Inicio de clases, inicio de problemas: el tránsito colapsa en las puertas de los colegios de Yerba Buena

En distintas ciudades de la provincia se pudo observar la manera en la que el comienzo del nuevo ciclo lectivo provocó una obstrucción en el tránsito, provocando una menor fluidez y embotellamiento vehicular. “Pero eso no sólo sucede en Yerba Buena sino en cualquier ciudad del mundo que, por dos meses, verá interrumpido el cotidiano tránsito a las Escuelas y Colegios”, afirma Victoria Desjardins, directora de Educación de la Municipalidad de Yerba Buena.

Asegura que la poca fluidez vehicular en horarios pico es una problemática que aqueja a todas las ciudades que no cuentan con transportes públicos de calidad o eficientes. “Este es el motivo que lleva a los adultos a tener que usar vehículos propios para transportarse”, concluye. Además, cuenta que el Municipio comenzó a implementar el “MuniBus” con la intención de suplir la falta de recorrido y conexión entre distintos puntos de la ciudad de los pocos colectivos que circulan por Yerba Buena.

Uno de los colegios que se ve afectado por este problema es el Colegio Las Colinas. Mariana Moya, pedagoga social y preceptora del colegio, aseguró que los primeros días de clase es común que se presente esta problemática y que, durante el primer día, ocurrió un choque al frente de la institución. “Tenés muchos vehículos de papás que ingresan al colegio y que a veces los dejan estacionados afuera y esos segundos son realmente fatales”, expresa. Contó como el primer día un auto, que parecía haber tenido una falla mecánica, chocó contra otro estacionado en la mano del frente.

A menos de dos cuadras se encuentra el Colegio Boisdron que, al coincidir sus horarios de entrada y salida con Las Colinas, generan un embotellamiento peor entre las calles La Madrid y Chacho Peñaloza, donde se encuentran ubicados. “Los primeros días durante el horario de clases es caótico, hay muchísimos vehículos. Pero después de esos horarios ya fluye mejor”, indica Moya. Según señala, en el colegio tratarán de tomar medidas como ampliar un poco más su playa de estacionamiento y tratar que los padres estacionen al frente y no de la mano del colegio.

César Farag, uno de los padres que se encontraba a la espera de su hijo en la salida del colegio opinó que el tráfico es bastante complicado y desordenado. “A la mañana la congestión del tránsito amerita la presencia de un varita para que lo ordene. El descontrol es muchísimo. Tenemos que bajar del auto para poder hacer cruzar a los chicos. Nadie detiene el tráfico para que sea más ordenado y más seguro el manejo. También la doble fila complica el estacionamiento de los autos en las dos aceras. Eso no debería ocurrir y debería existir la presencia de un organismo de control para evitar ese tipo de problema”, menciona.

Noelia Nieva alterna el retiro de su hija para buscarla en moto o auto y comenta que tuvo que modificar su rutina para poder llevar a su hija más temprano al colegio. “El tema del estacionamiento es complicado porque si no encontrás lugar, tenés que frenar en el medio de la calle para que los chicos bajen, y eso atrasa a todos. Para la salida, a veces hay que estacionar lejos porque nunca hay espacio. Estaría bueno que hagan un estacionamiento más grande o que tomen alguna medida para que no se arme tanto lío en los horarios de entrada y salida”, resalta.

Por otro lado, Pablo Graffigna, apoderado legal del Colegio Boisdron, explicó que la institución cuenta con estacionamiento propio con accesos por tres calles y que este año se amplió el adoquinado para mayor comodidad. Durante los primeros tres días de clases, se generan algunas complicaciones en el tránsito debido a la cantidad de padres que acompañan a sus hijos, especialmente al mediodía, aunque todos logran estacionar con una leve demora.

Pedido de paciencia

Para mitigar el impacto, el colegio envió notas a los padres pidiendo paciencia y habilitó un estacionamiento extra detrás de la capilla. Si bien la congestión disminuye con el tiempo, al mediodía siempre se registra una mayor circulación, ya que la institución alberga a casi 1.500 alumnos y más de 160 empleados. Afirma que implementaron 600 metros cuadrados de adoquinado adicional, nueva señalización y planean trabajar en una “escuela vial” para fomentar el respeto por las normas de tránsito.

Pablo Alcorta, padre de alumnos del colegio, dijo que el estacionamiento del Boisdron facilita mucho la circulación para los padres de esa institución. Sin embargo, el problema surge fuera del colegio, especialmente en la salida, cuando muchos estacionan en doble fila, tanto de este colegio como de Las Colinas. La situación se complica más debido a la circulación de los colectivos. A pesar del caos inicial, que suele durar unos 20 minutos, la salida escalonada ayuda a organizar el flujo de vehículos. “La Municipalidad debería prohibir el estacionamiento en la mano izquierda para evitar congestiones”, exclamó.

Bernarda Ahado, que también se encontraba a la espera de su hijo, relató que para evitar problemas de tránsito, prefiere llegar temprano al colegio. Señala que el verdadero caos ocurre al mediodía, especialmente en la zona entre Las Colinas y su colegio. “Contar con un estacionamiento amplio facilita mucho la circulación y el adoquinado contribuyó a un tránsito más ordenado dentro del predio”.

Además, el Colegio Pucará informó a las familias que, debido a trabajos de reparación en la calle Chubut, la circulación vehicular se vio modificada temporalmente. Desde el miércoles, el tránsito por esa calle quedó restringido a una sola mano con sentido único oeste-este, desde el Colegio Pucará hacia Los Cerros, durante el horario pico de entrada y salida. Esta medida, que se mantendrá hasta la finalización de las obras, trata de garantizar un tránsito más seguro y ordenado.

María, madre de un alumno del colegio expresó su preocupación por la congestión vehicular, especialmente en el horario de salida, que considera más caótico que el ingreso. “Más que nada tengo que ser muy estratega para ver dónde estaciono y para dónde apunta mi auto a la hora de salir, es caótico la verdad”, dice. Criticó la falta de medidas por parte de las autoridades municipales, sugiriendo la instalación de cartelería con horarios pico, la regulación del paso de camiones y la colocación de lomos de burro para mayor seguridad. Por último, resaltó que el problema no es exclusivo del Colegio Pucará, sino de toda la zona escolar y señaló la necesidad de un esfuerzo conjunto entre padres, colegios y el municipio para encontrar soluciones que mejoren el tránsito y protejan la seguridad de los chicos. (Producción periodística: Celeste Toledo)