

Otra vez, a Tarucas le faltó la puntada final para llevarse el triunfo. La semana pasada, había sido en Paraguay, cuando estuvo a nada de lograr una gran remontada ante Yacaré. Fue en Tucumán, en una “Caldera del Parque” repleta, y ante Pampas, uno de los candidatos al título. En un partido extremadamente físico, la franquicia del NOA cayó 15-14 ante su par porteño, por la cuarta fecha del Súper Rugby Américas. Una derrota dolorosa porque tuvo el triunfo en sus manos, y se le escapó.
El enfrentamiento, un poco, rememoró los históricos duelos entre Tucumán y Buenos Aires por los viejos Argentinos. Principalmente, por la batalla física, que marcó a las claras el rumbo del partido. Porque el cotejo fue más luchado que jugado. De ambos lados, se dieron muchas imprecisiones, lo que hizo que el juego fuera bastante cortado. Encontrar acciones con varios pases encadenados, si uno mira un resumen, es bastante complicado.
En ese juego impreciso, y también con una indisciplina por arriba de la media de ambos lados, fue Pampas el que golpeó primero, cerca de los 20 minutos. Tras un penal frontal a los palos, los dirigidos por Juan Manuel Leguizamón prefirieron ir al touch, y les rindió frutos: tras un par de embates, Federico Lavanini llegó al try, convertido por Estanislao Renthel.
La reacción llegó rápidamente por parte de los dirigidos por Álvaro Galindo. Tras una buena sucesión de pases, Tomás Vanni se cortó por la izquierda, y apoyó en el ingoal rival tras ser tackleado. Tras la conversión de Nicolás Roger, el 7-7 se mantuvo hasta el final del primer tiempo. Tarucas se mostró más firme en las formaciones fijas, pero errores de manejo, varias infracciones y, sobre todo, errores de manejo, le impidieron concretar.
Igual que en la primera mitad, los puntos demoraron en llegar en el segundo tiempo. Recién a los 13‘ se rompió la paridad, y otra vez, la balanza se inclinó a favor de Pampas: Santiago Pernas se escapó por la derecha, tras una gran jugada, y apoyó cuando Baltazar García intentaba sacarlo de la cancha.
Renthel falló la conversión. Y ese fallo pudo haber sido clave, porque apenas unos minutos más tarde, de maul, y revisión de TMO mediante, Facundo García Hamilton apoyó para Tarucas, que pasó al frente por primera vez gracias a una certera conversión de Roger. 14-12, con 20 minutos todavía por delante.
Otra vez, la batalla física se hizo presente durante los minutos que siguieron. Y otra vez, las imprecisiones y las infracciones aparecieron por doquier. A falta de menos de 10 minutos, por primera vez en el partido, Pampas decidió ir a los palos, y Renthel, casi desde mitad de cancha, acertó su penal, para poner a los bonaerense 15-14 arriba.
Probablemente sin merecerlo, porque fue más sólido en muchos aspectos, Tarucas se encontrón en una situación casi desesperada en los últimos minutos. Y hubo dos momentos en los que el triunfo estuvo al alcance de la mano, pero se escurrió.
El primero, un penal que ejecutó Roger. El apertura santiagueño, que hasta ese momento tenía 100% de efectividad en el torneo, no le entró bien a la pelota, y su remate, desde una posición que parecía menos complicada que otros remates que afrontó (en diagonal a los palos, no tan esquinado) se fue desviado.
Aún con ese doloroso yerro, quedaban todavía cuatro minutos en el marcador. Y con un hombre más, por la amarilla a Miguel Prince, justamente, en el scrum que derivó en el penal anterior. En la salida posterior al penal fallado, Roger rompió con pelota en mano, soltó para Thiago Sbrocco, y el tercera línea de Universitario se la pasó a Juan Manuel Molinuevo, que no pudo controlar y perdió la pelota, en la última jugada clara. Y con un knock on tras un scrum, la derrota quedó sentenciado.
Tarucas estuvo a la altura de un rival durísimo, pero, por segunda semana consecutiva, se quedó con las manos vacías por muy poco.