En Concepción se proyecta un ambicioso Centro Cultural

Según la Real Academia Española (RAE), la “cultura popular” es el conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo. Otras fuentes añaden que las culturas se ven afectadas por fuerzas que fomentan el cambio y por el contacto con otras sociedades, que sirven como plantilla para las expectativas de un grupo social. Es este recambio el que se intenta instalar con la remodelación del Centro Cultural Profesor Nilo González, en Concepción, que comenzó siendo una cárcel de mujeres y ahora apuesta por un futuro moderno para pequeños y grandes artistas. Con las obras ya en marcha, se proyecta que el edificio esté listo para fines de este año.

En la esquina de San Martín y 25 de Mayo, frente a la plaza principal de “La Perla del Sur”, Bartolomé Mitre, se planifica un edificio de tres niveles. En la planta baja estarán las oficinas administrativas de Cultura y Turismo junto a dos salas que podrán ocuparse para talleres, muestras o exposiciones culturales. En el primer piso, según explicó el arquitecto Emiliano Morelli a LA GACETA, se ampliará la sala principal de usos múltiples y se instalará un “bar temático” que incluirá merchandising de la ciudad, promocionando libros de artistas locales y otras novedades. “Tendrá una parte cerrada y otra como terraza, en el exterior, para tener una vista panorámica del área central de la ciudad: será como un mirador del paisaje urbano”, dijo el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad.

En tanto, en el último piso se prevé la inauguración de un museo con piezas de gran valor histórico donadas por el padre Jorge Esteban, un concepcionense que vivió en Italia y que pertenece a los Focolares, un movimiento eclesial dentro de la Iglesia Católica. “El edificio amplía considerablemente su dimensión, con más capacidad para acoger el quehacer cultural, pero también buscamos que demuestre ese carácter de ciudad modernista, ligada al desarrollo comercial”, resumió Morelli acerca de la fachada de la casa de las artes.

La ambiciosa obra que lleva adelante la gestión de Alejandro Molinuevo (Juntos por el Cambio) podría estar terminada para fin de año. El secretario de Obras Públicas especuló con que podría demorar un par de meses más, hasta febrero o marzo de 2026, pero que “está proyectado que se llegue a diciembre con todo listo”.

La “casa de la cultura”

El centro cultural Profesor Nilo González (más conocido por los vecinos como “casa de la cultura”) alberga tanta historia como su nombre hace sospechar. Alrededor de los años ‘70, existía en su lugar la Comisaría de Concepción, y al lado, la cárcel de mujeres. Durante el primer mandato del ex intendente Osvaldo Morelli (1995-1999; 2003-2015), la Policía se mudó a la calle 9 de Julio, a 50 metros de su sede anterior, y en aquel espacio pasó a construirse el Centro Cultural y la plazoleta Eva Perón. Nilo González, a quien se honra en el edificio, fue un artista concepcionense cuyas obras tuvieron un importante éxito. De hecho, cuando el papa Juan Pablo II visitó Argentina, la Iglesia le encargó una obra que está expuesta en el Museo del Vaticano.

La estructura del edificio en aquel entonces era más sencilla: el área administrativa abajo, una sala de conferencias arriba, un salón de usos múltiples y un núcleo sanitario. Una vez que Roberto Sánchez (Unión Cívica Radical) asume la intendencia de Concepción, en 2015, se intenta renovar el Centro Cultural. En esos años comienza la remodelación del lugar, junto al entonces secretario de Obras Públicas, Miguel Abboud. Allí es cuando se propone la apertura del museo con las piezas que cedió el padre Esteban y se renueva la plazoleta.

Sin embargo, y según informó Sánchez, la obra suponía un gasto muy grande para el municipio y los avances eran muy lentos. “Se decidió frenar la obra, por su onerosidad, con la idea de que algún día la íbamos a continuar”, dijo el ex intendente. Luego, durante su segundo mandato, el concepcionense es electo diputado nacional (cargo que mantiene hasta la actualidad) y la Intendencia es cubierta por Molinuevo, en 2021.

