

Diego Armando Maradona lo dijo y lo cumplió. Lionel Messi lo soñó y, aunque le costó muchísimo, también lo consiguió. Juan Manuel Fangio hizo historia en el automovilismo: fue la primera gran leyenda de la Fórmula 1 tras conquistar cinco campeonatos del mundo. Ni hablar de la “Generación Dorada” del básquet, que obtuvo el oro en Atenas 2004 con Emanuel Ginóbili como líder, o de la gran cantidad de boxeadores que levantaron el cinturón de campeón mundial. La monarquía del deporte, en términos competitivos, parece un objetivo común para todos los atletas argentinos, como si fuera un mantra impreso desde su formación. Valentín Perrone, de 17 años, no es la excepción.
“Quiero ser campeón del mundo”, suelta en diálogo con LA GACETA. El piloto del equipo KTM Tech3 está dando sus primeros pasos: es uno de los rookies (debutantes) de Moto3 y participó en su primera carrera en el GP de Tailandia. Sin embargo, esa inexperiencia no es un factor limitante para sus sueños, y este fin de semana quiere disfrutar de la localía en el autódromo de Termas de Río Hondo, donde se correrá la segunda fecha del campeonato mundial.
Perrone es argentino por elección. No nació en ninguna de las 23 provincias del país, sino en Barcelona, España. Incluso su acento catalán está bien marcado. La “argentinidad”, sin embargo, es una herencia que recibió de su padre, y desde niño no dudó en representar a la celeste y blanca en el automovilismo. “Estoy súper contento de estar en el país que represento”, dice con una sonrisa. El joven disfruta del dulce de leche, es fanático de los alfajores, toma mate y es hincha de River. La entrada de su box, incluso, es inconfundible: tiene una bandera argentina clavada en una de las macetas que adornan el paddock termense.
“Es un circuito que siempre vi por televisión y me gusta. Ayer lo recorrí y me pareció muy interesante. También estoy muy contento porque mi familia estará acá. Vinieron mi tío y mis abuelos, y me alentarán desde la grada. Siento un gran placer al compartir esto con la gente”, opina. No es raro que sus familiares se acerquen a su box para darle un abrazo y desearle buena suerte en lo que será su segunda carrera en la categoría.
El piloto de KTM Tech3 es consciente del furor que despertó su llegada al país. Ha realizado decenas de entrevistas y muchos fanáticos quieren tener un recuerdo con él. “Estoy muy contento por todo lo que estoy viviendo. Me piden fotos, me comentan en las redes sociales… Es increíble. Todo lo que está sucediendo es porque la gente quiere saber quién soy. Estoy un poco cansado por todo el movimiento, pero me gusta lo que está pasando”, describe.
Días atrás, antes de llegar a Termas, Perrone aprovechó para visitar a su familia y recorrer distintos puntos de Buenos Aires. “Fui a toda la zona del centro, a Palermo, visité la Casa Rosada y estuve en el palco presidencial de la cancha de River. Fue increíble porque pude ver a todos los aficionados argentinos gritando como locos”, recuerda mientras hace el típico gesto de aliento. Ahora, espera que los fanáticos del motociclismo demuestren la misma euforia a lo largo del circuito termense. “Me sorprende muchísimo la pasión de la gente, porque viven todo al máximo y se nota que disfrutan enormemente los deportes”, enfatiza.
La gastronomía argentina está entre las favoritas de Perrone. Desde niño, acostumbró su paladar a los sabores típicos del país. Sin embargo, en la previa del Gran Premio de Argentina tuvo que resistir algunas tentaciones. “Me levantaba en casa y siempre tenía dulce de leche o alfajores a mano, así que tenía que pedir que me los sacaran porque eran una tentación. No me podía aguantar, ja, ja, ja. Es difícil porque tengo que seguir una dieta sin dulces y otras cosas, aunque me di algunos permitidos”, cuenta.
La competición
Perrone debutó en Moto3 en el GP de Tailandia. La presentación no fue la esperada. Aunque mostró un gran rendimiento en los entrenamientos y en la qualy, no pudo terminar la carrera debido a una colisión con el tailandés Tatchakorn Buasri. A pesar de eso, el argentino se sintió conforme con su desempeño. ¿Por qué? Partió desde la posición 21 y, en la quinta vuelta, ya peleaba por el puesto 15. “En carrera pude avanzar varios lugares y estuve rodando muy bien hasta que ocurrió el accidente. Fue una lástima esa caída, pero me sentí muy bien. Espero dar un paso más este fin de semana. Él me tiró en su casa, y ahora esta es mi revancha”, puntualiza.
La preparación para esta carrera comenzará hoy. Lo primero, según Perrone, será adaptarse al circuito, aunque aún tiene que seguir conociendo el vehículo. “Me queda mucho por mejorar, pero vamos por el buen camino”, asegura.
Valentino Rossi y Marc Márquez son los dos grandes referentes de Perrone. El joven cuenta que ha visto innumerables videos de sus batallas en la pista, aunque actualmente se inclina un poco más por el español. “Tuvo una lesión y luchó mucho para volver, pero ambos son unos monstruos y espero llegar a su nivel”, dijo.
El objetivo de ser campeón del mundo todavía está lejos. No obstante, el joven asegura que ha ido cumpliendo todas las metas que se propuso dentro del deporte. “Primero, el objetivo era llegar al Mundial; ahora es subir a MotoGP y, después, si todo va bien, coronarme como el mejor. Aunque también me gustaría ganar Moto3 y Moto2. Ojalá lo logre”, puntualiza. Perrone, así, no escatimará esfuerzos para conseguirlo y convertirse en uno de los “albicelestes” que llevaron la bandera al olimpo del deporte.