Desde que somos niños aparecen nuestros primeros juegos de mesa orientados a estimular la mente. Estos aportan grandes beneficios al cerebro porque lo mantienen ejercitado y le presentan desafíos nuevos que debe resolver constantemente.
Con el paso de los años y, en particular, la llegada a la tercera edad, este tipo de ejercitaciones se vuelven indispensables. La estimulación cognitiva es la herramienta que permite a las personas prevenir enfermedades como demencia y Alzheimer y, una vez que la persona ya está diagnosticada, permiten retrasar el deterioro.
Beneficios de jugar juegos de memoria
Estimulan la memoria a corto y largo plazo: cuando jugamos practicamos la retención de la información, patrones o secuencias. Ayuda a mejorar la capacidad de retener y recuperar información en otras áreas.
Flexibilizan procesos de pensamiento: los juegos de memoria estimulan el cerebro, fortalecen las conexiones neuronales y promueven las creación de otras nuevas.
Previenen el deterioro cognitivo: ejercitar la memoria regularmente reduce el riesgo de tener problemas cognitivos relacionados al envejecimiento.
Fortalecen la concentración: estos juegos exigen que nos enfoquemos en detalles puntuales y específicos por lo que mejoran la capacidad para concentrarnos.
Ayudan a resolver problemas: enfrentarse a estos juegos nos obliga a desarrollar estrategias y técnicas que también son útiles para resolver problemas en otros ámbitos.
Reducen el estrés: jugar ayuda a divertirse y por ende a liberar hormonas que son buenas para el cuerpo; las actividades estimulantes sirven para desconectarse de las preocupaciones.