
Si algo queremos evitar, es empezar el día con el pie izquierdo. A veces puede ser complicado controlar el inesperado desenlace de lo que va a pasar, pero hay otros acontecimientos que podemos manejar y esas son nuestras decisiones. Según los expertos, existen ciertas rutinas y actividades específicas que pueden predisponernos a una jornada con energía y buen ánimo.
Comenzar el día con una rutina bien definida puede ser clave para mejorar la salud física y mental, según destacaron varios especialistas en un artículo publicado recientemente en Eating Well. Médicos, dietistas y neurocientíficos compartieron al medio cuáles son las rutinas y hábitos matutinos que no solo les ayudan a afrontar el día con más energía, si no que además tienen un impacto positivo a largo plazo en su bienestar.
Las estrategias de los expertos para empezar el día con energía
Los especialistas resaltaron cuáles son las estrategias personales para empezar la mañana de manera saludable. Estas recomendaciones, basadas en la experiencia profesional y personal de cada uno, ofrecen una guía práctica para quienes buscan optimizar su rutina diaria. Según la nutricionista Lisa Valente, estas acciones deben realizarse antes de las ocho de la mañana.
Evitar alarmas ruidosas y el botón de posponer
El doctor Hervé Damas, médico radicado en Miami, subrayó la importancia de evitar despertarse con alarmas ruidosas. Según explicó, el sonido abrupto de una alarma puede provocar un aumento inmediato de la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que genera estrés desde el inicio del día. En su lugar, recomienda despertarse con luz natural o, si es necesario, utilizar alarmas con sonidos suaves y progresivos.
La dietista Lisa Valente advierte sobre no posponer la alarma. Según la Fundación Nacional del Sueño , esos últimos momentos de sueño no son reparadores y, de hecho, pueden dejarte más aturdido.
Meditar
La meditación también ocupa un lugar destacado en las rutinas matutinas de los expertos. El cardiólogo Adam Splaver, con sede en Miami, practica 20 minutos de meditación cada mañana, sentado en su cama en posición de loto. Según explicó, esta práctica ayuda a calmar el sistema nervioso y a afrontar el día con mayor serenidad. Splaver destacó que la constancia es clave para obtener los beneficios de la meditación, y recomendó no esperar a estar en una situación de crisis para comenzar a meditar.
Beber agua
Otro hábito sencillo pero efectivo es el de beber agua al despertar. Mónica Auslander Moreno, consultora de nutrición, señaló que un vaso de agua de 355 mililitros es suficiente para rehidratar el cuerpo tras una noche de descanso. Según explicó, esta práctica no solo contribuye a alcanzar los niveles diarios recomendados de líquidos, sino que también prepara al organismo para el día. Para quienes no disfrutan del agua pura, sugirió añadir frutas o hierbas para darle sabor.
Cambiarse
La dietista Lisa Valente destaca la importancia de no quedarse en pijama por la mañana. Ella advierte que vestirse le ayuda a "pasar de dormir a hacer cosas". "Vestirme con ropa deportiva también me hace más propenso a entrenar", destaca.
Los alimentos para el desayuno
En cuanto a la alimentación, Rachel Fine, nutricionista en Nueva York, compartió su hábito de añadir linaza molida a su desayuno. Este alimento, rico en ácidos grasos omega-3 y lignanos, ofrece beneficios para la salud del corazón y el cerebro, además de propiedades antioxidantes. Fine recomendó espolvorear linaza en alimentos como avena, yogur o batidos para incorporarla fácilmente a la dieta.
Un café a primera hora
Para Heidi Moretti, nutricionista en Montana, el día comienza con una taza de café recién hecho, un ritual que no solo mejora su estado de ánimo, sino que también estimula su concentración. Según explicó, el aroma del café interactúa con el sistema límbico del cerebro, generando sensaciones de calma y enfoque.
Estiramientos
El movimiento también es esencial para un inicio saludable. Grayson Wickham, fisioterapeuta, realiza una rutina de estiramientos de 10 minutos cada mañana para preparar su cuerpo para el día. Según explicó, este hábito ayuda a reducir la rigidez muscular y el riesgo de lesiones, especialmente después de varias horas de inactividad durante el sueño.