

“Me sentí bien, contento por atajar el penal justo fue antes del final del primer tiempo. Si nos empataban en ese momento, ellos se iban a ir al descanso con más confianza. Sin embargo, al mismo tiempo me fui con bronca por lo que pasó después”. A pesar de su destacada actuación contra Los Andes, partido en el que le tapó remate desde los 12 pasos a Enzo Díaz, Darío Sand no ocultó su frustración por lo que podrían haber sido tres puntos importantes de cara a lo que se viene, y que a San Martín de Tucumán se le escurrieron como arena entre los dedos.
Es cierto que el “Santo” dejó escapar la oportunidad de quedar como único líder de la zona A de la Primera Nacional, pero Sand sigue sumando hitos personales: con su última intervención, acumula tres penales consecutivos sin recibir goles.
El 6 de octubre en Paraná, contra Patronato, Sand tenía la responsabilidad de frenar a Emanuel Dening desde los doce pasos. El delantero, que actualmente defiende la camiseta de San Miguel, terminó desviando su remate. Claro, la presencia del arquero fue clave para sostener el cero.
Antes de esa acción, el arquero correntino también había sido decisivo contra Blas Palavecino, de Gimnasia de Jujuy, en un partido en el que se quedó a solamente un minuto de romper un récord histórico del fútbol argentino (ser el arquero que más tiempo acumuló sin que le marcaran un gol).
Según el Departamento de Investigación Histórica y Estadísticas de San Martín, el último arquero en lograr una marca similar en el club había sido Marcos Gutiérrez.
Durante el Apertura 2008 y el Clausura 2009, “Anguila” evitó goles en los penales ejecutados por Cristian Lucchetti (Banfield) y Juan Román Riquelme (Boca), mientras que Daniel Montenegro (Independiente) desvió su disparo.
En concreto, la realidad es que la historia de Sand con San Martín es mucho más que números y estadísticas y buenas atajadas. Su llegada en 2022 marcó el inicio de un camino de sacrificio, liderazgo y actuaciones determinantes. Desde entonces, el “1” se convirtió en un símbolo para los hinchas, quienes lo ovacionan en cada partido en La Ciudadela.
“Lo teníamos ahí, muy cerca de haber ganado. Pero bueno, esto recién empieza y tiene que servirnos de aprendizaje. El equipo dejó todo en la cancha así que hay que seguir adelante e ir por más”, afirmó el arquero con la misma convicción que demuestra tener bajo los tres palos. Eso sí, el correntino deja en claro que prioriza el nivel colectivo por sobre el individual. “Acá importaba más que el equipo pudiera obtener los tres puntos”, aseguró.
Sin embargo, el recorrido de Sand en San Martín está lleno de momentos imborrables.
La temporada pasada protagonizó una racha histórica: desde la novena fecha contra Chaco For Ever hasta el empate sin goles contra Güemes, mantuvo su arco invicto durante 1.114 minutos. Esa marca lo ubicó como uno de los mejores en la historia del fútbol argentino, superando registros icónicos como los de Marcos Croce y Carlos Barisio.
La caída en Jujuy contra el “Lobo” lo dejó a un paso de alcanzar el récord absoluto de Alejandro Otamendi (1.115 minutos sin recibir goles en un mismo torneo).
Más allá de esos números, el presente del “Santo” en el torneo no permite distracciones. El próximo desafío será Tristán Suárez, un rival que viene en alza de manera sorprendente y que es el nuevo líder que tiene la zona.
El arquero prioriza el nivel colectivo en San Martín de Tucumán
Sand, con la serenidad que lo caracteriza, analizó los próximos pasos que deberá dar San Martín. “Son todos partidos difíciles, pero el equipo siempre da la cara. Solamente por dos minutos no estamos punteros nosotros. Igualmente seguimos en la pelea, que es nuestro objetivo para esta temporada. Ahora hay que seguir corrigiendo y mejorando los errores para poder seguir creciendo como equipo”, avisó el capitán, que se fue masticando bronca del Eduardo Gallardón. “El partido se dio así y estuvimos realmente muy cerca de ganar”, agregó.
Con su voz de líder, el guardián del “Santo” también resaltó la importancia de aprender de este tipo de situaciones. “Es mejor que estos errores ocurran ahora y no en instancias decisivas. Siempre es positivo corregir mientras seguimos sumando, eso es lo ideal. Además, el equipo sigue invicto algo que es muy importante. Hay muchas cosas buenas y hay que seguir trabajando sobre esa base”, remató el arquero.
Entre circunstancias y resultados, Sand sigue demostrando que su lugar en San Martín va mucho más allá del arco. Es un referente, un líder dentro y fuera de la cancha, y un jugador que entiende que la grandeza no sólo se mide en títulos o récords, sino en el compromiso diario con el equipo y con los hinchas.