La avenida de Yerba Buena que se hizo famosa en la pandemia y ahora no para de crecer

La avenida de Yerba Buena que se hizo famosa en la pandemia y ahora no para de crecer

Es una de las arterias que sumó más barrios y negocios en los últimos años. También aumentó el tránsito de vehículos. Qué pasa con el proyecto para conectar esta vía con el Camino del Perú.

INTENSO TRÁNSITO. La Fanzolato es la vía de conexión hacia muchos barrios nuevos y por ello a diario muchos vehículos circulan por allí. INTENSO TRÁNSITO. La Fanzolato es la vía de conexión hacia muchos barrios nuevos y por ello a diario muchos vehículos circulan por allí. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Durante la pandemia, se hizo famosa por las largas filas de autos que se formaban allí con conductores en busca de la vacuna contra la covid 19. En esos tiempos, la Fanzolato ya se perfilaba como una de las avenidas que más estaban creciendo en la ciudad de Yerba Buena. Hoy la urbanización a lo largo de esta arteria avanza cada día más: se van sumando barrios privados, negocios de distintos rubros y vehículos que van y vienen a toda hora.

Muchos vecinos ven esto como algo positivo. Inés Campos, que vive hace más de 20 años en el barrio Las Acacias (al este de la avenida) sostiene que la zona progresó mucho, aunque en su vecindario todavía padecen por las calles de ripio en muy mal estado, remarcó. “Nosotros todavía no vimos las mejoras; parece un sitio apto solo para carretas”, recalca, irónicamente, la docente.

“Se ha vuelto una avenida con demasiado tránsito”, apunta Patricia Sáez, que trabaja en una librería ubicada al 500 de la Fanzolato. De todos modos, celebra la transformación que tuvo la zona, donde ya se contabilizan más de una docena de barrios. “Estaría bueno que haya más seguridad”, aporta. “Es un sector muy lindo. Ojalá que siga creciendo”, agrega Juan Pablo Arye, de un local que vende productos de limpieza en el barrio Las Marías.

Sobre la avenida se repiten las despensas, algunas de gran tamaño, y también hay farmacias, carnicería y verdulería, entre otros rubros. Hay además, centros comerciales, uno de ellos con un minimercado, gimnasio y ferretería. No podían faltar las panaderías y una veterinaria para las mascotas de la zona.

Lo bueno y lo malo

Rosario Méndez, que se mudó hace poco a un vecindario cerrado, está fascinada con el lugar. “Tenés mucha naturaleza, tenés de todo para resolver las compras por aquí y estás cerca del centro de Yerba Buena y de la capital. Además, tenés colectivos para ir y volver. Antes vivía en un departamento en la ciudad y esto me cambió todo”, señala. Y luego admite que sí le gustaría que fuera más segura la avenida, ya que hay mucha mezcla de tráfico. “En ciertos horarios se congestiona la entrada a la Fanzolato desde la (avenida) Perón y también desde la calle Frías Silva”, resalta.

COMERCIAL. En los últimos tiempos se abrieron varios locales en la avenida LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

Desde que nace, en la avenida Perón al 600, hasta la altura del 1.000, la Fanzolato tiene dos carriles para cada mano, separados por una platabanda. En las ocho cuadras restantes, hasta que finaliza en un descampado, es más angosta: tiene un solo carril de cada lado. Ese tramo fue pavimentado hace unos años para mejorar la conexión entre los barrios de zona norte de Yerba Buena con San José y la Perón.

“El asfalto nos trajo muchas facilidades para llegar a casa y también ayudó al crecimiento de toda esta zona. Ahora, casi todos los vecinos de los barrios ubicados por aquí, como el Bernel o Alto Verde, usamos la Fanzolato. Eso también hizo que aparecieran más negocios y servicios”, describe Luis Ramírez.

Además de los colectivos de línea, por la Fanzolato circulan los minibuses que conectan el sur con el norte de Yerba Buena.

Hay más transito y también más peligros, remarca Alejandro Ale, vecino del barrio Municipal. Vive sobre la calle Atilio Santillán, donde la circulación se incrementa cada vez más por la aparición de nuevos barrios y countries. “Se construyeron lomos de burro, pero de igual manera hay que tener mucho cuidado”, resalta.

Los vecinos no pierden la esperanza de que la Fanzolato se pueda abrir y avanzar hacia el Camino del Perú. Son unos 400 metros que se necesitan abrir para que esta arteria ayude a aliviar el intenso tránsito que hay a diario en la calle Frías Silva, de San José.

En realidad, se trata de un plan más ambicioso denominado Autopista de Circunvalación Noroeste, el cual fue diseñado por la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) hace unos dos años para mejorar la conectividad de Yerba Buena, Cevil Redondo, Tafí Viejo y Los Nogales, y que podría llegar a aliviar el Camino del Perú, un corredor colapsado desde hace tiempo. En una entrevista con LA GACETA, el ingeniero Pablo Díaz, al frente de la DPV, dijo que ya se estaba avanzando en el proyecto.

El trazo grueso de la iniciativa marca la posibilidad de construir una vía rápida de poco más de siete kilómetros de longitud, desde Yerba Buena pasando por Cevil Redondo y Tafí Viejo, hasta empalmar con la ruta 9.

