

Febrero arrancará con algunos aumentos en los precios, aunque en el Gobierno nacional esperan que el impacto de esos reajustes no terminen tirando por tierra el objetivo oficial: mantenerse en la senda de la baja de la inflación. Por esa razón, los incrementos estarán por debajo del 2% mensual. En las tarifas de energía se sumará una quita de subsidios para sectores de clase media e ingresos bajos que perderán los subsidios que se otorgaban desde el Estado y que, en general, abarcaba a 9.5 millones de usuarios en todo el país.
Como suele suceder cada mes, el incremento en el precio del combustible es una incógnita hasta último momento. Si bien el Gobierno nacional postergó parcialmente el aumento del impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), que debía regir desde hoy, Pese a esta situación, algunas petroleras consideraron que en el aumento también pesa el componente internacional, debido al nuevo valor del precio del barril.
La desaceleración inflacionaria es uno de los objetivos centrales de la Casa Rosada. De acuerdo con el diagnóstico mensual de la Fundación Libertad y Progreso, el Índice de Precios al Consumidor registró un aumento del 2% en enero, unos 0,7 puntos porcentuales por debajo del dato oficial de diciembre (2,7%). La variación anual registrada fue de 84,3%, perforando la barrera del 100% por primera vez desde enero de 2023, puntualiza el reporte al que accedió LA GACETA. Esta desaceleración, de 33 puntos porcentuales respecto al dato anterior, representa la novena consecutiva y refleja la solidez del proceso de desinflación.
A comienzos de mes, la inflación mantuvo su tendencia a la desaceleración, con variaciones semanales en torno al 0,3%. Sin embargo, en la última semana de enero se vio una aceleración hasta un ritmo del 0,5%, impulsado principalmente por el rubro de alimentos, con fuerte incidencia de los aumentos en el precio de la carne.
“Para febrero esperamos que siga la desaceleración de la inflación y que el IPC se ubique en torno al 1,7%. Será el mes de debut del crawling-peg, que ayudará a que los precios transables se desaceleren; no obstante, la clave estará en que el resto de la política monetaria deberá ser consistente con que el peso se deprecie a esa velocidad”, indicó Eugenio Marí, economista jefe de esa fundación. Su par, Lautaro Moschet, considera que la nueva etapa de la política monetaria impone un piso más bajo para la inflación de los próximos meses, lo que nos obliga a ajustar las expectativas. “En la misma línea, la reducción de la tasa de interés de referencia acompaña esta estrategia y será clave para impulsar el crédito interno, favoreciendo así la inversión y contribuyendo a la recuperación de la actividad económica”, explica.
La consultora CyT realizó un relevamiento de precios minoristas en el Gran Buenos Aires y arrojó para el primer mes del año una suba del 2%.
“Esta tasa de inflación es la menor en los últimos 53 meses y la más baja para un mes de enero desde el 2018. De esta forma, la tasa anual de inflación C&T fue de 93,4%, la más baja desde octubre de 2022”, destacó la consultora.
La cifra oficial de la evolución del costo de vida de enero la dará a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el próximo 13 de este mes.
Carlos Tiscornia, director de CyT, dijo que “en enero pesa mucho lo vinculado al turismo (hotelería, transporte, recreación) por las vacaciones, por eso suele ser relativamente alta”.