Es durante el interinato del actual jefe municipal que el proyecto se elabora, y se lo pone en marcha en noviembre del año pasado, ya con “Cacano” como mandatario electo. “Uno de mis objetivos y promesas de campaña fue terminar la casa de la cultura. Es una demanda de todos los ciudadanos de Concepción, no sólo del centro sino de los cerca de 60 barrios que hay en la ciudad”, aseveró Molinuevo.

Acerca del financiamiento, remarcó: “todos los fondos son de la Municipalidad de Concepción. Estamos gestionando fondos nacionales, pero hasta acá no obtuvimos respuesta. Son producto del ahorro de la ciudad; la salida del Pacto Fiscal (con la Provincia) resultó positivo. Somos responsables con el uso de los fondos y así nos alcanza para pagar los sueldos y nos sobra un poco para obras”. Y sobre la finalización de la estructura, Molinuevo agregó: “nadie puede negar que es una deuda pendiente. Nilo, en su último año de vida, me decía que soñaba con verlo reformado y ahora lo vamos a completar”.

Problemas del proceso

Ante todo, está claro que el paso del tiempo hace que la demanda sea más urgente para los vecinos y, fundamentalmente, para la cultura. “Es necesario que no solamente se hable del deporte, que está en auge en Concepción, sino también que las personas que se vuelcan por las áreas culturales tengan un espacio para presentar sus proyectos”, consideró Constanza Sleiman, vecina del barrio Belgrano. La abogada señaló que es importante apoyar a los artistas locales de “La Perla del Sur” y así también renovar las instalaciones que serán de uso ciudadano. “Es un inmueble que está situado frente a la plaza principal de la ciudad; cualquier persona que viene a hacer un trámite pasa por ahí”, planteó.

Otro aspecto que remarcan los concepcionenses se refiere al espacio. La Municipalidad de Concepción dicta talleres de canto, baile, teatro, guitarra y otros, y si bien el Centro Cultural sigue abierto, las actividades tuvieron que encontrar otros sitios para funcionar, como la Terminal de Ómnibus o el Teatro “Casa del Bicentenario”. El problema es que a veces -comparten sus protagonistas- suele ser un poco incómodo el tener que convivir con el ruido o las molestias por no contar con un lugar propio.

Asimismo, y de acuerdo a los años que han pasado desde que se intenta una renovación del Centro Cultural, se instala cierta desconfianza en el municipio sureño. “Concepción tiene un potencial muy grande en la parte cultural, pero lo que yo veo hace muchos años es que no se le da todo el valor y la importancia que merece para que sea explotado”, observó Amado Deguer, ex intendente radical del período 1987-1995.

El también ex concejal (2007-2015) consideró que existe un “vaivén” que sufre la casa de la cultura, y recordó las ideas de Morelli, de Sánchez y ahora de Molinuevo por reconstruirla. “Si uno quiere un proyecto, hay que darlo todo para terminarlo. Lo que pasó en estos más de 10 años es que fueron buenos proyectos que no tuvieron definiciones concretas, debido al costo que tienen y a que la cultura muchas veces no tiene la importancia que podría tener el pavimento u otros temas de obra pública”, analizó.

“Semillero” de artistas

Desde sus inicios, la casa de las artes mantuvo una buena actividad. “Teníamos la suerte de tener una agenda bastante ocupada; a veces no podíamos ofrecer a la gente que venía ni el Centro Cultural ni el Teatro, porque estaban ocupados viernes, sábados y domingos”, recordó Estela López, ex directora del Nilo González (2015-2023).

La actual presidenta de la biblioteca Nicolás Avellaneda mencionó concursos, talleres, exposiciones y un abanico de alternativas que ofrecía el Centro para cubrir la demanda en la ciudad. “El arte es importantísimo y Concepción es un ‘semillero’ de artistas. Hemos tenido, y seguimos teniendo, grandes nombres en nuestra historia”, valoró. Pese a que la actividad cultural esté “un poco más atenuada” por los trabajos de construcción, López reflexionó: “queremos que la gente se abra y se dé cuenta que hay muchísimas cosas para hacer: que la gente se anime a presentar libros, a pintar, a cantar, a bailar. Con la cultura se puede cambiar el mundo; se puede rescatar a los jóvenes que no encuentran su lugar, se puede lograr más paz”.