Atlético Tucumán fue una sombra, perdió con Gimnasia y retrocedió varios casilleros

Atlético Tucumán fue una sombra, perdió con Gimnasia y retrocedió varios casilleros

El "Lobo" se impuso 1-0 con gol de Rodrigo Castillo y se llevó tres valiosos puntos a La Plata.

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FOTO: DIEGO ARAOZ - LA GACETA FOTO: DIEGO ARAOZ - LA GACETA

Todo lo que Lucas Pusineri y su cuerpo técnico habían construido en los primeros días en Tucumán, anoche no estuvo presente en el José Fierro. No apareció el juego asociado, ni la presión en bloque efectiva. No hubo situaciones de gol y la firmeza en el fondo parece haber quedado en esas piernas cansadas de los últimos 20 minutos en Córdoba. Atlético Tucumán padeció el partido y fue un equipo similar al de los últimos tiempos de Facundo Sava. Apático y carente de ideas.

Que a los 40 segundos la primera llegada clara haya sido de la visita es una muestra clara de cómo salió a jugar el equipo. Lucas Castro avanzó con gambeta y potencia, Di Biasi llegó al fondo y tiró un centro potente que Rodrigo Castillo no logró conectar con el taco. Se salvó de milagro.

Así jugó Gimnasia el primer tiempo. Lastimó con ataques directos y mucha intensidad. Aún con sus limitaciones impuso condiciones, lo incomodó al local y sacó rédito de eso.

A los 4 minutos el “Lobo” ya ganaba en Tucumán con una fórmula simple: pase, o pelotazo, al “9” que le ganó en velocidad a los centrales y definió suave al primer palo. Al menos tres errores simultáneos propiciaron el gol visitante. La pérdida en la mitad, el error de cálculo de Matías de los Santos que fue a buscarla con los pies, cuando debía hacerlo con la cabeza y la mala ubicación de Tomás Durso, que le entregó su palo al delantero. 1-0, todo un partido por delante y muchas dudas en el local.

A los 7’, y gracias a una pelota parada, Atlético apareció pisando el área de Nelson Insfrán. No hubo mucho más de Atlético que jugó un primer tiempo nervioso. Si a los hinchas, que se bancaron un calor infernal, se les escapó un “uuuuuh” sobre el final del primer período fue de casualidad. Un error de cálculo de Insfran casi terminó en gol.

¿Exceso de confianza? ¿El calor? ¿Buen planteo de Diego Flores? A partir del mal partido, los plateistas intentaron sacar conclusiones en el entretiempo, la respuesta nunca apareció.

Los ingresos de Luis Miguel Rodríguez, Rodrigo Melo y Carlos Auzqui a los 16 minutos del segundo tiempo le dieron otra impronta al ataque, aunque fueron algunos pocos minutos en los que el “Decano” manejó la pelota, pero solamente fue hasta que el “Traductor” armó el 5-3-2 que le bajó la persiana al partido. Los últimos minutos del equipo de Pusineri fueron un manojo de nervios.

Además, con el 0-1 quedaron al descubierto las falencias del armado del plantel. Adrián Sánchez terminó jugando de lateral por derecha, “Pulguita” de doble “5” con Rodrigo Melo y arriba con Bajamich, Díaz, Auzqui y Godoy, todos amontonados.

La llegada de Pusineri había inyectado una motivación extra que parece haberse terminado en Córdoba. Es curioso que cuando el entrenador por fin pudo trabajar una semana completa con sus futbolistas, se presentó el primer tropiezo de esta nueva era. Los hinchas se fueron del Monumental silbando bajito y masticando bronca. El “Decano” perdió la oportunidad de sumar puntos vitales para acomodarse en la tabla. Para colmo de males, volvieron a aparecer los errores propios que condicionan partidos y fastidia a sus hinchas.

Gimnasia hizo su negocio en Tucumán, se llevó los tres puntos, le quitó el invicto a Pusineri y enlazó su tercer partido sin perder, con dos triunfos y un empate. El “Lobo” con el “Traductor” sumó siete de nueve y anoche festejó el triunfo casi como si se tratara de un campeonato. El cuerpo técnico local no tendrá una semana tranquila. El lunes, otra vez en el Monumental, recibirá la visita de Newell’s que llegará a Tucumán con todas sus urgencias a cuestas.

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