El maní: un inesperado aliado contra el dengue

El maní: un inesperado aliado contra el dengue

Un extracto de la piel del maní logró neutralizar el virus en todas sus etapas, posicionándose como un antiviral prometedor. Investigación del Conicet

09 Enero 2025

Un grupo de científicos argentinos del Conicet realizó un descubrimiento que podría marcar un antes y un después en la lucha contra el dengue. Un extracto obtenido del tegumento del maní—la delgada piel rojiza que suele desecharse durante la industrialización—demostró ser capaz de inhibir el virus en todas las fases de su ciclo de replicación.

“Elegimos investigar el tegumento del maní porque, además de ser un subproducto residual de la industria exportadora, ya se conocían sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas. Nuestro objetivo fue revalorizarlo y comprobar su potencial frente al virus del dengue, algo que no había sido explorado previamente”, explicó Carola Sabini, investigadora del CONICET y líder del proyecto.


Un recurso natural con alto potencial antiviral


El estudio fue llevado a cabo por el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (INICSA) y el Instituto de Biotecnología Ambiental y Salud (INBIAS), donde los científicos analizaron tanto la piel como la semilla del maní en células infectadas y modelos in vitro. Los resultados fueron sorprendentes: el extracto del tegumento logró neutralizar el virus del dengue al 100%, incluso en concentraciones bajas. “Atribuimos esta eficacia a los polifenoles y proantocianidinas presentes en la piel del maní, compuestos con conocidas propiedades antioxidantes y antivirales”, señaló Sabini.

El dengue, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, representa una amenaza significativa en regiones tropicales y subtropicales, afectando a millones de personas cada año. Las reinfecciones, en particular, pueden derivar en cuadros graves o potencialmente mortales. El hallazgo de este equipo de investigación podría abrir la puerta a tratamientos más accesibles, sostenibles y de origen natural, lo que resultaría en una alternativa viable a los antivirales sintéticos tradicionales.

De los laboratorios a la aplicación clínica

Los científicos ya trabajan en los próximos pasos para trasladar su descubrimiento a tratamientos clínicos. “Estamos desarrollando nanopartículas que permitan estabilizar y dirigir el extracto hacia los tejidos donde debe actuar”, explicó Elio Soria, coautor del estudio. Además, se evalúa su potencial como inmunomodulador para reducir la inflamación que provoca el dengue.

Con este enfoque, el equipo busca colaboraciones con empresas tecnológicas para escalar la producción y llevar a cabo ensayos clínicos en humanos. “La naturaleza nos brinda herramientas valiosas, y nuestra misión es utilizarlas en beneficio de la salud global”, concluyó Sabini.

El uso del tegumento del maní, un recurso disponible localmente y de bajo costo, también podría reducir la dependencia de insumos importados, aportando un enfoque estratégico al desarrollo de fitofármacos en Argentina.

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