

Jubilados autoconvocados, sindicatos, agrupaciones sociales y estudiantes universitarios se reunieron en Plaza Independencia para marchar en contra de las políticas de ajuste del Gobierno Nacional a las que tildaron de ser “un genocidio por goteo”. Con pancartas, cantos y reclamos por megáfono, los congregados también apuntaron contra el gobernador, Osvaldo Jaldo, al que acusaron de “engañar al pueblo tucumano al votar todo a favor de (Javier) Milei”.
Los manifestantes se agruparon frente a la Casa de Gobierno a las 18.30 y marcharon alrededor de la Plaza Independencia pasadas las 19.30. Entre los presentes, que en caravana alcanzaron los 100 metros, se encontraban reducidos grupos de hinchas de Atlético Tucumán y San Martín de Tucumán que con bombos y banderas se sumaron a los cánticos a favor de los jubilados.
“Agradecemos a toda la concurrencia de la provincia que vino a participar y a acompañarnos en esta movida. Desde aquí pedimos que cese la represión a nuestros compañeros que están en Buenos Aires, que están luchando y que salen todos los días y no saben si van a volver a la casa porque les están apuntando a la cabeza directamente para matarlos”, manifestó Ana Zamora, referente de Jubilados Autoconvocados en Tucumán.
“Es cómplice”
La aprobación en Diputados del DNU sobre el acuerdo con el FMI, también fue tema de reclamo de los manifestantes quienes apuntaron contra el gobernador por ordenar a sus diputados votar a favor. “Ahora le dicen dialoguista, pero antes le llamábamos traidores. Nosotros hemos puesto a un gobernador, este, del Partido Justicialista y está votando todas las leyes para el oficialismo. ¿Qué es eso? ¿A quién representa? Es una falta de respeto, falta de moral y de ética”, comentó Zamora a LA GACETA.
Verónica Gramajo, docente especial del ámbito privado, remarcó que tomó la decisión de participar de la marcha ya que sus padres no pudieron asistir y apuntó contra el Gobierno nacional por el recorte en medicamentos. “Les quitaron un montón de derechos adquiridos que venían de gobiernos anteriores. Acá hay abuelos que están a punto de llorar porque no llegan a cubrir la medicación para seguir viviendo el día a día. Desde mi profesión también vi que muchas personas con discapacidades quedaron sin su pensión y muchos realmente las necesitan”, comentó. A la vez, apuntó contra el Gobierno de la provincia al que tildó de “nefasto” y “cómplice de los ajustes de Javier Milei”. “Espero que la gente elija bien este año y que los saquen del lugar en el que están. Se los votó para que defiendan nuestros derechos, no para que vayan en contra nuestro”, señaló.
Reproches a la Policía
Si bien la marcha se desarrolló de manera pacífica, hubo momentos de abucheos a la Policía que custodiaba la Casa de Gobierno.
Minutos antes de comenzar la caminata alrededor de la Plaza Independencia, una de las manifestantes denunció por micrófono que “quisieron desconectar el equipo de audio” que utilizaban para alzar sus voces. Si bien lo que denunciaba no llegó a concretarse, los presentes cantaron en contra de los oficiales apostados en las escalinatas y un jubilado reclamó la represión que sufrieron algunos adultos mayores en la Ciudad de Buenos Aires. “Ahora nos pegan y quieren callarnos. Ustedes también llegarán a viejos, estén de nuestro lado”, reclamó.
“Necesito que me ayuden”: un jubilado suplicó que el Gobierno entregue los medicamentos para su mujer con epilepsia
Acompañado por Ana Zamora, referente de Jubilados Autoconvocados de Tucumán, Rómulo, un señor de 70 años quién prefirió resguardar su apellido, comentó a LA GACETA que está afligido por la quita de medicamentos que sufre junto a su mujer, ambos discapacitados. “Mi mujer, Carmén Ibáñez, es epiléptica, y le quitaron todos los medicamentos. Le pusieron de venta libre y no tenemos para comprar, ¿de dónde vamos a comprar?. Los dos somos discapacitados y cobramos la mínima”, resaltó el hombre con voz de preocupación y lágrimas en sus ojos.
En todo momento de la marcha, Rómulo mostró a los medios de comunicación una bolsa con cajas de medicamentos que debe comprar todos los meses para él y para su mujer. “Esto no puede seguir así. Jaldo nos sorprendió con la decisión que tomó. Necesito que me ayuden”, suplicó el jubilado, mientras otros participantes lo abrazaban ante su desazón.
“Hay muchos compañeros que quedaron en el camino porque han cortado el tratamiento y, además de eso, están en pozo depresivo porque ven que esto no hay salida, no da para más. Lamentablemente, el gobierno ha demostrado que no está capacitado para manejar el país. No somos la casta”, reclamó Zamora. El jubilado participa activamente de las movilizaciones para reclamar por un reajuste en los haberes.
Calles convulsionadas: 0rganizaciones sociales y sindicatos se hicieron sentir
Militantes de distintas extracciones políticas, dirigentes sindicales y de movimientos sociales se manifestaron desde las primeras horas de la tarde de ayer en apoyo al reclamo de jubilados que exigen una mejora en sus haberes. A diferencia del miércoles pasado, la disposición del operativo policial bloqueó los accesos al Congreso de la Nación.
En el marco de la marcha hubo numerosas consignas expresando solidaridad con el fotógrafo Pablo Grillo, herido gravemente el miércoles pasado por un disparo realizado por la Gendarmería Nacional. Los bancos de la plaza del Congreso sirvieron como escenario para que los integrantes del Plenario de Trabajadores Jubilados realicen un acto improvisado en el que pidieron la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; criticaron a la CGT y le exigieron la convocatoria a un paro general. “Este acto es un enorme triunfo contra la represión de Bullrich y (Javier) Milei. Las calles son nuestras, Milei, te las ganamos”, dijo Nora Biaggio, integrante del plenario.
En medio del reclamo, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, sorprendió a propios y extraños cuando salió del palacio del Congreso y saludó uno por uno a los policías que se encontraban en la parte de atrás del edificio.
“Somos descartables”: el dolor de una jubilada por la falta de medicamentos y el pedido de un bastón
Silvia Avellaneda, jubilada de 75 años y oriunda de Tafí Viejo, contó a LA GACETA los problemas que afronta en los últimos meses por la falta de medicamentos y la deficiente atención de la obra social PAMI. “Vamos a un sanatorio y te dicen Pami no atendemos. Yo necesito un bastón hace un año y estoy medicada porque tengo un problema en la cadera. Sin esa medicación yo no puedo caminar, la tengo que comprar porque también me la sacaron. Todos los antiinflamatorios que me hacían falta por mi grave salud, me sacaron. Nos dan un bono de $70.000 pesos y el sueldo es de $240.000, no nos alcanza”, comentó.
Afligida por su situación y con lágrimas en su rostro, la mujer señaló que vivir con su hija es de gran ayuda para poder pagar los servicios mensuales del hogar. “Lo que cobro es para los remedios y no pago luz porque vivo con mi hija, ella también me da la comida. Me duele mucho porque siento que somos ciudadanos descartables. Lo que pienso es que nos quieren exterminar”, manifestó.
Respecto a la posición dialoguista del gobernador Jaldo, punto muy cuestionado durante la marcha, Avellaneda comentó que entiende la postura del mandatario “porque son cuestiones políticas”. “Yo creo que le da un guiño porque también le conviene estar bien con el presidente, pero me duele que nosotros no le importamos a nadie, como ya no votamos después de los 70, entonces nos descartan”, deslizó.