posibles consecuencias de la medida.

Las entidades representativas del sector cuestionaron la efectividad de la rebaja de aranceles, que pasó del 35% al 20% en indumentaria y calzado, del 26% al 18% en tejidos, y entre el 12% y el 18% en hilados. Aseguraron que la medida no generará una baja real en los precios al consumidor, sino que, por el contrario, fomentará una competencia desleal con productos importados de países con estándares laborales y ambientales significativamente más bajos que los de Argentina.

“El problema de los altos precios en Argentina es estructural y está relacionado con factores como la elevada presión impositiva, los altos costos logísticos y financieros, y la apreciación del dólar. Reducir aranceles sin abordar estas problemáticas generará un impacto negativo en la industria nacional sin garantizar una baja en los precios de venta", indicaron los representantes del sector, según consignó el diario "Ámbito".

Además, los empresarios y sindicatos señalaron que la decisión fue tomada de manera unilateral, sin consultar previamente al sector privado: "Una medida de esta magnitud debería haberse debatido con los actores involucrados. Ninguna de las entidades firmantes, ni empresariales ni sindicales, fue consultada. Es imprescindible articular un trabajo conjunto entre la industria textil, el sector público y las provincias para diseñar políticas que impulsen el crecimiento del sector y el desarrollo de toda la cadena de valor", afirmaron en un comunicado.

Los empresarios también pusieron de relieve que la competitividad debe ser el objetivo central antes de implementar medidas como la reducción de aranceles. Subrayaron que "bajar aranceles sin medidas complementarias puede generar un impacto negativo en la producción nacional y en el empleo", advirtiendo sobre los riesgos de una apertura comercial desmedida.

Argumentos del sector textil

- Impacto en la competitividad y el empleo: la reducción de aranceles podría favorecer la competencia desleal de productos importados a precios más bajos, lo que podría provocar el cierre de fábricas y la pérdida de empleos en el sector textil.

- Necesidad de consenso en el Mercosur: la rebaja del Arancel Externo Común (AEC) debería ser discutida y consensuada con los países miembros del bloque, lo que no ocurrió en este caso.

- Incertidumbre sobre los precios: aunque el objetivo declarado de la medida es reducir los precios de vestimenta y calzado, las experiencias previas demuestran que la mayor apertura comercial no garantiza una reducción real de los precios para los consumidores.

- Riesgo de incremento del comercio ilegal y contrabando: el sector ya enfrenta dificultades por el comercio ilegal, y la eliminación de barreras arancelarias podría agravar este problema.

- Necesidad de una política integral de competitividad: las entidades del sector pidieron un plan coordinado que aborde problemas estructurales como la elevada carga fiscal, el acceso limitado al crédito y la informalidad laboral, antes de tomar decisiones unilaterales sobre la reducción de aranceles.

- Impacto en el empleo: el sector textil, de indumentaria y calzado, es uno de los principales generadores de empleo en varias provincias del país. Los empresarios temen que una mayor apertura a las importaciones acelere la pérdida de puestos de trabajo.

El rechazo del sector textil reflejó la creciente preocupación por el futuro de la industria nacional en un contexto económico complejo, donde las medidas tomadas sin consulta previa y sin un enfoque integral podrían agravar aún más los problemas estructurales que enfrentan los productores locales.

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