El cáncer de riñón ocupa un lugar preocupante en las estadísticas de salud en Argentina y se sitúa entre los cinco tipos de cáncer más comunes tanto en hombres como en mujeres. Esta enfermedad puede desarrollarse de manera silenciosa, sin síntomas evidentes en las primeras etapas, lo que dificulta su diagnóstico temprano.
Los avances en los métodos de detección y tratamiento han permitido mejorar las tasas de supervivencia cuando el cáncer se identifica a tiempo. La concientización sobre los factores de riesgo, como el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión, resulta fundamental para prevenir el desarrollo de esta enfermedad y promover una mejor calidad de vida.
Esta enfermedad, también conocida como carcinoma de células renales, surge a partir de la proliferación descontrolada de las células que constituyen el tejido renal y, alarmantemente, no manifiesta síntomas en sus etapas iniciales. Por la falta de síntomas es llamado "cáncer silencioso".
¿Cuáles son los primero síntomas?
Aunque en su fase temprana, el cáncer renal suele ser asintomático, los tumores más desarrollados pueden presentar signos reveladores que requieren atención médica inmediata.
Estos incluyen la presencia de sangre en la orina, dolor en un costado de la parte baja de la espalda, fatiga, pérdida de apetito, fiebre y anemia.
Detección temprana
La detección temprana, facilitada por la educación del paciente acerca de los factores de riesgo y los síntomas potenciales, es fundamental para dirigirlos hacia una consulta médica rápida y precisa.
El doctor Rubén Kowalyszyn, reconocido Oncólogo Clínico y miembro de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC), enfatiza la importancia de esta detección temprana: "La detección temprana es fundamental para el éxito de los tratamientos".
Aunque el cáncer renal suele manifestarse de manera esporádica, ciertos factores pueden incrementar el riesgo de desarrollarlo.
Factores de riesgo
Tabaquismo: fumar tabaco duplica el riesgo de cáncer renal, siendo responsable de aproximadamente el 30% de los casos en hombres y el 25% en mujeres.
Género: los hombres tienen entre dos y tres veces más probabilidades de desarrollar cáncer renal que las mujeres.
Edad: la enfermedad suele diagnosticarse entre los 50 y 70 años, siendo más común en adultos.
Obesidad: el sobrepeso aumenta el riesgo de carcinoma de células renales.
Presión arterial alta: la hipertensión puede incrementar la propensión a desarrollar cáncer renal, especialmente en hombres.
Exposición al cadmio: este metal pesado puede ser un factor de riesgo.
Enfermedad renal crónica: la disminución de la función renal puede aumentar el riesgo de cáncer renal.
Diálisis a largo plazo: las personas en diálisis prolongada enfrentan un mayor riesgo de tumores renales.
Antecedentes familiares: quienes tienen familiares directos con cáncer renal tienen un riesgo elevado de desarrollar la enfermedad.