
Con los años, el cerebro experimenta ciertos cambios que afectan a sus capacidades. Sin embargo, recientemente, los científicos descubrieron que este proceso no es lineal, sino que existe una edad específica donde las células cerebrales muestran los primeros signos de deterioro y el momento en que la pérdida toma un ritmo más vertiginoso.
Envejecer es un proceso natural donde se producen discretas alteraciones que lentamente se vuelven más notorias. Un estudio citado por el sitio especializado Science Alert y publicado en la revista PNAS, dio cuenta del momento de la vida donde la pérdida neuronal es significativa. Según los estudiosos esto ocurre en la mediana edad, específicamente a los 44 años.
Por qué esta edad es crítica para el deterioro cognitivo
Según los estudios y pruebas cerebrales realizadas a 19.300 personas, esa edad ronda los 44 años de media. Es a partir de ahí cuando la degeneración empieza a notarse, antes de alcanzar su ritmo más rápido a los 67 años. Cuando llegamos a los 90, la velocidad del envejecimiento cerebral se estabiliza.
"Hemos identificado una ventana crítica en la mediana edad en la que el cerebro comienza a experimentar una disminución en el acceso a la energía, pero antes de que se produzca un daño irreversible, esencialmente la 'curva' antes de la 'ruptura'", dijo la neurocientífica Lilianne Mujica-Parodi, de la Universidad Stony Brook en EE.UU, donde se llevó a cabo el estudio.
La incidencia del metabolismo en el deterioro
El equipo también pudo identificar un posible factor principal de este deterioro: la resistencia neuronal a la insulina. Los resultados sugieren que a medida que nuestro cerebro envejece, la insulina tiene un efecto reducido sobre las neuronas, lo que significa que se absorbe menos glucosa como energía. Por ende, luego comienza a interrumpir la señalización cerebral.
Esta idea de que el metabolismo afecta al envejecimiento cerebral fue apoyada por un análisis genético realizado por los investigadores. La actividad relacionada con la proteína GLUT4, que absorbe la glucosa, y la proteína APOE, que transporta la grasa, coincidieron con los signos de desgaste cerebral.
Un hallazgo alentador
Los hallazgos realizados por los investigadores de la Universidad Stony Brook, podrían ser útiles para encontrar formas de promover una mejor salud cerebral durante las últimas etapas de la vida, según indicaron los estudiosos.
Parodi destacó que la comprensión de los momentos en que exactamente se produce y la manera en que se acelera el envejecimiento cerebral da puntos de tiempo estratégicos para la intervención y el tratamiento. "Durante la mediana edad, las neuronas están estresadas metabólicamente debido a la falta de combustible; tienen dificultades, pero aún son viables", afirmó Mujica-Parodi.
"Por lo tanto, proporcionar un combustible alternativo durante esta ventana crítica puede ayudar a restablecer la función. Sin embargo, en edades más avanzadas, la inanición prolongada de las neuronas puede haber desencadenado una cascada de otros efectos fisiológicos que hacen que la intervención sea menos efectiva", concluyó la especialista.