

“Esta situación me cambió la vida. Vivo amenazado y viviendo horribles momentos a pesar de mi edad. Eso es lo triste de esta tragedia. Esto tendría que haber ido por el camino que corresponde, civilizadamente, con las normas de una convivencia y sin personajes que abusen de su carácter de funcionario provincial”, manifestó Alfredo Moreno, uno de los actuales propietarios de la Estancia Riarte y una de las víctimas mencionadas en el juicio contra nueve miembros de la comunidad Indio Colalao imputados por usurpación, tentativa de homicidio y robo agravado.
Ayer se desarrolló la tercera audiencia del debate oral en el que se está juzgando a Alberto Dionisio Mercado, Manuel Santos Pastrana, Ubaldo Eduardo Humano, Juan Carlos Toledo, Carlos Omar López (senador salteño), Ciro Fernando López, María Lilia Delgado, Benito Toledo y Felipe Santiago Cruz por haber tomado posesión ilegal de la Estancia ubicada en Trancas -a orillas del Río Tala-, por haber agredido a Moreno y a su hijo Sebastián y por haberles robado sus pertenencias.
Durante más de cuatro horas, Moreno declaró ante los magistrados Guillermo Puig, Patricio Prado y Stella Maris Arce, y habló de la historia de la Estancia, su asociación con Jorge Posse, el conflicto con los miembros de la comunidad y acusó a Omar López de haber abusado de sus funciones como funcionario público para intentar apropiarse del terreno.
Brutal golpiza
La acusación del Ministerio Público Fiscal, representado por Estela Giffoniello, plantea que el 17 de junio de 2012 los imputados aprovecharon la ausencia de sus propietarios e ingresaron ilegalmente al inmueble rompiendo el candado del portón de acceso. Una vez que Moreno llegó en compañía de su hijo a la Estancia fueron duramente golpeados por los acusados, quienes también les sustrajeron sus pertenencias.
En su testimonio, Moreno contó que ese día se presentó en la finca junto a su hijo porque irían los oficiales de la comisaría de Trancas a cumplir una medida judicial que ordenaba inspeccionar si había “ocupantes aborígenes” en las instalaciones. “Alrededor de las 9 recorrimos la finca de punta a punta y no encontraron nada de lo que ellos pensaron que iban a encontrar. Solamente estaban las familias autorizadas por Posse y por mí”, dijo.
Luego de que el personal policial se retiró del lugar, él y Sebastián fueron hacia Salta a buscar algo para almorzar y al regresar observaron que troncos y ramas estaban obstruyendo el camino de ingreso al campo. “Mi hijo se acercó hacia esas ramas y apareció una cantidad de gente, aproximadamente entre 30 y 40 personas que lo agarraron y lo comenzaron a golpear. Dos lo agarraron de un brazo y dos del otro; lo llevaron hacia adelante y lo metieron dentro del campo. Por detrás iba golpeándolo Omar López junto a tres o cuatro personas. Le decían: “ya que sos abogado, defendete”, y le dieron una paliza bestial”, relató.
En ese momento Alfredo se bajó de la camioneta y -según dijo-, se le encimó una turba de personas. “A la cabeza estaban Omar López y Benito Toledo. Me metieron adentro de la finca y también me dieron una paliza mientras me decían: “acá te vamos a matar, no vas a salir vivo”. Todos estaban armados, algunos tenían machetes, otros escopetas, cadenas y palos”, afirmó. El hombre dijo que esa situación se repitió reiteradamente y que cuando intentaron escapar fueron nuevamente amenazados. “Nos salvamos la vida de milagro; nunca vi tanto ensañamiento”, sostuvo.
Ante las consultas de la fiscala, del defensor Carlos Garmendia, del representante civil Javier Lobo Aragón y de los querellantes Camilo Atim y Florencia Abdala, el testigo reconoció cuáles de los imputados que estaban sentados en el banquillo habían participado en el ataque. A algunos no les recordaba el nombre pero sí los ubicó físicamente.
Grave denuncia
Moreno aprovechó el espacio para aclarar algunas cuestiones respecto de quiénes eran las personas que vivían en la Estancia cuando compró la propiedad.
Explicó que al adquirir la Estancia en sociedad con Posse, permitieron que cuatro familias de apellidos Mercado, Valderrama y Aguilera vivieran en el terreno ya que habitaban en el lugar desde hacía tiempo. “Toda esa gente viene traída por los dueños anteriores, los Prat Gay, que los trajeron del ingenio de Leales para que trabajaran en la finca. Ellos se jubilaron trabajando para ellos y luego fueron autorizados por Posse y por mí para que permanezcan en el campo por una cuestión humanitaria”, aseguró, distinguiéndolos de las personas de la comunidad Indio Colalao a las que denunció por usurpación.
En este sentido dijo que las personas de la comunidad Indio Colalao a las que denunció por usurpación jamás trabajaron en la finca y señaló a Omar López como el principal orquestador del plan. “Es una banda que tomó este campo para cometer delitos. Esta banda es comandada, pienso, por el señor Omar López y su gente. Sé que gran parte de estas personas trabajaban para López cuando estaba en la municipalidad de El Jardín, eran pagados por él. Tenían como fin apropiarse de la finca, ya tenían planificado qué lote les correspondía a cada uno de ellos”, declaró.
También lo acusó de utilizar recursos de la Municipalidad. “Entraban camiones y tractores que tenían logo del municipio. Hizo uso de todo el equipo para su beneficio y empezar a tomar posesión. Esta gente es buena, pero este hombre se dedicó a usarla y a corromperla”, afirmó.
Durante la audiencia de hoy, Moreno será interrogado por Garmendia y comenzará a declarar su hijo, Sebastián Moreno.