Usurpación en Estancia Riarte: “Un perito no puede deducir ni emitir opinión”

En la décima audiencia del juicio por la usurpación de la Estancia Riarte, la fiscalía, representada por Estela Giffoniello, cuestionó el informe médico de Juan Carlos Perseguino sobre las lesiones de Freddy Moreno y su hijo. Además, declararon testigos clave que aportaron diferentes versiones sobre lo sucedido.

Ayer continuó el debate oral en el que están imputados María Lilia Delgado, Benito Toledo, Carlos Omar López, Ubaldo Eduardo Humano, Ciro Fernando López, Felipe Santiago Cruz, Juan Carlos Toledo, José Benito y Manuel Santos Pastrana, todos miembros de la comunidad Indio Colalao. Los nueve están acusados de tentativa de homicidio, robo agravado y usurpación. La querella, a cargo de Camilo Atim, Florencia Abdala y Javier Lobo Aragón, respalda la postura de la fiscalía, mientras que la defensa, encabezada por Carlos Garmendia y Abel Albarracín Suárez, argumenta que sus representados fueron víctimas de hostigamiento por parte de los dueños de la estancia.

Durante la jornada, Perseguino expuso discrepancias entre los certificados médicos expedidos por el hospital de Trancas y el Sanatorio del Parque. “Existen incongruencias con respecto a las agresiones”, manifestó. “El tiempo transcurrido fue de un día; las lesiones no pueden desaparecer en un día”, declaró el médico clínico, quien también remarcó la falta de fotografías, estudios complementarios y controles posteriores que respalden la información de los certificados. “Un perito no puede deducir ni emitir opinión”, cuestionó la fiscal Giffoniello sobre el informe y testimonio del especialista.

Amenazas

La audiencia también incluyó la declaración del comisario retirado Ramón Ramiro Gómez, quien participó en la lectura de la denuncia inicial del incidente, el acta procesal y la declaración del portero de la estancia, Abel Rodríguez. “No nos dejaban entrar a la finca”, comentó Gómez, destacando que los dueños también fueron impedidos de ingresar. Según la versión de Rodriguez, un grupo de aproximadamente 40 personas ingresó por los alambrados y lo expulsó bajo amenazas. “Tienes cinco segundos para irte”, le habría dicho Benito Toledo. También relató que los ocupantes talaron árboles con motosierras para bloquear los accesos. “Vi al señor Freddy tirado en el piso sin reaccionar, mientras su hijo le gritaba: ‘Suéltenlo, lo están matando’”, declaró.

Santo Facundo Costilla, residente de la estancia, expuso un relato distinto. “Nos seguía con el arriendo, y si no teníamos, nos sacaba los animales”, aseguró, en referencia a Freddy Moreno. También dijo que el propietario cerraba el portón con llave e impedía incluso el paso de ambulancias. “Somos originarios de ahí, no nos merecemos pagar”, agregó en referencia al cobro del arriendo. “Antes no había problemas, nos daban leche y carne todas las semanas”, recordó.

La próxima audiencia será el 26 de febrero y cada una de las partes expondrá sus alegatos de clausura. (Producción periodística: Fiorella Lombardo Ríos)