TRANSPORTE PÚBLICO. Colectivos y minibuses recorren la Fanzolato. LA GACETA / FOTO DE OSVALDO RIPOLL

El arquitecto y urbanista Franco Marigliano, quien fue subsecretario de planeamiento urbano de la Municipalidad de Yerba Buena y ahora es concejal de esa ciudad, dijo que al menos desde la Ciudad Jardín es muy factible avanzar con la apertura de la calle Fanzolato para materializar el proyecto, ya que hay terrenos disponibles en ese sector. “Es un plan muy bueno de Vialidad que permite la conexión metropolitana de Tucumán. Es algo necesario. Hoy tenemos un camino de Perú desbordado, al igual que la calle Frías Silva. La Fanzolato va a ser una conexión norte sur importantísima, no solo de Yerba Buena, sino a escala metropolitana; muchos vecinos del Gran San Miguel de Tucumán se van a beneficiar”, opina.

Según Marigliano, la Fanzolato es una de las zonas que más crecieron en Yerba Buena, por la cantidad de terrenos vacantes que hay en los alrededores, que son de privados que no presentaron aún ninguna propuesta para desarrollar sus lotes. “Hay dos o tres proyectos que ya están aprobados y creo que hay uno que ya está en obra. Esa es la zona de gran futuro, de gran desarrollo. Tenemos barrios abiertos y cerrados. Este uso mixto del terreno es lo que se ve en muchas ciudades modernas. Hay terrenos que incluso se donaron al municipio para que se puedan desarrollar espacios públicos”, remarca el edil de la Ciudad Jardín, que está entre los municipios que más crecieron en los últimos años. Según el censo 2022, Yerba Buena tiene 102.741 habitantes; esto es el 35,6% más de población que en 2010. Y sumó el 55% más de viviendas.

Opiniones

“Es necesario regular el uso del suelo”

La arquitecta Claudia Gómez López, directora del Centro de Estudios del Territorio y Hábitat Popular (Cetyap) de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNT, analiza por qué la Fanzolato es una de las avenidas que más creció en los últimos años. A su parecer, se debe a que da accesibilidad desde una de las vías más emblemáticas del “mundo country” (tan de moda), como lo es la avenida Perón. Sin embargo, según aclara, muchos de los barrios cerrados que se ubican allí no pertenecen a Yerba Buena, sino a la comuna de Cevil Redondo. La experta no ve con muy buenos ojos lo que ocurre en algunos casos. Según dijo, se venden terrenos en zonas sin urbanizar y con un acceso irregular a servicios tan importantes como el del agua potable.¿Qué cosas cree que serán necesarias encarar en la zona para que no crezca en forma desordenada?, le consultamos. “Urge hacer un plan de ordenamiento metropolitano que regule los usos del suelo”, señaló.

PROYECCIONES. La Fanzolato podría abrirse hacia el Camino del Perú.

Acerca de la apertura de la avenida Fanzolato para conectar Yerba Buena con Tafí Viejo por una vía más rápida, sostuvo: “el impacto de esta obra de conexión es tremendo porque permitirá la expansión de la zona pedemontana de Cevil Redondo y de Tafí Viejo, que posee un gran problema estructural que no está resuelto y que no se resolverá en los próximos 10 o 15 años: el acceso al agua”. Es un sector que está por arriba de la cota de abastecimiento de El Cadillal (que además no da abasto) y sin ningún proyecto a corto o mediano plazo para resolver el acceso al agua. Los barrios privados lo solucionan siguiendo la ley de gallinero: hacen un pozo que cada vez debe ser más profundo, y que va dejando sin agua al barrio de la par, que está por arriba de este”.

Planificar el área metropolitana es clave

Matilde Malizia, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y autora de una tesis post-doctoral sobre los countries y barrios privados yerbabuenenses, también tiene una visión más precavida sobre el crecimiento de la avenida Fanzolato, apuntando que el gran desarrollo de los barrios privados no es, necesariamente, positivo. Por un lado, generan complicaciones en la trama urbana. “La riqueza de la ciudad está en la convivencia de la población, cuando todos podemos disfrutar de los mismos espacios.  Segregar y fraccionar la ciudad haciendo barrios de IPV (Instituto Provincial de la Vivienda) para un lado y urbanizaciones cerradas para el otro es un error gravísimo porque lo que estamos haciendo es cortar los espacios de encuentro que justamente es lo que nos hace valiosos como sociedad”, evalúa. El crecimiento de la Fanzolato, según la experta, tiene que ver con que esa área metropolitana está en el límite ya de su expansión. “Pensar en seguir expandiéndose sobre el cerro no es una posibilidad, por más que algunos lo quieren. Entonces, se buscan terrenos en la zona norte o sur”, detalla. “En general, lo que uno observa es que hay lugares donde un conjunto de barrios depende de distintos municipios o de un municipio y una comuna; cada uno con su propio ordenamiento o código de planeamiento y eso dificulta una buena planificación. Muchas veces los límites son las avenidas o las platabandas. En este caso hay urbanizaciones dependientes de Yerba Buena y otras de Cevil Redondo”. “Para poder gestionar, tomar decisiones conjuntas que beneficien a todos los habitantes, es necesario un órgano de gobierno más amplio que se dedique a la planificación del territorio. Si no, sigue creciendo de manera anárquica la ciudad. Y sigue avanzando sobre espacios verdes, sobre espacios que eran utilizados para la agricultura.  Entonces, el cinturón hortícola que uno tenía alrededor de la ciudad para proveer de alimento a la ciudad se va o deja de existir, y es un problema”, resume.  

En continuo crecimiento

55% aumentó la cantidad de viviendas en el departamento de Yerba Buena en 12 años.

35,6% más de habitantes tiene la “Ciudad Jardín”; ya superó la barrera de los 100.000 residentes y es el segundo distrito con más crecimiento en la provincia.

29.000 viviendas tiene aproximadamente Yerba Buena; de ese total, unas 26.600 son casas.

86.900 vehículos conforman el parque automotor de la Ciudad Jardín; una cifra que se ha duplicado en los últimos años.

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