

Atlético y Vélez se enfrentan mañana desde las 21.15 en un duelo que tiene más que tres puntos en juego. Más allá de la importancia que tiene el partido, el partido estará cruzado por el reencuentro de varios jugadores con su pasado.
De un lado, Tomás Marchiori y Agustín Lagos volverán a pisar el césped en el que se consolidaron como futbolistas; esta vez con la camiseta de Vélez. Del otro, Matías de los Santos y Miguel Brizuela revivirán sus días en el “Fortín”, aunque ahora vistiendo la celeste y blanca del “Decano”.
Para Marchiori, el partido tendrá un tinte especial. El arquero mendocino dejó Atlético a comienzos de 2024 luego de cuatro temporadas en el club en las que pasó de ser un suplente habitual a convertirse en una pieza clave del equipo. Tras algunas temporadas con escasa participación, su gran oportunidad llegó en la 2022/23, cuando disputó 30 partidos y demostró que estaba listo para asumir el desafío de ser titular.
En su último año en el club defendió el arco en los 37 partidos que jugó Atlético y fue una de las figuras del equipo a pesar de los altibajos que vivió el “Decano” entre la pelea por el título con Lucas Pusineri y la lucha por evitar el descenso en el torneo siguiente.
Marchiori acumuló casi 7.000 minutos en el arco “decano” y dejó su huella en la historia del club con una marca impresionante: 761 minutos sin recibir goles, hasta que Gabriel Ávalos (de Argentinos) rompió esa racha.
Esa solidez fue la que lo llevó a Vélez, que decidió apostar fuerte por él. En su primera temporada en Liniers, se consolidó como figura, fue titular en todos los partidos, ganó la Liga Profesional y perdió dos finales de Copa de la Liga. Ahora regresa a Tucumán con la misión de mantener el arco de Vélez en cero, aunque no está claro cómo será recibido por la hinchada que alguna vez lo ovacionó.
El rol de Lagos en el partido podría ser menor. El lateral santiagueño, que se encuentra recuperado de una lesión muscular, seguramente comenzará en el banco.
Su salida de Atlético no estuvo exenta de polémica: tras un breve pero destacado paso por el equipo, su partida se precipitó por diferencias con la CD.
En su primera campaña con el “Fortín” cumplió con creces y fue parte del equipo campeón de la Liga Profesional.
Pero más allá de lo deportivo, Lagos también fue noticia por sus declaraciones fuera del campo. Hace menos de un año, el santiagueño se expresó en diálogo con LA GACETA sobre las dificultades económicas que enfrentaba su familia y la importancia de haber asegurado un contrato que le permitía ayudarlos. “Mis dos hermanos y yo nos estamos haciendo cargo de los gastos y la realidad es que no se llega bien a fin de mes”, aseguró.
De los Santos y Brizuela fueron compañeros en Vélez en 2022, cuando el equipo alcanzó las semifinales de la Copa Libertadores. Hoy, ambos son parte de la defensa del “Decano” y buscarán amargarle la noche a su ex club.
Brizuela jugó 91 partidos con Vélez y marcó cinco goles, pero su relación con los hinchas del “Fortín” se deterioró con el tiempo, en gran parte debido a problemas extradeportivos.
Su nombre quedó envuelto en polémica luego de ser denunciado por abuso sexual y violencia de género, lo que generó un fuerte rechazo en la parcialidad velezana. Y eso aceleró su salida.
El uruguayo tuvo un paso más tranquilo por Liniers. Jugó 68 partidos entre 2021 y 2022 y marcó cuatro goles. Fue un titular indiscutido y dejó una buena imagen, lo que le permitió dar el salto al fútbol chileno antes de regresar a Argentina para sumarse a Atlético.
Más allá de lo futbolístico, la gran incógnita de la noche será la reacción del público tucumano ante la presencia de Marchiori y Lagos, que fueron jugadores importantes en los últimos años del “Decano”, pero que tuvieron salidas poco amigables: en ambos casos, la presión que ejercieron para ser transferidos generó malestar entre los hinchas.
El ambiente en el Monumental estará cargado de tensión, y no sólo por el regreso de los ex. Atlético llega golpeado tras tres derrotas en fila, y tiene la obligación de cambiar la imagen.
En la “noche de los ex” que nada tiene que ver con la televisión y Gran Hermano, el clima en Tucumán dependerá en gran medida de lo que pase en el campo de juego. Un triunfo del “Decano” podría aliviar la bronca y transformar los murmullos en aplausos, pero una nueva caída podría terminar de encender la mecha de un descontento que viene en aumento.