
La duración de tu canción favorita o el tiempo que te toma preparar tus tostadas puede ser el plazo suficiente para disminuir el riesgo de padecer cáncer. Según un último estudio, el tiempo que debés hacer actividad física es mucho menor que los 150 minutos a la semana que destaca la creencia popular.
Cada vez existe mayor evidencia científica sobre el tiempo que debemos realizar ejercicio para mejorar la salud. Durante décadas la recomendación era caminar 10.000 pasos o hacer actividad más de una hora. Pero un nuevo un publicado el 27 de julio de 2023 en la revista JAMA Oncology sugiere que solo cuatro a cinco minutos son suficientes.
La actividad física reduce el riesgo de padecer cáncer
El estudio, citado por Eating Well, advierte que solo cuatro o cinco minutos de "actividad física intermitente vigorosa" son suficientes para reducir significativamente el riesgo de cáncer. Luego de descubrir que quienes no hacían actividad física tenían mayor predisposición a padecer esta enfermedad, resolvieron que este tiempo podía reducir el riesgo hasta en un 32%.
Investigadores del Centro Charles Perkins de la Universidad de Sydney en Australia notaron que estudios anteriores sugerían que los adultos que no hacen ejercicio parecen tener mayor riesgo de desarrollar 13 tipos de cáncer (de mama, de endometrio, colorrectal, de hígado, de riñón, de pulmón y más), pero notaron que había una brecha de conocimiento sobre cuánto ejercicio podría marcar la diferencia.
¿Cómo se llevó a cabo el estudio?
Los investigadores de este estudio querían determinar el impacto de pequeños intervalos de movimiento. Decidieron denominarlos actividad física intermitente vigorosa en el estilo de vida (VILPA), y los clasificaron bajo este concepto: desde las tareas domésticas vigorosas y cargar una cesta pesada por el supermercado hasta caminar rápido y enérgico para recoger el correo o jugar con niños.
"VILPA es un poco como aplicar los principios del entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) a la vida cotidiana", añade en el comunicado de prensa Emmanuel Stamatakis, Ph.D. , autor principal de este estudio y profesor de actividad física, estilo de vida y salud poblacional en la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Sídney.
Utilizando datos de 22.398 personas inscritas en el Biobanco del Reino Unido. Luego, compararon estas tasas de actividad con los resultados de salud anotados en los registros de salud clínicos durante siete años. El grupo de participantes tenía una edad promedio de 62 años y normalmente no hacían ejercicio ni caminaban tranquilamente durante su tiempo libre. Los investigadores excluyeron a las personas que habían recibido un diagnóstico de cáncer previo o que habían sido diagnosticadas durante el primer año (ya que probablemente no fue tiempo suficiente para que cualquier VILPA hiciera una diferencia en los resultados de salud). También controlaron la edad, el tabaquismo, los hábitos de sueño, la genética, la dieta y el tamaño corporal.
Los resultados de la investigación
Durante el seguimiento de siete años, los autores del estudio descubrieron que se habían diagnosticado 2356 casos de cáncer, y que aproximadamente 1084 casos eran cánceres que, según ellos, podrían ser menos probables si se realizara más actividad física. Alrededor del 92 % de las sesiones de VILPA duraron cerca de un minuto, y quienes acumularon 3,5 minutos de VILPA al día parecieron tener un 18 % menos de riesgo de cáncer (en comparación con sus compañeros que no lo hicieron). Tan solo 4,5 minutos de VILPA al día se relacionaron con un 32 % menos de riesgo de cánceres relacionados con la actividad física, señalan los investigadores. Los beneficios continúan aumentando con más actividad, pero ese es un cambio significativo logrado en un lapso de tiempo equivalente a un par de pausas publicitarias o una canción pop.
Los autores del estudio admiten que, por el momento, aún desconocen la razón exacta de esto. Sin embargo, creen que la relación entre VILPA y un menor riesgo de cáncer podría estar relacionada con una mejor capacidad cardiorrespiratoria, cambios en la sensibilidad a la insulina y menores niveles de inflamación crónica .