
“Dos carpetas con hojas reforzadas. Una cartuchera. Dos libros de inglés. Un libro de más de 200 páginas para las materias diarias. Cuadernos más pequeños para las asignaturas especiales”. La lista de útiles escolares (con algunas pequeñas modificaciones según la institución educativa), es extensa. Y para muchos niños, también es pesada. Con el inicio de clases, no siempre se tiene en cuenta el impacto que algunos hábitos pueden tener en la salud postural infantil, como el peso excesivo en la espalda a raíz de sus mochilas, o incluso las malas posturas al usar celulares o tablets. Estos factores pueden derivar en dolores musculares, problemas en la columna e incluso afectar el rendimiento escolar.
Ante este escenario, es fundamental tomar medidas preventivas para garantizar un regreso a clases saludable. ¿Cómo deben los niños llevar sus mochilas para evitar lesiones? ¿Cuánto influye el uso de la tecnología en su postura?
“Los músculos y ligamentos cumplen una función estructural clave. Cuando se ven exigidos por malas posturas, el uso de dispositivos o mochilas pesadas, se altera el soporte estructural y la movilidad del cuerpo”, indicó Liliana Perret, licenciada en kinesiología a cargo de la Dirección de Rehabilitación del PRIS (Programa de Rehabilitación Integral y Salud).
Y advirtió que si la postura inadecuada se mantiene en el tiempo, puede generar contracturas y desbalances musculares. “En un niño en desarrollo, esto no solo afecta el crecimiento normal de la columna, sino que puede derivar en problemas de salud a largo plazo”, completó.
Tamaño adecuado
Saber si los niños cuentan con el peso y la altura adecuada para su edad, es algo que se evalúa en cada inicio de ciclo lectivo junto a la ficha médica que requieren en cada escuela. A ese ítem debería sumarse el observar si su mochila respeta las dimensiones correctas para no provocar problemas posturales en el futuro.
Así no solo es clave el tamaño, sino también la calidad de sus materiales. “Las tiras deben ser acolchonadas y ajustables para distribuir el peso de manera equilibrada en ambos hombros. Además, debe tener una cinta ajustable a la altura de la parte inferior del abdomen, debajo del tórax, para un ajuste óptimo”, aconsejó Perret y remarcó que la parte posterior de la mochila debe estar situada justo por encima de la cintura del niño, nunca por debajo de ella.
Otro tip a tener en cuenta para los tutores de los pequeños, es que el peso de la mochila no debe superar el 10 por ciento del peso corporal del niño. “Por ejemplo, si un niño pesa 35 kilos, la mochila no debe exceder los 3.5 kilos”, estimó la licenciada.