Cuatro personas, uno de ellos menor de edad, quedaron detenidos por la agresión y el robo que sufrió un agente de Policía el domingo por la mañana en Villa Carmela. El caso generó todo tipo de manifestaciones a favor del uniformado. Los defensores de los acusados, en cambio, dijeron que sus defendidos reaccionaron ante un intento de soborno y desmintieron que se haya quedado con las pertenencias del uniformado, entre ellas, la pistola reglamentaria.
El domingo a las 9, según consta en el expediente judicial, el servicio 911 recibió el llamado de una mujer que denunció que en la zona se estaban realizando picadas de motos. El agente Héctor Rolando Zárate se dirigió a ese lugar y confirmó la versión. Siguió a uno de los involucrados hasta el lugar conocido como “El Quiosco de Lata”.
En ese lugar, el uniformado trató de identificar a uno de los jóvenes que habría participado en la carrera clandestina. El sospechoso comenzó a agredir al policía y luego se sumaron al menos otros tres jóvenes. Varios más sólo se dedicaron a mirar lo que ocurría, ninguno de los que estaban ahí intervino, si lo hizo el encargado del local y vecinos. El ataque quedó filmado por las cámaras de seguridad del lugar. En las imágenes se puede observar que después de propinarle golpes de puño a Zárate, lo derribaron al suelo y le siguieron pegando. Hasta se aprecia que uno de ellos levanta una piedra y se la arroja a la víctima. Varios de los que estaban en el lugar, intentaron proteger al agente, pero su esfuerzo fue en vano. “Estaban enceguecidos. Había algunas chicas que los tomaban para que lo soltaran, pero no había manera de que lo hicieran”, explicó Susana Ortiz, vecina del lugar.
Los agresores le habrían quitado el celular, la billetera y el arma reglamentaria. En una secuencia de la filmación quedó grabado el joven que había tomado la pistola nueve milímetros. Al aparecer un móvil, los sospechosos escaparon corriendo. Otros huyeron en las motos que habrían utilizado para correr las picadas.
Definiciones
“Este fue un ataque brutal, contra un funcionario público que intentó restablecer el orden por pedido de los mismos vecinos”, aseguró el jefe de Policía Joaquín Girveau. “Creen que son malos, pero en realidad son unos cobardes porque atacaron entre varios a una policía. Pero pudo haber sido cualquier persona. Un vecino que, con razón, les podría haber pedido que tuvieran un buen comportamiento. Eran las 9 de la mañana de un día domingo y era evidente que esa gente no se había acostado”, añadió.
El titular de la fuerza dijo que este no es un episodio común. “Nuestros hombres se enfrentan a este tipo de situaciones cuando van en busca de algún delincuente. Pero en este caso, el efectivo fue a verificar una situación. No le dieron tiempo para nada, estos cobarde aprovecharon que eran muchos para agredirlo”, opinó. “También debe quedar en claro que este agente está recuperándose de las lesiones, pero un hombre menos que hace prevención por culpa de unos violentos”, destacó el Girveau, que confirmó que el celular y el arma fueron recuperadas.
Presentación
Después de que el caso se hiciera público por la emisión del video en el programa “Verano Play”, que se emite por LG Play, la Justicia dictó el pedido de detención de cinco personas. Mientras los efectivos de la Unidad Regional Norte se aprestaban para hacer allanamientos, tres hombres y una mujer se presentaron en la sede de la ex Brigada. Dos de ellos y la joven quedaron arrestados. Mientras que el cuarto, al ser menor de edad, fue derivado al Centro de Admisión y Derivación para que después de ser entrevistados por los especialistas, un juez de Niños, Niñas y Adolescentes defina qué hará con él.
“El episodio no es como se dice. Hubo una agresión generada porque el efectivo intentó sobornar a uno de mis asistidos”, aseguraron los defensores de los acusados Juan y Cristian Hermosa que adelantaron que hoy se entregarán el quinto acusado. “El uniformado pasó por el lugar y decidió pedirle una coima. Zárate fue el que inició todo. Uno de mis representados se defendió del golpe que el policía le dio aprovechándose que estaba alcoholizado. Los otros acusados lo único que hicieron fue intentar de separar”, añadieron en una entrevista con LA GACETA.
Los profesionales desmintieron que la víctima haya sufrido el robo de sus pertenencias y del arma reglamentaria. “Está demostrado en el expediente que fueron entregadas por las personas que se encontraban en el lugar”, informaron.
Por último, denunciaron que sus asistidos sufrieron persecución por parte de la Policía. “Los fueron a buscar en su casa en varias oportunidades a pesar de que no existía un pedido de detención ni habían sido autorizados allanamientos”, finalizaron los abogados.
Reacción
“Es imperioso un mensaje claro y contundente de parte del Estado en su conjunto ante este tipo de caso”, aseguró el legislador oficialista Gerónimo Vargas Aignasse. “Tenemos una sociedad contraventora que, cuando actúan en grupo, se siente legitimada para cualquier exceso. Desde avanzar contra la propiedad privada hasta el límite irracional de una agresión salvaje contra un miembro de la fuerza oficial”, añadió.
“La justicia tiene todas las herramientas legales y el apoyo político para avanzar con toda la fortaleza que el código penal y de procedimientos le habilitan. Este hecho debe generar un antecedente para que no ocurra nunca más”, señaló.